El Ibex 35 ha logrado repuntar un 0,18% al cierre de mercado, lo que le ha servido para esquivar las pérdidas semanales, a pesar del nuevo objetivo de déficit público para este año, que será del 5,8% del PIB y no del 4,4%. Así pues, el selectivo cierra la semana en los 8.563,4 puntos, con un avance del 0,42%.
Repsol YPF lideró las subidas entre los pesos pesados, entre los que sólo Telefónica se tiñó de rojo, al ceder un 0,27%. Santander ganó un 0,39% y BBVA, un 0,06%.
Gamesa sumó un 4,26% y se erigió como el componente del selectivo que más se revalorizó. Le siguieron Indra (+3,11%) y Técnicas Reunidas (+3,04%). En el lado de las pérdidas, BME perdió un 2,87% y DIA, un 1,69%.
El comportamiento en el resto de plazas europeas fue desigual, con Londres y Francfort cediendo sendos 0,3% y Milán sumando un 0,4%. En el mercado de deuda pública, el cambio en el compromiso de déficit público anunciado por Mariano Rajoy para este año no se dejó sentir en la prima de riesgo española, que subía ligeramente a los 311 puntos básicos.
En la semana, el Ibex se anotó un avance del 0,42%, después de acercarse durante toda la jornada del viernes a las pérdidas. Sacyr, que marcó su mínimo histórico en Bolsa este jueves tras perder 1.604 millones de euros en 2011, encabezó los recortes de la semana, con una disminución del 12,59%. Muy cerca se situó Sabadell, que cedió un 12,35%.
Los valores que más ganaron en la semana fueron Red Eléctrica (+9,16%) y Abengoa (+8,65%). Santander ganó un 1,23% y BBVA, un 0,59%. Mientras, Telefónica cerró plana y Repsol YPF se dejó un 1,07% tras los rumores de nacionalización de la petrolera argentina.
Por su parte, el euro perdía posiciones respecto al dólar y fijaba el intercambio en 1,3198 'billetes verdes'.
Subidas por el BCE
"Las ligeras subidas de esta semana parecen generadas artificialmente por la subasta del BCE", aseguró el analista de XTB Daniel Álvarez en declaraciones a Europa Press, al considerar que el reparto de cerca de 530.000 millones de euros "anestesió" a los mercados de capitales europeos.
No obstante, Álvarez advirtió de que las dudas de los inversores no se han disipado, lo que achacó a la ausencia de una "única voz" en Europa, como ha quedado demostrado con el objetivo de déficit público de España. "El índice tiene un movimiento lateral que no cambiará hasta superar los 8.800 puntos", indicó.