Suiza podría solicitar la devolución de las reservas de oro que actualmente se encuentran en Estados Unidos. La iniciativa ha sido anunciada cuando estaba culminando la repatriación de las reservas que Venezuela tenía depositadas en Europa y Norteamérica. Mientras, también en Alemania aumenta la preocupación por la situación de su oro en el extranjero.
El precedente venezolano
El pasado mes de agosto, el presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció la nacionalización de la industria del oro y la repatriación de las reservas de oro custodiadas en los países "del norte", medida que consideró "sana" a tenor de la crisis económica que sufren éstos. Según precisó, estas reservas en el extranjero consistían en 4.595 millones de dólares en oro en Inglaterra, 800 millones de dólares en Estados Unidos, 381 millones en Canadá y 184 en Francia.
Entres estas reservas y las que se encontraban en otros países, Venezuela disponía de 11.000 millones de dólares en oro en el extranjero en 16.908 lingotes de 12,5 kilos cada uno. De este total de 211,35 toneladas, 160 fueron repatriadas en la operación que anunció Chávez en agosto de 2011 y que concluyó a finales de enero de 2012.
Con un total de 372,9 toneladas, el Gobierno venezolano ocupa el decimoquinto puesto en la lista de reservas de internacionales de oro, por delante de Arabia Saudita y Reino Unido. Cuando Chávez anunció su decisión, algunos la consideraron una excentricidad, entre otros motivos, por el elevado coste de transportar tantas toneladas de metal precioso. El presidente del Banco Central Venezolano, Nelson Merentes, afirmó, a la llegada de la última remesa, que se trataba de "un acto de prudencia financiera y también de soberanía".
Algunos analistas han vinculado la importante escaldada que el precio del oro experimentó este verano con esta repatriación. Seguramente, el precedente histórico más famoso se remonta a mediados de la década de los sesenta, cuando el expresidente de la República francesa Charles de Gaulle repatrió 3.000 millones de dólares en oro de Nueva York a París.
Ahora, Suiza, de donde Venezuela repatrió parte de su oro, y Alemania podrían seguirle los pasos a la nación hispanoamericana. Precisamente, los dos países se han encontrado entre los principales compradores europeos de oro en 2011.
La 'Iniciativa del Oro' helvética
Cuatro miembros del Parlamento suizo han presentado la iniciativa popular Rettet unser Schweizer Gold (Salvad nuestro oro suizo) con la intención de conseguir 100.000 firmas para la aprobación de estos tres puntos:
- El oro suizo del Banco Nacional Suizo debe guardarse físicamente en Suiza.
- El Banco Nacional Suizo no tiene derecho a vender sus reservas de oro.
- El Banco Nacional Suizo debe mantener al menos un 20% del total de sus activos en oro.
Los impulsores de la iniciativa consideran "irresponsable" el proceso emprendido por la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) y el Banco Central Europeo (BCE), que consiste, "de facto, en la devaluación de sus respectivas divisas mediante la impresión de tremendas cantidades de dólares y euros". Aseguran que estas acciones perjudican fuertemente a Suiza, ya que "el franco suizo corre el riesgo de ser devaluado también".
Este riesgo de devaluación vendría provocado por la nueva política del Banco Nacional Suizo que, "históricamente, consideró [las reservas de oro] como propiedad del pueblo suizo que no se podía vender". Sin embargo, en lo que va de siglo, el banco central ha vendido más del 50% de sus reservas de oro para adquirir divisas extranjeras. Por lo tanto, viendo que las divisas van perdiendo valor mientras el oro se aprecia, estos autores consideran que el banco central está haciendo un muy mal servicio a los ciudadanos de la Confederación Helvética.
La propuesta concluye con una apelación a la transparencia, el mantenimiento de un porcentaje de oro físico y abogando por "una divisa respaldada por oro que no se devalúa" con la esperanza de que su banco a central sea un ejemplo para los demás.
El oro 'intocable' de Alemania
Actualmente, las 3.401 toneladas de oro que posee el Banco Central de Alemania (Bundesbank) se encuentran repartidas entre Frankfurt, París, Londres y Nueva York. Concretamente, en Nueva York se calcula que están entre el 60% y el 70% de las reservas de oro alemanas. En noviembre del año pasado, el periódico alemán Bild informó de que el Bundesbank había auditado sus reservas en Nueva York por última vez en 2007.
Según declaró el profesor Jörg Baetge, se trata de un claro incumplimiento de la legislación alemana, ya que "al menos cada tres años han de realizarse controles para contar los lingotes". Al parecer, el prestigioso banco central alemán se saltó su obligación en 2010.
El periódico alemán, "alarmado", solicitó aclaraciones a un miembro conservador del Parlamento experto en política exterior llamado Philipp Missfelder. Éste, a su vez, le pidió al presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, el listado de los lingotes. Pero las respuestas que recibió de Weidmann no tienen nada que ver con la imagen de seriedad de la que goza el banco central alemán. "Me quedé impactado", afirmó. "Primero me dijeron que no había ninguna lista. Después, que había listas que eran secretas. Después me dijeron que la solicitud ponía en peligro la confianza entre el Bundesbank y la FED".
Ni cortos ni perezosos, Philipp Missfelder y un periodista de Bild se presentaron en el número 33 de Liberty Street, en Manhattan, el edificio popularizado por la película La Jungla 3: La venganza . En sus sótanos, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York guarda 7.000 toneladas de oro. Pero los dos alemanes no pudieron ver ni un lingote porque sólo se los podrían enseñar al propietario, en este caso, al Bundesbank.
Philipp Missfelder (izquierda), del CDU, junto al periodista Ralf Schuler, del Bild, ante el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Fuente: Bild.
Cuando a finales del año pasado le preguntaron al vicecanciller y ministro de economía alemán, Philipp Rösler, sobre la posibilidad de respaldar el Fondo de rescate europeo con oro alemán, su respuesta fue contundente: "Las reservas de oro alemanas han de ser intocables". Aparentemente, no lo puede tocar ni el mismísimo Bundesbank.
Si, efectivamente, el oro custodiado en Manhattan constituye el 60% de las reservas alemanas, el total ascendería a unas 2.000 toneladas. Y, si como afirman algunos expertos, la repatriación de 99 toneladas de Londres hacia Caracas provocó un aumento del precio del 25%, la decisión alemana de retirar 2.000 toneladas podría tener consecuencias espectaculares. De momento, un comité presupuestario del Parlamento alemán se encargará de investigar cómo se han gestionado las reservas de oro que Alemania guarda aún en el extranjero.