El INSEE, el paralelo a nuestro INE, acaba de anunciar que prevé que el segundo trimestre de 2012 crecerá el PIB francés un 0’2% y nulo en el primer trimestre. La explicación dada por el jefe del servicio de coyuntura del INSEE, Sandrine Duchêne es que "desciende la fiebre en la zona del euro, a partir de comienzos del año 2012". Pero las cosas ¿son exactamente así?
Un economista español famoso, Flores de Lemus, señalaba que carecía de sentido pesar leña en balanza de precisión. La leña ‑¿qué decir, por ejemplo, de la estimación de los servicios?‑ es el conjunto del PIB. Considerar un triunfo pasar de un 0% a un 0’2% es, realmente muy aventurado, porque el índice PMI del Instituto Marks, señalaba para Francia, según Les Echos de 23/24 de marzo de 2012, una ligera contracción de la actividad económica gala en el mes de marzo. Por otro lado, el INSEE señala que la caída de los beneficios de las empresas era un 30%, que es la disminución mayor desde hace un cuarto de siglo. El que en las empresas del índice bursátil del CAC 40 eso no se produzca se debe a los beneficios que obtienen en el extranjero, un paralelo a lo que ocurre en España.
Por supuesto tiene consecuencias políticas. Como recuerda en todo esto el editorial de este número de Les Echos Jean-Marie Vittori, "bajo la V República nunca un presidente ha sido entronizado en un país con un crecimiento tan débil". Y además se observa que, hasta el mes de junio, las exportaciones de nuestro vecino van a experimentar un claro frenazo, y no parece que ni el consumo, ni la inversión, ni el empleo –la tasa de paro proseguirá aumentando‑ reaccionen con fuerza.
Todo esto son malas noticias para España, porque Francia es nuestro principal comprador.