Para el Gobierno, no hay polémica que valga respeto al fichaje de José Iván Rosa Vallejo, marido de Soraya Sáenz de Santamaría, como asesor jurídico de Telefónica. El propio Mariano Rajoy, a través de su entorno, ha dejado claro su máximo apoyo a la número dos de su Ejecutivo.
La respuesta fue gradual, paralela a la dimensión que tomaba la información, que a media mañana confirmaba la empresa. Precisamente, la primera réplica fue para afirmar que la decisión era "exclusiva" de Telefónica. "Tenéis que preguntar a la compañía. La Vicepresidencia no tiene nada que decir a una decisión de una empresa privada, de acuerdo a sus intereses", argumentó un portavoz autorizado.
El hecho de que Telefónica no tenga participación estatal resulta clave a ojos del Ejecutivo, y un salto cualitativo "importante" en relación al caso del marido de María Dolores de Cospedal, que renunció al Consejo de Red Eléctrica, en la que el Estado sí que tiene mano. "Al ser privada, no existe vínculo", inciden las fuentes.
El segundo punto encima de la mesa no es otro que el perfil de Rosa Vallejo, que tachan de "sobresaliente". Abogado del Estado, según el entorno de la vicepresidenta, su prestigio está fuera de toda duda. "Es intachable en su trabajo, nadie te podrá decir lo contrario", según un allegado. Un extremo que hila con el tercer argumento expuesto desde Moncloa: ser marido de Sáenz de Santamaría no puede aportarle beneficios espurios, pero tampoco puede suponer perjuicio.
"¿Es que no tiene derecho a trabajar?", fue una de las respuestas más escuchadas en el Palacio de la Moncloa, donde no quisieron entrar a posibles comparaciones con lo ocurrido con el cónyuge de la secretaria general del PP, más allá de para decir que "no son comparables".
Por último, desde el Gobierno se quiso recordar la "época de sombras" que Rosa tuvo que sufrir en el Ministerio de Hacienda, donde trabaja hasta la fecha. Pese a su "experiencia fuera de toda duda, fue castigado" por los cargos de dirección, afines al PSOE. En el Ejecutivo insisten: "Nadie podrá poner en duda su prestigio, incluso en Bruselas. Él va a ir a Telefónica a trabajar".
Así las cosas, y con el plácet de Rajoy, Sáenz de Santamaría es consciente de que este viernes tendrá que afrontar la que, tal vez, sea la comparecencia posterior al Consejo de Ministros más complicada desde que es portavoz del Ejecutivo. Evidentemente, molestan "estas cosas", indican, encima cuando es de ámbito privado y cuando Rosa "tiene tal currículum y todo está bien".