El Servicio Andaluz de Empleo, dependiente de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, cuenta con su propio Sistema de Prospección Permanente del Mercado de Trabajo. Se trata de un departamento que a juicio de la Junta de Andalucía permite al ejecutivo de Griñán "anticiparse" en la toma de decisiones sobre "políticas activas de empleo" en el, por otra parte escasamente dinámico, mercado de trabajo de dicha comunidad autónoma.
Sin embargo los ingentes recursos públicos que la Junta destina a este Servicio Andaluz de Empleo, a través de cuya gestión han surgido numerosos escándalos relativos a los ERE y a las subvenciones dirigidas a empresas supuestamente con dificultades transitorias, no parecen suficientes para estudiar adecuadamente las tendencias del mercado laboral andaluz.
Esa es la razón por la que la Junta de Andalucía ha abierto un concurso público, para elegir a le empresa demoscópica que servirá de "apoyo" al Sistema de Prospección Permanente del ejecutivo de Griñán recogiendo datos de la realidad laboral andaluza, con los cuales evaluar la situación del momento y adoptar decisiones subvencionadoras.
El importe de estos trabajos están valorados en algo más de 520.000 euros y, asombrosamente, se llevarán a cabo en las propias dependencias del Servicio Andaluz de Empleo según establece el pliego de cláusulas administrativas particulares. En otras palabras, la Junta de Andalucía externalizará el trabajo funcionarial para ser realizado por personas seleccionadas a través de una oferta comercial, algo contra lo que suelen protestar muy airadamente todos los sindicatos y especialmente los de izquierdas. Al menos fuera de Andalucía.