La web www.redtrabaja.com fue una de las apuestas estrellas del Ministerio de Trabajo durrante la pasada legislativa. En octubre de 2009 fue lanzada por el Servicio Público de Empleo (SEPE), tras haber invertido casi 4 millones de euros en el diseño, construcción mantenimiento y publicidad de la página.
En aquel momento ya existía una marca comunitaria registrada, por una empresa española prácticamente idéntica: Red Trabajar. A través de dicha marca comunitaria, una empresa española (Red Trabajar, S.L.) explotaba desde el año 2005 el dominio www.redtrabajar.com, Red Trabajar S.L. Por eso, representantes de esta empresa solicitaron al Ministerio que dejara de usar la marca "red trabaja", que claramente entraba en conflicto con "red trabajar".
El SEPE ignoró el comunicado y ni siquiera contestó, por lo que los poseedores del dominio acudieron a los tribunales. Mientras tanto, el SEPE intentó registrar la marca ante la OAMI , lo cual fue denegado. A pesar de todo, siguió invirtiendo elevadas cantidades en publicitar la web redtrabaja.
En octubre de 2011, dos años después del lanzamiento, el organismo redireccionó www.redtrabaja.com a SEPE, punto de encuentro. De hecho, si uno escribe ahora mismo en Google ‘red trabaja’, el buscador le envía directamente a la web del Servicio Público de Empleo.
Sin embargo, pese a este reconocimiento implícito de su error, el día 24 de febrero de 2012 el Juzgado de lo mercantil de Alicante ha dictado sentencia, condenando al SEPE a:
- Cesar en el uso infractor del distintivo "RED TRABAJA".
- A la retirada a su costa de toda publicidad y/o documento donde figure el distintito "RED TRABAJA" y su posterior destrucción.
- A la prohibición de la renovación de la explotación de la actividad infractora, prohibiéndosele expresamente utilizar en el mercado distintivo alguno que contenga el término "redtrabaja".
- A indemnizar los daños y perjuicios ocasionados a la demandante en la cantidad de 6.000€ (el demandante recurrirá en busca de una mayor indemnización).
- A publicar a su costa el Fallo de la Sentencia, una vez firme, en los diarios de tirada nacional La Vanguardia y El País.
De esta manera, y a pesar de los avisos recibidos por el titular de la marca, toda la inversión realizada por el Ministerio ha ido a parar a la basura. Son cuatro millones de euros y una imagen de marca que ya no sirven de nada. El último servicio de Celestino Corbacho ha salido muy caro.