Fleur de Lys es posiblemente la mansión más grande de EEUU. Está inspirada en el Palacio de Versalles y se sitúa en el barrio de Holmby Hills en Los Angeles. Es propiedad del multimillonario David Saperstein que decidió construir su mansión inspirada en el espectacular palacio francés junto a la que en ese momento era su mujer.
La construcción comenzó en 2002 y duró unos cinco años. Iba a ser la casa de sus sueños, pero un affaire de Saperstein con la niñera sueca truncó sus deseos. La historia extramatrimonial acabó con la vida en común de la pareja y tras un divorcio muy sonado en la prensa norteamericana, buscan nuevo dueño para su acogedora vivienda.
Después de que sus propietarios intentaran venderla sin éxito en el 2007, Fleur de Lys, según publica idealista.com, está de nuevo en venta por el mismo precio que hace cinco años, 125 millones de dólares (unos 93 millones de euros).
El palacete dispone de 100 habitaciones, incluyendo 12 dormitorios, 15 cuartos de baño, salón de baile, varias cocinas, una sala de proyección… Entre otras extravagancias, cuenta con paredes de mármol, suelos de piedra caliza, y las antigüedades de la época de Luis XIV y Luis XV.
Fleur de Lys desbancará, si consigue venderse a este precio, a la casa más cara vendida en EEUU hasta el momento, por la que se pagó en marzo de 2011 la cifra astronómica de 100 millones de euros. Un billonario ruso abonó esa cantidad hace un año por una mansión de estilo francés en California, en pleno Silicon Valley.
Pese a que el mercado inmobiliario estadounidense continúa de capa caída, el sector del lujo parece no entender de crisis y los rusos son los que más gastan en grandes inmuebles. Hace apenas dos semanas, otro ruso, Dmitri Rybolovlev, magnate de los fertilizantes Rybolovlev, le regaló a su hija, Eketerina Rybolovleva, un lujoso ático en Nueva York. El inmueble, con vistas panorámicas a Central Park, se ha convertido en el apartamento más caro vendido en la ciudad por 88 millones de dólares.