La presidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner presidió por quinto año consecutivo el discurso de apertura del año legislativo. A las 12 de la mañana hora argentina (16.00 en Madrid), pisó las escalinatas del Congreso de la Nación Argentina frente a miles de personas que la aplaudían. Se trata del discurso más importante del año, pues rinde cuentas de su gestión ante el Parlamento.
En clave económica, buena parte de las expectativas estaban centradas en la controversia con Repsol-YPF. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, así como el Ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, han viajado a Argentina para participar el viernes en una reunión con los ministros argentinos de Energía y Planificación y de Economía, con el fin de "limar" las diferencias surgidas en torno a YPF en las últimas semanas.
En los últimos días, las acciones de la petrolera, controlada por la compañía española (posee un 58% de las acciones), han vivido han sufrido grandes subidas y bajadas, según se sucedían los rumores sobre su posible nacionalización. La prensa argentina aseguraba que el Gobierno de Fernández tenía los 5.000 millones de dólares necesarios para hacerse con el control de YPF. Esta noticia, unida al enfado del Ejecutivo por lo que considera como falta de compromiso de la empresa con el abastecimiento del país, desató el pánico entre los inversores y los títulos de la compañía llegaron a caer un 15% en una sola jornada.
Sin embargo, tras las palabras de este jueves de la presidenta, las aguas han vuelto a su cauce. Aunque no se descarta, ni mucho menos, una nacionalización o una intervención, el hecho de que no lo haya planteado de forma directa en el discurso, abren una vía intermedia a la compañía. Ahora, tanto Brufau como Soria intentarán calmar al Gobierno argentino. Por el momento, las acciones de YPF se recuperaban con fuerza en el parqué.
El discurso de la presidenta
Tras más de dos horas y media de discurso, de Kirchner ha hecho referencia al conflicto entre las petroleras y a la posibilidad de volver a nacionalizar la petrolera. En su opinión, uno de los temas que debe abordar su Gobierno es "el incremento exponencial de la importación de combustible por la caída de su producción", y afirmó que adoptará "todas las medidas" necesarias para "asegurar el abastecimiento de los combustibles" en el país. La presidenta argentina recordó que la mayor producción de YPF se dio en el año 1999 y desde entonces la caída "fue estrepitosa", añadiendo que en 2011 se registró el "mayor aumento en las importaciones en combustible. El año pasado tuvimos un gran aumento de importaciones, pasamos de 2010 de importar 400 millones de dólares a 1.000 millones de dólares en combustibles" añadió.
Ante esta situación, la presidenta argentina ha asegurado que van a tomar "todas las medidas que siempre hemos tomado para asegurar el abastecimiento de combustible de los argentinos y la competitividad de la economía argentina. Se deben dar cuenta las grandes empresas de que ésta es cuestión de defensa de la competencia y que vamos a asegurarlo con todas las armas que nos da la Constitución vigente” ha sentenciado.