Según el informe presentado este jueves por el think tank Civismo, el viernes 4 de mayo se cumplirá el Día de la Liberación Fiscal en España. Esto significa que el contribuyente medio necesita hasta 124 días para cumplir con todas sus obligaciones tributarias. Hablamos, pues, de calcular la fecha en que dejamos de trabajar para el Estado y empezamos a ganar dinero para nosotros mismos.
Civismo ha presentado este informe en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid. El presidente de la institución, Julio Pomés, ha explicado que publicar un estudio así persigue tres grandes objetivos: "Que los políticos sean responsables a la hora de gastar el dinero público, que cada contribuyente sea consciente de lo que le cuesta el Estado del Bienestar y que se conozcan las diferencias de la presión fiscal entre las diferentes Comunidades Autónomas".
Sobre el último punto, Pomés ha subrayado que el objetivo de Civismo es "estimular una sana competencia fiscal" entre las administraciones regionales. Así, analizando los datos del estudio, encontramos que los contribuyentes del País Vasco y Navarra terminan de pagar sus impuestos los días 29 y 30 de abril, respectivamente. En el extremo opuesto se encontraría Cataluña, donde las obligaciones tributarias se prolongan hasta el 8 de mayo. Por su parte, la liberación fiscal en la Comunidad de Madrid se retrasa al 5 de mayo debido a los impuestos locales aplicados por el Ayuntamiento.
El trabajador percibe el 66% del sueldo
Cristina Berechet, autora del estudio y jefe de investigación del think tank, ha explicado a los presentes el método seguido para traducir la presión fiscal en días de trabajo. Así, un trabajador con un sueldo medio de 24.400 euros brutos destina 54 días a pagar el IRPF, 27 al IVA, 23 a la Seguridad Social, 13 a los impuestos especiales y 7 a otros impuestos. En total, hablamos de 124 días y 8.261 euros para cumplir con el fisco, tras lo que el trabajador se quedaría con el 66% de su sueldo.
Hasta 179 días al año para sostener el sector público
Como ha explicado Berechet, la empresa del trabajador en cuestión cotiza por él un 29,9% de su sueldo bruto (7.296 euros). Esto significa que, si dicho compromiso se incluyese directamente en el sueldo bruto, el trabajador vería su salario aumentado hasta los 31.696 euros brutos, pero sus obligaciones con el Fisco crecerían hasta los 179 días de trabajo y los 15.557 euros. Así, incluyendo las cotizaciones sociales, encontramos que el Día de la Liberación Fiscal se produciría en el mes de junio.
El informe de Civismo destaca también que la presión fiscal en España sobre los salarios es especialmente elevada. Así, los sueldos de los trabajadores de nuestro país soportarían un gravamen medio del 39,9%. Dicho porcentaje está cinco puntos por encima de la media de la OCDE. Para ayudar a difundir el estudio, la página web de Civismo ha habilitado una "calculadora de impuestos" que permite hacer un cálculo individual del Día de la Liberación Fiscal. Basta con responder diez preguntas para que esta herramienta nos diga cuántos días del año dedicamos a trabajar para el Estado.
Una presión fiscal "insoportable"
Durante su intervención en la presentación del informe, el secretario de Civismo, Pedro Schwartz, destacó que "la cuestión del peso del Estado en la economía es el centro del debate político de hoy". En este sentido, subrayó que, "a ambos lados del Atlántico, Barack Obama y Angela Merkel están promoviendo respuestas diferentes a esta cuestión: en Estados Unidos se está apostando por aumentar el gasto público y en Alemania parece que se camina en la dirección opuesta".
Schwartz recalcó también que debemos entender el gasto público total como el verdadero impuesto que, en último término, acaban pagando los contribuyentes. Así, llamó a terminar con los "juegos fiscales de subir unas tasas y bajar otras". Schwartz afirmó rotundo que el Gobierno de Mariano Rajoy "sí tiene otra opción que subir los impuestos". El economista recordó que "sólo el 19% del gasto de las Administraciones Públicas es una adición al PIB. El 23% restante, hasta completar el 44% del PIB, al que equivale el gasto público total, consiste en tomar dinero de unos bolsillos para meterlo en otros".
Por su parte, el vicepresidente de Civismo, Carlos Espinosa de los Monteros, subrayó que, "si el Estado fuese bien nacido, sería agradecido... Y, por lo tanto, haría mañana un homenaje a los contribuyentes que han dedicado toda esa renta que compone el gasto público". El reconocido empresario subrayó que muchos españoles están descubriendo poco a poco que "el gratis total no existe", y que esas "prestaciones universales y gratuitas" que prometen los dirigentes políticos no son, en muchos casos, económicamente factibles.
Espinosa de los Monteros explicó también que "los gobiernos sucesivos prometen una y otra cosa, pero debemos recordar que esas promesas siempre las pagamos nosotros". En este sentido, destacó que "cada vez más contribuyentes españoles creen que tenemos un Estado demasiado grande", y saludó iniciativas como la de Civismo como un ejemplo de las iniciativas que ayudan a sensibilizar a la población sobre esta cuestión.
Así, calificó la presión fiscal en España de "insoportable". A modo de anécdota, recordó que durante una visita a España, el Nobel de Economía Milton Friedman le sugirió que la presión fiscal jamás debería superar el 10%.