Nyet, te equivocas
Hay que ver los adeptos a franco que aparecen por LD últimamente, se ve que no sabéis que franco tuvo a España con cartillas de racionamiento durante casi 20 años, entre otras historias.
Durante el franquismo no todo el mundo que tuviera dotes intelectuales suficientes podía ir a la universidad, porque el país no tenía el mismo dinero que ahora para becas. Además, no es tan sólo el coste de la matrícula, actualmente se da dinero para que la gente pueda residir en la ciudad donde estudia, esto no era posible en aquella época simplemente por falta de fondos
Las carreras universitarias antes no certificaban más que lo que certifican ahora, con la diferencia de que como a la universidad sólo iban cuatro gatos por falta de recursos, del resto los que salían con el título estaban todos colocados. Por ejemplo Derecho, ¿era diferente la serie de tonterías que se estudiaba entonces de las bobadas que se han estudiado hasta ahora, como romano, filosofía del derecho, derecho natural, historia del derecho, derecho político, teoría general del derecho, derecho canónico...?, pues no, no era diferente. ¿Había prácticas entonces?, no , no había, era el mismo rollo inútil que el de ahora, pero la diferencia es que la universidad sólo podía costearla gente de clase media y alta, principalmente.
Con respecto a las carreras de ciencias, la universidad actual no tiene ninguna devaluación, nuestras universidades en las carreras técnicas y de ciencias están entre las 100 mejores del mundo . Y desde luego que masificación en Matemáticas o Físicas en la universidad española no hay ninguna, los profesores conocen a los alumnos por sus nombres porque son poquísimos (y lo serán menos con la delirante subida de las tasas)
Para el que no lo sepa, en los países occidentales, EEUU incluído, es corriente que exista un sistema de becas, y además un sistema de préstamos. Estos préstamos sólo se devuelven cuando se empiza a trabajar y se gana por encima de una determinada cantidad, y lo que se devuelve va en función de la renta
Una diferencia con respecto a universidades extranjeras es el número de convocatorias a las que el alumno puede presentarse. En el Reino Unido son 3, en España son 6+2 de gracia=8. Por lo tanto no basta con tener dinero para seguir años y años en la universidad, porque si suspendes 3 veces en la misma asignatura ya no puedes seguir. También en la elección de las asignaturas del nuevo curso interviene de alguna forma el Director del Programa
Claro, berdonio, el Estado le está esquilmando para sufragar a incompetentes y parásitos. No le deseo ningún mal, pero espero que si usted tiene que ser operado de urgencia, su muy liberal sensibilidad exija que sea por un cirujano formado en una universidad privada que no haya recibido jamás una subvención pública, si existe tal cosa. Y, por supuesto, que no sea fruto de una externalidad positiva sino del apoquine de papá. Mal ejemplo, verdad, que una cosa es predicar y otra dar trigo, ¿a que sí? Como los liberales que abominan del Estado y luego cobran una pasta gansa de universidades públicas y chiringuitos subvencionados por soltar sus "flatulencias intelectuales" -- por usar su florido lenguaje Sr. Berdonio --, ¿verdad? Ay, qué malo es el Leviatán, pero que agustito se está trabajando para él...
Estoy totalmente de acuerdo con Berdonio, asi que me ahorro el trabajo de escribir algo parecido para hacer ver que el artículo de don Jose me parece -. como la mayoría últimamente - una sarta de sofismas de regusto progre muy rancio.
Por otro lado, un dato muy significativo es que Suiza es uno de los paises con menos universitarios per cápita, sin duda allí estudian solo los ricos, por eso les va tan mal, y son tan poco democráticos .
"gracias a la intervención del Estado, se han abierto las puertas de la elite a los mejores, sustituyendo la selección tradicional basada en la riqueza o en los orígenes familiares".
Primera: ¿Del Estado, por iniciativa y a través de qué gobierno: PP o PSOE? Segunda: ¿Acaso insinúa usted que en el franquismo no se podía acceder a estudiar ya estudios medios ya estudios superiores? Porque si afirma esto, miente. En el sistema franquista cualquiera que tuviese dotes intelectuales y se esforzase podía hacer carrera universitaria. La diferencia es que antes una carrera universitaria requería y certificaba cierta competencia intelectual porque la universidad tenía como objetivo el conocimiento. Ahora tiene como objetivo la "rentabilidad" económica para mantener el chiringuito de unos cuantos -por cierto que las universidades son como una suerte de "iglesias" medievales en donde la democracia no ha entrado todavía- mediante la masificación y devaluación de los títulos. Vamos, una pena. Usted lo sabe bien. Y los que le leemos, de vez en cuando, también.
No termino de estar totalmente de acuerdo con su artículo, aunque entiendo perfectamente su postura.
Verá, el sistema de préstamo para estudios me parece bien. Pero pensando en la falta de responsabilidad y las pocas ganas de trabajar del estudiante medio español, me pregunto ¿No parece muy arriesgado prestar un dinero a según quién... scuando existe una alta probabilidad de que a mitad de carrera abandone los estudios y se olvide del "préstamo"?
Seguiremos igual: ni dinero ni estudios. En ese caso, creo que es mejor que cada uno se busque la vida, como hemos hecho muchos: trabajar por la mañana y estudiar por la tarde. Para mí, esa es la verdadera "meritrocracia".
Y para 1MA, no coincido en que el Ministerio de Cultura quede grande al actual Ministro, sinceramente. Con los ministros que tuvimos anteriormente, Wert es una eminencia y además, tiene sentido común
Es que en esta España no tenemos remedio: o todos queremos ser funcionarios o "ingenieros", vamos a decir.
Le meritocracia, pregunto, ¿no se demuestra con las notas?. ¿Y no se puede por tanto arreglar el problema suscitado con becas rigurosas en torno a esa figura de la meritocracia academica?
¿Prestamos?, hombre, si aprueba bien, sino, que lo pida el santo padre del maestro ciruela de turno.
Buen ejercicio de sofistería Ensaya en esta ocasión don José el abrazo del oso. Pretende haber hallado una sutil inconsistencia en el liberalismo: resultaría fundamental la intervención política para garantizar que los mejores estudien y no sólo privilegiados.
Lo que yo no acabo de entender muy bien es por qué alguien capaz de satisfacer las necesidades ajenas, al punto de lograr un beneficio en el libre mercado, es un privilegiado, mientras que estudiar con el dinero que arrebatas violentamente a los demás no te convierte en tal, por muy inteligente que seas.
Me parece que habría que recomponer la propuesta de Domínguez: sería necesaria la coacción política para privilegiar a los más inteligentes (y ladrones).
Ahora, simple de mí, me pregunto por qué demonios habrá que privilegiar a los más inteligentes. Ah, ya, será por las externalidades positivas que emanan como los demás nos tiramos pedos. El problemilla es que –dificultades operativas de ponderar objetivamente la inteligencia rentable aparte- a mí la pasta me la quitan aquí y ahora, pero es bastante dudoso que llegue a beneficiarme alguna vez de esos hipotéticos y fragantes pedos intelectuales. Pienso que debería ser yo quien decidiera invertir en acciones de Flatulencias Cerebrales SA y que estos pagasen la carrera del empollón, porque, francamente, a mí la mera ascensión social de los “mejores” me la pela y no creo que eso sea un argumento serio.
No se lo montan mal en Alemania. Creo que estudiar allí no está tan subvencionado ni es tan igualitario, con lo que sólo lo hacen quienes tienen buenas perspectivas de sacar partido a su inversión. El resultado es que sólo acaba su carrera una minoría selecta y si requieren más profesionales los importan (selectivamente) de otros países, trasladándoles a estos los costes de formación. Somos muy listos nosotros: le pagamos los estudios a un fulano que acabará trabajando en Alemania. Y luego nos quejamos del turismo sanitario.
Otra puntualización más. El llamado principio de “igualdad de oportunidades” sustentado en la coacción previa no es liberal, sino otra aberrante excrecencia socialdemócrata. La única sagrada igualdad para un genuino liberal es ante la ley. Las oportunidades, al igual que las ocasiones de gol, se las labra uno. Que nadie pretenda violar el reglamento de juego para compensar su cojera, porque así no habrá juego limpio. En el caso que nos ocupa, lo que natura no da, no hay Estado ladrón que preste. Quien es inteligente de verdad no necesita ayudas ni profesores imbéciles, sólo ausencia de coacción.
Sí, Soutelo, entre los economistas hubo quién sí pronosticó la crisis y hubo quién no. Hay mil "escuelas", keynesianos, austríacos y variantes. Hay mil explicaciones sobre las causas del paro y de la inflación. Todo eso no demuestra que los economistas sean clarividentes, sino que estamos ante una ciencia blandita, inundada de valores, cargada de ideología y contradicciones, donde abundan teorías grotescas como la de la elección racional, y modelos formales bellos e inútiles como fuegos de artificio. Una vez oí que un economista es un tipo que explicará mañana porque no ha pasado hoy lo que predijo ayer. De eso sí hay abundante evidencia empírica.
Y estos son los expertos, Dios nos coja confesados.
Dejar constancia de que entre las élites de la ciencia económica, si que hubo quien pronosticó la crisis, lo publicó en libros y multitud de artículos; no les hicieron caso y hasta fuero tachados de antipatriotas.
Un ejemplo ilustre es el profesor Velarde, colaborador de Libertad Digital, tien un artículo en este mismo número.
Salemslo:
Pretende desacreditarme mediante argucias bastantes pueriles. Como no tengo inconveniente en ser operado por un acreditado cirujano formado con mis impuestos, concluye usted falazmente que me contradigo; de manera análoga, concluiría usted que volver a recurrir a la policía alguna vez demuestra que la denuncia que puse por abuso de autoridad era falsa. Con razonamientos tan aseados no desmerecería usted en el Tribunal Constitucional.
Tampoco matar al mensajero es un argumento demoledor. Que yo sea un funcionario aprovechado, vago e incompetente no rebate mi denuncia de lo aprovechados, vagos e incompetentes que podemos llegar a ser los funcionarios, creo yo. Hombre, si Ancapia existiera, sí se me podría acusar con cierta base de incongruente e hipócrita por no “emigrar” a allí, pero todavía no es el caso. Que yo muerda en una orgía de mordiscos no impugna mi tesis de que igual nos iría mejor si pactáramos no mordernos.