La deuda pública norteamericana está acaparando buena parte de la campaña electoral para las elecciones presidenciales del martes 6 de noviembre. El Comité para un Presupuesto Federal Responsable (CRFB), una organización independiente sin ánimo de lucro, presentó el pasado jueves un informe analizando las propuestas de los cuatro principales candidatos republicanos: el speaker Newt Gingrich, el congresista por Tejas Ron Paul, el gobernador de Massachusetts Mitt Romney y el exsenador por Pennsylvania Rick Santorum.
Aunque los cuatro insisten en la importancia de acabar con este crecimiento de la deuda, las propuestas de tres de ellos, según el CRFB, aumentarían la deuda y sólo Ron Paul conseguiría mantenerla por debajo de las expectativas del comité. En octubre, Paul presentó su proyecto, con el que pretende recortar un billón de dólares en un año y alcanzar el equilibrio presupuestario en un trienio.
El escenario realista del CRFB
El informe proyecta las propuestas de los candidatos a ocho años, es decir, dos legislaturas, y lo compara con un 'escenario realista'. Por lo tanto, cuando dice, por ejemplo, que la propuesta de Gingrich aumentaría la deuda en 7 billones de dólares en 2021, no se refiere a 7 billones más que la deuda actual sino a 7 billones más que los que el CRFB calcula que tendrá la deuda en 2021, que es de por sí más que la deuda actual.
Sin embargo, el escenario realista del CRFB adolece de un llamativo defecto. Según el propio comité "la trayectoria de la deuda de nuestro país es insostenible". El país se halla "en una encrucijada, donde cambios fundamentales pero concienzudos pueden realizarse ahora o, de lo contrario, otros mucho más dolorosos nos podrán sernos impuestos en el futuro". Otra salvedad muy importante es que el CRFB analiza sólo la deuda federal en manos del público, por lo que destaca muchísimo por su ausencia el mayor tenedor de deuda norteamericana: el Sistema de la Reserva Federal (FED). Ésta es una omisión de capital importancia por dos motivos:
- La deuda federal sobre el PIB alcanzó en febrero el 101%, casi 30 puntos porcentuales más que la magnitud utilizada por el CRFB como referencia.
- La eliminación de la deuda en manos de la Reserva Federal es un punto clave en la propuesta de Ron Paul, pero no queda en absoluto reflejada en el análisis del CRFB que, incluso con tan flagrante omisión, reconoce que Paul es el único que reduciría la deuda por debajo del 'escenario realista'.
Desde que Nixon dio el golpe de gracia definitivo al patrón oro a principios de los años setenta hasta 2007, el promedio histórico de deuda pública norteamericana en manos del público se ha situado en torno al 40% del PIB (línea negra en el gráfico siguiente). Actualmente, en cambio, ronda el 70% (línea roja). Si se mantiene intacta la actual legislación, es decir, si no se altera, entre otras cosas, el techo de gasto, la deuda federal en manos del público iría descendiendo lentamente hasta estabilizarse cerca del 60% (línea roja), significativamente por encima del 40% de las últimas décadas.
Pero desde que se estableció por vez primera el techo de gasto federal en 1917, este límite se ha modificado al alza nada menos que 103 veces. Por lo que el 'escenario realista' del CRFB supone que el techo seguirá aumentando, con la deuda pisándole siempre los talones (línea discontinua gris).
Según este 'escenario realista', al final de la primera legislatura, en 2017, la deuda alcanzaría el 80% del PIB. Después de una segunda legislatura, en 2021, la deuda se situaría en el 85%. A finales de esa década alcanzaría el 100% del PIB.
Comparación de los cuatro candidatos republicanos
El comité considera que dentro de 4 años, lo realista es suponer que la deuda federal en manos del público haya aumentado desde el 70% actual hasta el 80%. Según sus criterios, el comité estima que los cuatro candidatos, sin excepción, acabarían la primera legislatura con una deuda superior al 70% actual.
Pero, como se apuntaba antes, este análisis no tiene en cuenta la reducción de la deuda en manos de la Reserva Federal del plan de Ron Paul. Incluso así, el congresista por Tejas sería el único capaz de mejorar la previsión del comité, logrando una deuda del 75%, en vez de la 'realista' del 80%. Mitt Romney, por su parte, sería el que se acercaría más al escenario realista del comité, con un 81%. Con Gingrich y Santorum, la deuda alcanzaría el 95% y 92%, respectivamente.
Sin embargo, dada la magnitud y la naturaleza de los recortes y reformas, los efectos de estos planes serían a largo plazo, por lo que el comité ha centrado su análisis a ocho años vista, al final de una hipotética segunda legislatura.
En 2021, el comité espera una deuda federal en manos del público del 85%. Una vez más es Romney el que más se acerca, con un 86%; y Paul vuelve a ser el único que mejora la previsión 'realista', con un 76% gracias a sus drásticos recortes: la motosierra del congresista se llevaría por delante en ocho años nada menos que 7,5 billones de dólares. Con ello conseguiría, para 2021, una deuda inferior en 2,2 billones de dólares a la previsión del comité; con Santorum, la deuda superaría el 100% antes de acabar la segunda legislatura; y con Gingrich pasaría incluso del 110%.
Los medios cambian de actitud respecto a Ron Paul
Durante meses, los activos seguidores de Ron Paul han denunciado el descaro con el que los grandes medios de comunicación han ignorado al congresista. En agosto, Fox Business preguntó a sus telespectadores si Ron Paul estaba siendo ignorado por los medios de comunicación. Con participantes de 26 países, presumiblemente debido al fuerte seguimiento de Paul entre el personal militar en el extranjero, la respuesta fue apabullante: 97% sí, 3% no.
Pero el veto a Ron Paul continuó, llegando a extremos bochornosos. En septiembre, The Daily Caller titulaba: "Encuesta: Romney encabeza New Hampshire, Huntsman en tercer lugar, Perry en cuarto". La labor de los seguidores de Paul consiguió cambiarlo a "Encuesta: Romney encabeza New Hampshire, seguido de Paul, Huntsman y Perry, respectivamente".
Y ahora, después de meses de rígida ley del silencio, los medios de comunicación especulan sobre un supuesto trato secreto entre Romney y Paul. El rumor difundido por los medios es especialmente sorprendente teniendo en cuenta que desde antes de empezar la campaña, los medios ya daban como favorito a Romney por encima de cualquier otro candidato mientras silenciaban por completo a Paul. De repente, el innombrable es la clave para el éxito del favorito indiscutible.
Según las especulaciones de los medios, Paul estaría dispuesto a favorecer la campaña de Romney a cambio de que éste aceptase como vicepresidente al hijo del congresista, el senador Rand Paul. Esta extraña teoría se basa en la queja injustificada de Santorum de que los dos candidatos no se estarían atacando entre sí en sus debates y sólo van a por él. Sin embargo, aunque existe sintonía personal, sus posiciones en algunos aspectos claves son absolutamente contrapuestas.
Así, por ejemplo, Paul abandera completamente en solitario, entre los republicanos, la propuesta de que los efectivos militares que Estados Unidos tiene en más de 100 países "vuelvan a casa", con la consiguiente reducción de gasto. Romney, en cambio, quiere establecer por ley que el gasto en defensa no sea nunca inferior al 4% del PIB. Actualmente se sitúa en el 4,7%, pero el CRFB considera que en los próximos años caerá por debajo del 3%.
En una entrevista radiofónica le preguntaron al senador Rand Paul si su padre estaba "compinchado" con Romney y su respuesta fue tajante: "Si hay un acuerdo secreto, a mí me lo están ocultando". Y añadió: "Pienso que eso son mayormente habladurías de internet y entretenimiento para que la gente especule..." El hijo del candidato insistió que cada vez que le preguntan siempre contesta que su favorito es su padre y su "primera opción para una posición sería de asesor no oficial de la presidencia Ron Paul".
Según el senador, el trato que está recibiendo su padre se debe a su compromiso con los tradicionales valores conservadores. Así, por ejemplo, una de las propuestas de Ron Paul que hoy en día pueden sonar radicales, como es la eliminación del Departamento de Educación, es una vieja aspiración de los republicanos que ya Reagan llevó en su campaña. Santorum, en cambio, aspira a duplicar el gasto en educación.
Rand Paul considera, además, que "una de las historias no escritas" de la presente campaña "es que Ron Paul puede que haya vencido ya en un par de estados, pero la gente no se ha dado cuenta" porque todavía no se ha completado la asignación de los delegados. El senador piensa que "hay una posibilidad razonable" de que, por este motivo, Ron Paul haya vencido ya en Iowa y Maine.