Sigo con la opinión de que los poderes públicos no han aprovechado el capital humano representado por el profesorado de secundaria, en particular los catedráticos. Debido al mal estado de la educación secundaria en los centros públicos, en progresivo deterioro desde la LOGSE (año 1990), muchos catedráticos de secundaria optan por la jubilación anticipada, aumentando con otros que se jubilan por el mismo motivo la clase pasiva de nuestro país. Si se les hubiera abierto la posibilidad de impartir docencia en ambos niveles educativos, no existiría esta fuga de capital humano, que también integra el saber de los nefastos efectos de los desvaríos políticos y de las conspiraciones microcorporativos que han existido desde hace décadas. La LOGSE culminó la política de acoso y derribo de los catedráticos de bachillerato y marco el comienzo de la sovietización generalizada de los centros educativos públicos y privados concertados preuniversitarios. Se hizo creer que la autonomía de centros preuniversitarios se convertiría,en los anteriores niveles, en un importante factor de calidad del sistema educativo .
Pero EEE, ESTO ES ESPAÑA, y el capítulo consejista y de autonomía de centros, en particular en lo relacionado con la espiral de gasto público, merece ser tratado en otro lugar. Los intereses microcorporativos están servidos. La mayoría explotadora gana porque puede negociar mejor.
Me parece acertado el diagnóstico de Recarte. Dentro del panorama de la corrupción generalizada que hay en nuestro país, atracado diariamente por intereses neocorporativistas, la existente en la educación superior es un capítulo aparte. Existen "mafias" locales, localizables fácilmente, de profesorado compuestas por profesores con poder en órganos institucionales universitarios y profesores beneficiarios de los anteriores por diferentes motivos (políticos, ideológicos, familiares...).
La calidad de la educación en los niveles de secundaria y superior es una de las preocupaciones más importantes de nuestros poderes públicos. Está fuera de duda que el profesoprado es uno de los factores más importantes de calidad de la educación y merece más atención. La selección de profesorado en las universidades públicas no es tan transparente como debiera. Para acceder a la función docente universitaria se exige, salvo excepciones, la posesión del título de doctor. Por las razones antes mencionadas, las "mafias" universitarias locales obstaculizan a unos y facilitan a otros con diferentes métodos la obtención de dicho título. Son numerosos los licenciados que han tenido que consolarse con el Diploma de estudios avanzados o con el actual Master sin poder seguir por la existencias de cupos (hay demasiadas solicitudes, pocos profeores del departamento para dirigir tesis y una retribución considerada insuficiente). La selección con criterios políticos e ideológicos son frecuentes en carreras vinculadas a la parte más eterea de la superestructura ideológica (Filosofía, Derecho, CC Políticas, Sociología...) y estas facultades pueden ser el medio más idóneo para la existencia y supervivencia de mafias profesorales.
La interpretación al uso de la autonomía universitaria facilita el fenómeno del que habla el Sr. Recarte.
En relación con la promoción profesoral, el profesorado de secundaria, en particular los pertenecientes a los antiguos cuerpos integrados en el actual de catedráticos de secundaria, se encuentran con una ruptura promocional. A pesar de su experiencia docente, ni siquiera pueden completar su horario lectivo en el nivel universitario haciéndose cargo de alguna asignatura o grupo relacionado con su formación. Por el contrario, se le sumerge en el cenagal de la secundaria obligatoria de numerosos institutos de secundaria públicos.
En Espana sobran universidades y se necesitan Escuelas superiores tecnicas, donde el 98% de los alumnos consiguen trabajo. Ejemplo Canada. En Alberta necesitan miles de profesionales, soldadores con las tecnicas mas avanzadas, camioneros, tecnicos de petroleo, etc. Los traen de Filipinas que hablan ingles , de alemania, etc.
Las universidades no pueden estar politizadas.
En España no hay ni una sola prueba objetiva para acceder a ninguna de las categorías del profesorado universitario. Ni un solo examen en el que el aspirante pueda defender a cuerpo limpio su competencia científica y docente y su dominio de la materia frente a otros aspirantes igualmente bien pertrechados. Ni el más mínimo atisbo de igualdad y libre concurrencia de los españoles para ganar el acceso a estas plazas ENTERAMENTE PÚBLICAS pero en manos de exiguas castas indecentes y, por otra parte, generosísimamente dotadas, sin control y carísimas de sostener para el escasísimo fruto que dan.
La democracia nunca llegó a la universidad y a la puerta quedaron también por ello la ciencia, la alta cultura y el prestigio internacional (ni una sola universidad española entre las 150 primeras del mundo). Mas nadie que esté vivo ahora verá jamás el saneamiento y reforma de esta lujosa ciudadela de amigotes, titos, cuñadas, prole, amantes y sus respectivos cuerpos de siervos/as perfectamente blindados entre sí.
Efectivamente, cada dia más putas y putos, vagos y delincuentes...
Aplaudo al Sr. Recarte por expresar algo que lo que tan poco se habla. La universidad española es tercermundista. Tal como funciona hoy no solo no produce, sino que genera mas de lo mismo: Endogamia y desprecio al mérito. No sobran universidades, sobra la universidad tal como es hoy. Para mas escarnio, la pagamos de nuestro bolsillo.
¡Pero hasta dónde llega el desconocimiento y/o la tontería del señor Recarte en este tema, del cual se ve que sabe sólo las medias! Afirmar como él hace que muchas ideas interesantes que quieren llevar a cabo los docentes son impedidas por el personal de administración y servicios es, simple y llanamente, una majadería. ¿Por qué? Porque en el sistema de voto universitario, en las elecciones, la proporción de representantes de los diferentes estamentos o clases de personal que integran la universidad es radicalmente diferente y el personal no docente tiene un peso muy pero que muy pequeño, o simplemente ninguno, en las decisiones que se toman en los claustros y juntas. Sr. Recarte, es usted un demagogo y un oportunista, cuyas "adaptaciones" argumentativas (el ser un veleta) ya hemos tenido tiempo de comprobar todos los que seguimos desde hace tiempo sus intervenciones y/o leído sus informes con relación a asuntos económicos. Antes de decir tonterías sobre asuntos de los que tiene escaso o muy superficial noticia, como se ve que sucede con su conocimiento de la universidad española, cuente hasta setenta veces siete. Dedíquese a escribir informes sobre economía o jubílese ya y críe conejillos de indias o cultive bonsais. Se le ha pasado el arroz hace tiempo.
Esto es una tradición en España desde tiempo inmemorial: El que no vale para otra cosa se queda en la Universidad.
@UltraCab
Pues mire usted por donde, que yo he estado y no me ha parecido eso...
Le propongo a cualquiera un simple ejercicio:
Se da uno un paseo por el campus mirando los carteles que anuncien reuniones y encuentros, e intenta encontrar alguno que sea claramente echo por parte de un grupo de corte "conservador"... Si necesita más de los dedos de una mano, me lo dice que le doy un premio.
Ah! Y no lo hacemos al revés que si no, necesitaríamos un "contador manual".
Apatrida: Contesto tarde y seguramente no lo leas pero bueno...
No tengo que pasearme ya que aun voy a la universidad. Puedes ver todos los panfletos que quieras, porque el señor rector le da el despachito sindical de los estudiantes a quien quiere. Pero quitando esos panfletos a los que nadie en su sano juicio hace caso nada de nada. Yo me refería al profesorado, no a los pegacarteles.
En cuanto a conferencias, dentro de poco dará una el profesor Jose María Gay, que no creo que entre en la categoría de izquierdistas.