Los créditos rápidos se han convertido hoy en día, y debido a la crisis, en uno de los productos financieros con más demanda y a los que está recurriendo cada vez un mayor número de personas.
"Crédito rápido, fácil y sin apenas trámites" es el gancho de los que se conocen hoy como créditos rápidos. Se trata de préstamos financieros destinados principalmente al consumo y por importes no excesivamente altos. De hecho, la mayoría de ofertas se mueven entre los 500 y los 6.000 euros, aunque hay entidades que llegan hasta los 60.000 euros con un plazo de amortización de hasta 60 meses.
Son un tipo de créditos recomendados si necesitamos liquidez inmediata y no podemos esperar la concesión de un préstamo personal en nuestra sucursal. Normalmente se utilizan para las reformas del hogar, para organizar una boda, para hacer viajes de placer, para comprar una moto o el coche, etc.
Esta clase de créditos se distinguen de los "ordinarios" por ser más fáciles y rápidos de conseguir: se solicitan llenando un formulario a través de internet o telefónicamente y el dinero se acredita en un máximo de 24-48 horas. Además, no se ha de indicar la finalidad del crédito, cosa que se valora positivamente por quienes lo solicitan.
Actualmente los consumidores prefieren los establecimientos financieros antes que la banca tradicional a la hora de solicitar financiación al consumo, dado que los bancos tradicionales apenas conceden financiación personal si no se aporta todo tipo de garantías. En cambio entidades especializadas como Cofidis siguen apostando por este sector de financiación personal.
Las ventajas de los préstamos rápidos online o telefónicos son:
- Que la respuesta por parte de la entidad financiera suele ser más rápida que en una sucursal tradicional y evita desplazamientos y pérdidas de tiempo.
- Es una solución no sólo para particulares, sino que empresas y autónomos están haciendo cada día más uso de esta opción rápida de financiación.
- Las cuotas mensuales de estos créditos rápidos suelen ser bajas y, por lo tanto, asequibles.
- Se puede acceder a este préstamo al consumo de pequeña cuantía sin aval.
- Ingresan el dinero en la cuenta en unas 48 horas.
- No suele ser necesario domiciliar la nómina en la entidad, ni tampoco una persona o propiedad que avalen el préstamo.
- Se puede utilizar el dinero para lo que se quiera sin tener que dar explicaciones.
Desventajas de los créditos rápidos:
- El tipo de interés que suelen rondar el 20% TAE, lo que les convierte en una de las formas más caras de endeudarse.
- No se puede estar dado de alta en un listado de morosos: RAI, Asnef...
- Los importes a financiar no suelen ser elevados.
- Posibles comisiones de cancelación o amortización anticipada, que si bien son habituales en todos los préstamos, en estos suelen ser mayores.
- Las personas que no pueden demostrar ingresos fijos mensuales suelen tener problemas para acceder a este tipo de financiación.
- No se han de utilizar para saldar otras deudas, ya que se generará un efecto bola de nieve.
- Siempre tenemos que pensar que en lo que invertimos el dinero ha de suponer una rentabilidad (económica o emocional) que compense el coste financiero.
Los créditos rápidos, al igual que las tarjetas de crédito, son una forma de conseguir dinero rápido sin trámites complicados y tener que aportar garantías. Si se usan bien son muy útiles, pero nunca hay que dejarse llevar por el exceso de consumo y sobreendeudarse. Son herramientas de financiación puntual, no sistemática.
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