El Congreso de los Diputados ha convalidado el Real Decreto de reforma laboral con el apoyo de 197 diputados del PP, CiU, UPN y FAC. Tanto PSOE, Izquierda Plural, PNV, UPyD y el resto del Grupo Mixto, hasta un total de 142 diputados, han rechazado el decreto.
Tras recibir la reforma laboral la luz verde del Congreso, el presidente del Gobierno ha querido poner en valor el acuerdo con CIU: "Bueno son casi 200 votos y estamos contentos porque es una ley que todo el mundo sabía que había que hacer, que hubo intentos en la legislatura pasada pero se concretaron en reformas sin ningún sentido". Mariano Rajoy ha asegurado que la reforma "va a ayudar a las pymes y los autónomos", que son quienes generan empleo, y que tiene presente también a los jóvenes, los más perjudicados en el mercado laboral.
Por último ha mandado un mensaje a los sindicatos a quienes parecía colocar en el pasado. "Era una cosa que había que hacerla. No podemos estar con una legislación de hace más de treinta años. Yo siento que las organizaciones sindicales no la apoyen. Hemos intentado hablar con ellos. Respeto mucho su posición pero, sinceramente, estamos en el año 2012, creo que esto es lo que necesita España y los españoles para que haya crecimiento económico y puestos de trabajo".
Báñez: "Campeones del despido"
La ministra de Empleo, Fátima Báñéz, defendió la reforma en el debate en el Congreo y tiró por tierra todos los argumentos de la portavoz socialista Soraya Rodríguez recordando el paro disparado con los Gobiernos socialistas de Felipe González y Zapatero, los recortes sociales que introdujo Zapatero y la "vergüenza" de los ERE andaluces en su réplica a la portavoz socialista.
La ministra de Trabajo recordó los "contratos basura" de los gobiernos de Felipe González, la bajada de sueldo a los funcionarios y el aumento de la edad de jubilación de Zapatero. Son "los campeones del despido", los "campeones del paro", y ahora "patalean" por no haber hecho una reforma igual.
"No hicieron nada en ocho años de gobierno" y "ha tenido que venir el PP para quitar el despido exprés y volver al despido con causa". Pero no le bastó para destrozar los argumentos del PSOE. "Me da mucha tristeza que Andalucía salga en las televisiones de toda España por el lío de los ERE de Andalucía", ha dicho, eufórica, Fátima Báñez.
En su primera intervención, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha apostado por "el diálogo social, el diálogo permanente y el diálogo hasta el final" durante el debate de convalidación del Real Decreto de reforma laboral en el Congreso de los Diputados, un día antes de que los órganos directivos de CCOO y UGT se reúnan para valorar la posibilidad de convocar una huelga general.
Durante su primera intervención en el debate, al que acudió arropada por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, Báñez reiteró en hasta tres ocasiones que la reforma laboral se ha gestado con la participación de los agentes sociales.
Según ha dicho, el Real Decreto "incorpora" las aportaciones de patronal y sindicatos a partir del acuerdo de moderación salarial y desarrollo de la negociación colectiva aprobado en el mes de enero. "Esta reforma laboral potencia el diálogo permanente y la esencia del diálogo social, amplía las capacidades negociadoras de los agentes sociales y es respetuosa con el resto de ámbitos de negociación", aseguró. Prueba de todo ello, según Báñez, es que el Gobierno ha optado por tramitar la norma como proyecto de ley "para hacerla más eficaz".
La ministra insistió en que el anterior Gobierno no afrontó la "más que necesaria" reforma del mercado laboral y "miró hacia otro lado, cruzando los dedos a la espera de que pasara la tormenta", mientras que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha optado por ser "protagonista de sus cambios y dueño de sus futuro".
Por otro lado, tras dedicar una "mención especial" con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora a todas las mujeres en paro, la ministra de Empleo, defendió que "España no puede permitirse que cada vez que empresarios y trabajadores afrontan una crisis el principal mecanismo de ajuste sea la destrucción de empleo".
A la vista de los 5,3 millones de parados que engrosan las listas del desempleo, Báñez defendió que hay "sobradas razones para abordar esta reforma laboral", aunque reiteró que estos cambios debieron realizarse en la "fase expansiva" de la economía española. Una vez más, Báñez defendió que la reforma es "completa y equilibrada" y aseguró que permitirá "frenar la sangría del desempleo en el corto plazo".
En este sentido, la ministra de Empleo esgrimió que la reforma "está pensada sólo para favorecer el intereses generales" y aporta más derechos a los trabajadores al tiempo que facilita la flexibilidad a los empresarios. Otras de las virtudes de la reforma, según la ministra de Empleo, es la de dar "más estabilidad a la contratación indefinida", especialmente a jóvenes y colectivos con más difícil inclusión en el mercado laboral, a través del nuevo contrato de emprendedores y del límite al encadenamiento de contratos temporales.
Mención especial le mereció la posibilidad de aplicar descuelgues en materia de salarios. "¿Es comprensible que cuando la crisis era más intensa los salarios siguieran aumentando en España? ¿Cuántos trabajadores se habrían dejado de despedir si la adaptación hubiera sido más dinámica?", se preguntó.
En este sentido, defendió la "apuesta por una negociación colectiva continua, más dinámica y que se adapte más y mejor a las circunstancias económicas del momento". "Creemos en la capacidad de descuelgue, para que dé más posibilidad a empresarios y trabajadores para que el despido sea el último recurso", añadió.
En este punto, Báñez volvió a insistir en que en la reforma "se tienen en cuenta las condiciones pactadas por los agentes sociales en su acuerdo por la negociación colectiva". "Es una reforma que refuerza la esencia de la negociación colectiva y que fomenta el diálogo en el seno de la empresa", sentenció.
Por último, la ministra de Empleo aseguró que "la reforma es respetuosa con el marco competencial vigente del Estado de las autonomías y con la Constitución", y apuntó que "su acogida internacional ha sido muy positiva y ha ayudado a recuperar la credibilidad de España en el exterior".
La reforma, aprobada
Una vez convalidado el Real Decreto, los grupos han aceptado por unanimidad su tramitación como proyecto de Ley. A partir de ahora, se abrirá un primer plazo de enmiendas a la totalidad, que debería ir acompañada de un texto alternativo, y parciales.
Los socialistas ya tienen anunciada su propia propuesta alternativa que, según han avanzado, se basará en la reforma realizada en 2010 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y contra la que se convocó una huelga general, y en el acuerdo alcanzado por los agentes sociales a finales de enero en relación con la moderación salarial y la negociación colectiva.
Una vez se vea qué cambios acepta el Gobierno, que ya ha avanzado que no modificará el eje central de la reforma, los socialistas decidirán si presentan un recurso ante el Tribunal Constitucional (TC), una opción que la Izquierda Plural quiere adoptar ya contra el propio decreto ley, pero que requiere reunir al menos 50 diputados.
Además, tanto CiU como los partidos catalanes de izquierdas (PSC,ICV-EUiA, ERC y SI) han presentado sendas solicitudes ante el Consejo de Garantías Estatutarias de Cataluña para que estudie si la reforma invade competencias en materia de autoridad laboral.