En más de una ocasión, un gesto vale más que mil palabras. Cuando se cumple exactamente una semana desde que, en Bruselas, Mariano Rajoy anunciara que el objetivo de déficit público pasaba del 4,4% -prometido por el anterior Ejecutivo- al 5,8 -consecuencia de la realidad económica-, el presidente se tendrá que ver las caras con dos comisarios de la Unión Europea, en el marco de una cumbre del PPE, que se celebrará durante dos días en Palma de Mallorca.
En concreto, el jefe del Gobierno, que interrumpe su agenda institucional para vestirse de líder del PP, despachará tanto con el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Industria, Antonio Tajani, como con el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier. Ambos son conocidos de Rajoy, si bien con el primero fraguó una especial amistad hasta el punto de que participó activamente en su campaña electoral, siendo uno de los expertos a los que llamaba el partido para sus foros sobre empleo.
La fotografía es doblemente importante para el Gobierno. Primero, porque es la primera con representantes comunitarios desde el anuncio del 5,8%. Esto no significa, como ya informó este diario, que Rajoy no hubiera hablado de sus planes con los actores clave de la UE -e, incluso, de Estados Unidos-, pero siempre es positivo dejar constancia de que Bruselas no ha dejado de lado a España. La segunda razón, íntimamente relacionada, es que -además de la instantánea- dos de los comisarios estrella darán un claro espaldarazo a las políticas emprendidas por el Ejecutivo, habida cuenta de que la cita se centra en medidas para la defensa de pymes y autónomos, el gran arma de Rajoy. Y esto se antoja decisicivo para la administración.
El 'plan de acción Bauzá'
Paralelamente, otra de las mesas de trabajo versará sobre políticas contra la corrupción, punto en el será especialmente interesante el diagnóstico de José Ramón Bauzá, que se convirtió en referente del PP en esta materia, con medidas pioneras como excluir a los imputados por tramas corruptas de sus listas electorales. Abriendo boca, en un artículo publicado en este diario, el presidente de Baleares defiende que "era necesario cambiar la forma de hacer política, regenerarla, y ser capaces de transmitir a los ciudadanos la idea de que podrán confiar en nosotros".
Para ello, explica el barón popular, su Gobierno emprendió medidas revolucionarias, como la exclusión de imputados pero también "elaboramos un documento de compromiso con la transparencia que han firmado todos los cargos -del Ejecutivo- y en el que se comprometen a no aceptar regalos, no ostentar cargos de administrador en ninguna sociedad mercantil, utilizar el coche oficial sólo para actos derivados de la función que se ejerce, no disponer de tarjetas de crédito oficiales, volar siempre que sea posible en clase turista, alojarse en hoteles con un máximo de cuatro estrellas y poner el cargo a disposición del partido de manera inmediata en caso de resultar imputado judicialmente".
El cóctel lo completan una defensa de la reforma de la Política Agraria Común (PAC) así como la intervención del exministro de Interior y vicepresidente del Grupo Popular en el Parlamento europeo, Jaime Mayor Oreja, siempre firme en la lucha contra ETA y la virtud de los valores tradicionales. Dos ministros, el de Industria, José Manuel Soria, y el de Exteriores, José Manuel García-Margallo, también tomarán la palabra.