La delicada situación de Grecia se complica aún más tras las elecciones generales de este domingo. El segundo rescate internacional del país heleno pende, nuevamente, de un hilo tras la mayoría que han obtenido en las urnas las formaciones partidarias de renegociar o cancelar por completo las condiciones impuestas por la troika -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)-.
Con el 99,01% de los votos escrutados, la conservadora Nueva Democracia (ND) obtiene una pírrica victoria con el 18,88% de los votos (33,4% en 2009) y el socialdemócrata Pasok queda relegado a la tercera posición, con el 13,2% de los votos, tras ganar en 2009 con el 43,9%.
Por escaños, ND obtendría 108 (50 de ellos como premio a ser la fuerza más votada) y el Pasok 41, lo que suma 149 de un total de 300 diputados de la asamblea, insuficiente para reeditar la coalición de gobierno sólo entre ellos dos. Estos dos partidos, que fueron los que negociaron y aceptaron las condiciones del segundo rescate heleno, no suman pues la mayoría absoluta de los escaños del Parlamento precisos para gobernar, con lo que tendrían que obtener el apoyo del alguna otra formación.
Resultados electorales en porcentaje de votos y escaños
Fuente: igraphics.gr
La mayoría de los griegos ha votado por partidos opuestos a las estrictas medidas de austeridad que vive el país, y tan sólo un tercio de los votos fueron a parar a los dos principales partidos que apoyan de una u otra forma los recortes.
En este sentido, existen dos problemas clave: por un lado, ambas formaciones, si bien defienden permanecer en el euro, abogan por renegociar una vez más las condiciones del rescate internacional; y, por otro, el resto de partidos quiere que dicho programa se cancele por completo e, incluso, apuestan por abandonar la moneda única.
Antonis Samaras, líder del partido Nueva Democracia, ya ha señalado que "el acuerdo de rescate con la UE tiene que ser renegociado". Samaras, el candidato más votado, tiene tres días para tratar de formar una coalición, pero las tareas exploratorias se antojan complicadas porque el pacto de gobierno deberá incluir al menos a tres formaciones políticas.
La Coalición de la Izquierda Radical (Syriza), el segundo partido más votado y que agrupa a varias corrientes de izquierdas, cuadruplicó sus resultados de las últimas elecciones hasta alcanzar el 16,76% de los escrutinios. Esta formación defiende cancelar por completo el plan de rescate internacional.
Ante tal posición, todo apunta a que tanto el líder conservador, Antonis Samarás, como el candidato del Pasok, el ex ministro de Finanzas Evángelos Venizelos, intentarán formar un "gobierno de unidad nacional" integrando a la séptima formación más votada, Izquierda Democrática (Dimar), que se hizo con 19 escaños (6,1% de los votos). Sin embargo, el líder de Dimar, Fotis Kuvelis, ya avisó anoche de que no apoyaría a un gobierno formado solamente por los dos partidos tradicionales de Grecia.
El problema en este campo es que pactar con el resto de formaciones será difícil puesto que o bien rechazan de plano las medidas de austeridad promovidas impuestas en la troika -como es el caso de la izquierdista Syriza (52 escaños) y el derechista Griegos Independientes (33 escaños)- o bien abogan directamente por salir del euro –como es el caso del Partido Comunista (26 escaños) y los neonazis de Amanecer Dorado (21 escaños)-.
Es decir, en el mejor de los casos, el nuevo Gobierno griego intentará renegociar las condiciones del rescate con la troika, y en el peor rechazará directamente el plan y apostará por salir del euro y de la UE. Ante este caos político, los grandes bancos internacionales, como el gigante Citigroup, ya avanzan que el riesgo de que Grecia salga del euro en los próximos 12 ó 18 meses se dispara hasta el 75%.
El FMI amenaza...
La reacción del FMI a las votaciones griegas en contra de la austeridad ha sido inmediata. El organismo internacional advierte a las formaciones helenas de que no desbloqueará el siguiente tramo del rescate en caso de que Atenas no cumpla estrictamente los compromisos adquiridos.
...y Bruselas se prepara para una posible salida
Si el rescate se paraliza, muy posiblemente Grecia acabaría saliendo del euro. Y esto es, precisamente, lo que se empieza a barajar seriamente en algunos organismos internacionales europeos. Así, el Banco Europeo de Inversiones, (EIB, por sus siglas en inglés) incluyó una polémica cláusula hace escasas semanas para cubrirse ante tal escenario.
El banco, un organismo financiero de la UE, concedió un préstamo de 70 millones de euros con Atenas para construir una planta de gas en el país. Sin embargo, por primera vez en la historia de esta institución exigió una cláusula por la cual "el contrato tendrá que ser renegociado en caso de que Grecia se vaya de la eurozona o ante un cambio de moneda", es decir, si Atenas regresa al dracma.