La tensión en los mercados españoles continúa. Ni los anuncios del Gobierno ni las declaraciones de respaldo que llegan desde Bruselas han conseguido cambiar la tendencia de los últimos días. Este martes, el Ibex 35 mantenía las pérdidas de jornadas anteriores y volvía a firmar un nuevo mínimo anual. El principal índice de la Bolsa española, tras un nuevo desplome del 2,96%, perdía incluso los 7.500 puntos, un nivel no visto desde 2009.
Mientras tanto, la prima de riesgo continuaba con su rally alcista. El diferencial entre el bono español a diez años y el bund alemán se situaba en los 434 puntos básicos (un incremento de más de 20 puntos sobre el dato de apertura y un máximo desde noviembre). La rentabilidad del bono español a diez años ha alcanzado el 5,98%, rozando la cota psicológica del 6%. La rentabilidad del bono alemán por su parte, se ha situado en el 1,64%.
Los recelos de los inversores se han sentido también en los mercados de deuda de los países periféricos. El coste de financiación de Italia ha superado la barrera de los 400 puntos y se sitúa en los 404 puntos básicos con una rentabilidad del 5,68%. La situación se torna cada vez más complicada en Portugal cuya prima asciende a los 1.067 puntos básicos e Irlanda que llega ya a los 656 puntos.
La falta de confianza en la deuda española se ha traducido en una gran aversión al riengo y por ende, en un incremento de los seguros para pagar los posibles impagos de la deuda. Los CDS (credir default swaps) han alcanzado lo 480 puntos, lo que supone que el coste por cubrir la deuda ha aumentado 18 puntos.
Siempre es complicado interpretar los movimientos bruscos de los mercados. En primer lugar, los analistas hablan de falta de liquidez una vez diluida la inyección del Banco Central Europeo (BCE). Además, a pesar de los esfuerzos del Gobierno, con declaraciones de varios de sus miembros descartando un rescate, y del apoyo explícito de las instituciones comunitarias, los inversores parecen dudar de la solvencia real del Tesoro hispano. Las reformas aprobadas en los últimos meses no son suficientes para cambiar esta tendencia.
Los seguros de impago (credit default swap o CDS) son siempre uno de los mejores indicadores para medir el nerviosismo y la confianza de los mercados, puesto que se trata de un producto para garantizar las inversiones en caso de quiebra. En el caso de los bonos españoles a 10 años, este martes se disparaban hasta rozar los 480 puntos básicos, muy próximo al récord alcanzado el pasado noviembre (487), poco antes de que el BCE inyectara de forma extraordinaria liquidez ilimitada a tres años a la banca europea, un dinero que las entidades españolas aprovecharon para comprar deuda pública del Tesoro.
El Ibex, en mínimos de 2009
La volatilidad ha sido la clave de este nuevo martes negro en la economía española. El Ibex, que abrió la sesión en rojo, ha perdido el nivel de 7.500 puntos con una caída del 2,96%, afectada por el retroceso de las plazas internacionales y las ventas en el mercado de deuda.
El principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35 ha bajado este martes 226,90 puntos, equivalente al 2,96%, hasta 7.433,60 puntos, con lo que se sitúa en niveles de mediados de marzo de 2009. Las pérdidas anuales se sitúan en el 13,22%.
Todos los valores del Ibex han registrado pérdidas este martes liderados por OHL (-7,11%), Arcelormittal (-6,28%) e Indra (-5,68%). De los grandes valores del Ibex tan sólo Repsol ha logrado cerrar con unas pérdidas inferiores al 2% y ha caído un 0,91%. Por su parte Santander ha perdido un 3,88%, BBVA se ha dejado un 3,62% y Telefónica un 2,90%.
Las ventas se han impuesto en las principales plazas del Viejo Continente, encabezadas por Milán, que se ha desplomado un 5%, mientras que París se ha dejado un 3%, casi lo mismo que Madrid, y más que Francfort (-2,5%) y Londres (-2,2%).
