La crisis económica en los Estados Unidos puede analizarse desde muchas perspectivas distintas. Una de ellas trata de acercarse al impacto y situación de diferentes comunidades de inmigrantes en el país. De éstas, la hispana es la mayor, con un crecimiento poblacional elevado en los últimos años.
Por eso, desde Libre Mercado queremos acercarnos a esta comunidad a través de una entrevista con Daniel Garza, director ejecutivo de La Iniciativa LIBRE. Esta organización se dedica a mejorar las condiciones de la comunidad hispana en EEUU mediante la promoción de la libre empresa, la responsabilidad personal y un gobierno más inteligente y eficiente.
Pregunta (P): ¿Cómo valoran la situación actual de la economía norteamericana?
Respuesta (R): La persistente incertidumbre sigue reforzando la contracción económica aún en 2012. Cada vez hay más personas laboralmente inactivas. Un 55% de la fuerza laboral norteamericana experimenta, actualmente, desempleo involuntario, una reducción en el número de horas de empleo o un traslado a trabajos de tiempo parcial.
La creación de nuevos negocios de fábrica y de empresas pequeñas se ha desacelerado; declinando la motivación a tomar riesgos; reduciendo la innovación, creatividad e inversiones capitales entre emprendedores. La producción disminuyó y tuvimos un récord de 35 meses consecutivos por encima del 9% de desempleo durante 2011.
La Administración de Obama ha llevado los gastos federales a niveles sin precedentes -gastando un récord de 3,6 billones de dólares este último año, y añadiendo más de 5 billones a la deuda nacional durante su mandato, sumando en total más de 15,6 billones. Y aun así, hay muy poco crecimiento en el campo laboral que justifique este increíble gasto, pero no debería asombrarnos.
P: ¿Cuál ha sido el impacto de la fuerte crisis económica y financiera sobre la comunidad hispana estadounidense?
R: El impacto de la crisis ha sido especialmente severo entre los hispanos. Antes de que comenzara la recesión en 2007, los niños blancos pobres superaban en número a los niños hispanos pobres. En un corto tiempo, entre 2007 y 2010, el número de niños hispanos que viven en la pobreza creció más del 30%, hasta los 6,1 millones frente a los 5 millones de niños blancos (no hispanos). Por otra parte, más hispanos viven ahora bajo el nivel de pobreza que en cualquier momento en nuestra historia.
El nuevo presupuesto de la Administración Obama asegura la continuidad del declive económico al pedir un aumento de 1,9 billones en impuestos e ignora el paso insostenible que llevan los programas de Medicaid, Medicare y el Seguro Social -amenazando la seguridad económica del actual y futuro segmento de esos americanos en la tercera edad-.
La cantidad de personas viviendo bajo el índice de pobreza es de 46,2 millones -casi 1 de cada 6 americanos- y el promedio total aumentó hasta el 15,1% (desde el 14,3% el año pasado). Peor aún, 1 de cada 4 de hispanos vive bajo el índice de pobreza en los Estados Unidos.
P: Los datos parecen indicar que existe un espíritu emprendedor alto en la comunidad hispana. ¿Qué podría contarnos al respecto?
R: Dentro de las comunidades hispanas, el emprendedor es celebrado como líder y fuerza positiva en nuestra sociedad. En 2002 había cerca de 1,6 millones de negocios, mientras que en 2012 se prevé casi 3 millones en manos de hispanos. A pesar de la crisis, se ha visto un crecimiento tanto en el número como en el tamaño de las empresas en manos de latinos. El crecimiento se debe a una persistente motivación por parte de la comunidad hispana en emprender su propio negocio y querer cumplir el tan deseado Sueño Americano.
P: Uno de los problemas que suele mencionarse respecto al emprendimiento es la fuerte restricción que existe en EEUU a la inmigración. ¿Cómo afecta esto a su comunidad?
R: Es una situación difícil para los 12 millones de hispanos que se estima radican en Estados Unidos sin documentación. No es una situación deseable y las respuestas para remediar la situación son complejas. Es nuestro deseo ayudar a impulsar reformas que agilicen un cambio del estatus ilegal de estas personas al legal, y nos resistimos a cualquier propuesta que criminalice a esos dueños de negocios que emplean personas no documentadas.
Nosotros queremos asegurar que las medidas que considere el Congreso no restrinjan los derechos individuales del ciudadano aún más, y permita que el sector privado mantenga la suficiente libertad para responder a los cambios dinámicos del mercado. Es decir, rechazaremos cualquier póliza o propuesta que aumente aún más el poder del Gobierno sobre el sector privado en temas migratorios, o que intenten limitar los derechos civiles de la ciudadanía.
P: Los hispanos están infra-representados en cargos del Gobierno federal. ¿A qué se puede deber esto y qué opina?
R: El crecimiento de la población hispana ha sido repentino y llevamos poco tiempo desde que sobrepasamos a la comunidad afro-americana como la primera minoría del país. Además, esta generación actual es la primera que ha podido lograr el nivel de educación suficiente para integrarse en puestos gubernamentales, tanto como en trabajos profesionales de ingeniería, medicina o consejería jurídica. En los próximos años se anticipa que veremos un aumento importante por el avance educativo que gozamos hoy en día.
Pero, en realidad, no me preocupa tanto que la comunidad hispana no esté representada adecuadamente en puestos del Gobierno; me preocupa más la creciente imposición del Gobierno sobre el sector privado. Nos urge más luchar para revertir esta situación, que nos hará mucho más daño.
P: ¿Qué debería hacer el Gobierno federal para favorecer las condiciones de la comunidad hispana?
R: Es un hecho que tan sólo a través de la acumulación y la suficiencia de capital cada persona de nuestro pueblo puede perseguir sus propios fines, y no aquellos designios impuestos por otros. La historia indica que la libertad es el mayor elemento dinamizador de la actividad económica, y Estados Unidos prospera más cuando mantenemos la interferencia gubernamental a un nivel mínimo.
Es decir, en lugar de avanzar políticas públicas que impulsan el crecimiento de un Gobierno centralizado y represivo, con una inclinación por crear dependencia individual, favoritismo entre favorecidos y esquemas de redistribución desastrosos, nuestros líderes electos deben reconocer que las personas son las que mejor saben cómo crear su propia riqueza y deben ser libres para hacerlo. Nuestro avance y prosperidad en el pasado se dio gracias a una combinación de libertad política y económica, que permitió a millones de personas en Estados Unidos correr riesgos para producir riqueza e innovación a niveles nunca antes imaginables.
Años de investigación empírica y análisis exhaustivo han mostrado que estas condiciones estimulan mayores oportunidades económicas, disminuyen la pobreza y fomentan una mayor cohesión de la unidad familiar. Hasta ahora, una resistencia tenaz por parte de la actual Administración a estos principios nos ha dejado en una peor condición; y un distanciamiento de los principios de libre empresa garantiza que la próxima generación herede una economía fallida y un futuro cada vez menos brillante.