Elegir el depósito a plazo más adecuado para invertir nuestros ahorros es una decisión delicada y de especial importancia, ya que de ella depende que nos resulte posible obtener mayor rentabilidad por nuestro dinero.
No obstante, debemos atender a una serie de aspectos concretos con los que comparar cada depósito a plazo, que habrán de ser los que nos inclinen a decidirnos por uno u otro. Es fundamental no conformarnos con el primer depósito a plazo del que tengamos conocimiento, ya que el mercado financiero lanza continuamente ofertas muy diversificadas y adaptadas a casi todos los perfiles de ahorradores o inversores.
- En primer lugar, y por muy evidente que parezca, tenemos que asegurarnos de que lo que se nos ofrece es un depósito a plazo fijo y no otro producto similar. Demasiados ahorradores, confiados en su banco, han contratado bonos convertibles en acciones, participaciones preferentes o bonos estructurados que en casi nada se parecen a un depósito.
- Seguidamente, hay que analizar con atención la rentabilidad del depósito, que vendrá expresada en términos de TAE y de interés nominal anual. También existen depósitos que incluyen simultáneamente un interés fijo para una parte del dinero y un interés variable para otra parte. Si no lo vemos claro, lo más sensato será utilizar un comparador financiero que pueda clarificarnos la rentabilidad que podríamos obtener. También podemos pedir a la propia entidad que nos haga una simulación o nos especifique el escenario más optimista y el más pesimista en lo relativo al rendimiento o rentabilidad que podemos conseguir en casos de interés variable.
- No hay que olvidarse de estimar adecuadamente la solvencia de la entidad financiera en la que depositamos nuestros ahorros. A pesar de que los depósitos y cuentas están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos en hasta 100.000 euros, no es un secreto que el fondo, hasta que vuelva a entrar dinero, está seco. Si bien entendemos que no hay nada que temer, ya que en último extremo intervendría el Estado; no es menos cierto que, con la misma rentabilidad, es mejor escoger una entidad fuerte y que tenga su negocio diversificado. Por otra parte, hay entidades cuyo fondo de garantía no es el español y, en caso de quiebra, podríamos tener problemas al querer cobrar.
- En cuarto lugar, debemos atender al plazo temporal del depósito. Para ello tendremos que evaluar el período de tiempo en el que creemos que no vamos a necesitar el dinero invertido para otros conceptos o gastos que resulten inaplazables. En consecuencia, deberemos disponer de una previsión personal o familiar de ingresos y gastos para poder determinar si nos va a hacer falta o no contar con esos ahorros durante el tiempo que se corresponde con el plazo del depósito, sea este de 1 mes, 3 meses, 6 meses, 1 año, etc. Por idénticos motivos, tendremos que valorar el plazo del depósito y decidirnos por aquel que oferte un tiempo de inversión más adecuado a nuestras posibilidades y necesidades, ya que a mayor plazo podremos obtener mayor rentabilidad.
- También es importante fijarnos en el capital mínimo y máximo que se puede invertir en cada uno de los depósitos a plazo posibles, para determinar si se adaptan a la cantidad de dinero que tenemos disponible para invertir. A mayor capital, normalmente, más probabilidades de obtener un depósito con mejor remuneración.
- Tendremos que informarnos bien de las posibilidades que presentan para retirar el dinero antes de que se cumpla el plazo y si ello nos va a suponer alguna penalización o pérdida de rentabilidad respecto del tiempo en el que nuestros ahorros han permanecido en el depósito. Pensemos que puede surgirnos algún imprevisto que nos obligue a recuperar nuestros ahorros antes de la fecha de vencimiento del depósito. En todo caso, la comisión por cancelación anticipada nunca podrá superar los intereses devengados (el capital invertido siempre se nos devuelve).
- Finalmente, cabe valorar si el banco con el que contratamos el depósito ha sacado esta oferta de forma puntual o es una buena entidad en remuneración de pasivo. Es bastante enojoso tener que abrir y cerrar depósitos y sus cuentas asociadas cada vez que nos vencen. Si la entidad que elegimos suele tener buenos tipos, tal vez no tengamos que estar cambiando frecuentemente nuestro dinero de banco en banco.
No debemos olvidar, en ningún caso, que la tranquilidad y la confianza deben constituir la base de cualquier relación o decisión financiera.
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