Una cosa es la música y otra muy distinta la letra. A finales del pasado enero, el Gobierno aprobó un real decreto ley en materia energética para eliminar las primas a las nuevas instalaciones renovables, con el objetivo de combatir el creciente déficit tarifario que registra el sistema eléctrico español (más de 24.000 millones de euros). Esta medida evitará la instalación de 500 megavatios (MW) renovables, que estaban pendientes de autorización administrativa para sumarse al sistema de primas. Según el Ejecutivo, esto evitará el pago de 160 millones de euros al año -éste es el ahorro previsto-.
Sin embargo, el citado real decreto garantiza el cobro de dichas primas a las instalaciones que ya estaban registradas, aunque en su mayoría todavía no han sido construidas. Así, según el texto:
Este real decreto-ley mantiene el régimen retributivo fijado en el ordenamiento jurídico para las instalaciones en funcionamiento y para aquellas que hubieran resultado inscritas en el Registro de preasignación de retribución.
Es decir, el ministro de Industria, José Manuel Soria, tan sólo suspende esta suculenta retribución a las centrales que aún no han sido inscritas en el denominado Registro de Preasignación, mientras que las ya incluidas podrán empezar a cobrar sus correspondientes primas una vez que estén en funcionamiento.
Y he aquí el problema. El anterior Ejecutivo socialista permitió el surgimiento de una nueva burbuja solar que el PP se niega ahora a pinchar. El Real Decreto 661/2007, que regula la actividad de producción de energía eléctrica en régimen especial, fijaba en principio un límite máximo de producción de 371 MW para el sector fotovoltaico y un máximo de 500 MW para el termosolar.
Pero, ante la avalancha de solicitudes recibidas para aprovecharse del pastel, el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero acabó saltándose dichos límites. En 2009 aprobó el Registro de Preasignaciones, autorizando proyectos solares -básicamente, fotovoltaicos y termoeléctricos- que excedían en mucho la potencia inicialmente prevista. En concreto, permitió registrar una producción fotovoltaica casi 10 veces superior, y una termosolar casi cinco veces mayor (cerca de 2.400 MW) de la establecida previamente.
Muchas de las plantas termosolares autorizadas -inscritas en el Registro- aún no han sido construidas, pero una vez finalizadas supondrán un coste en primas renovables próximo a los 1.600 millones de euros extra al año. Una cuantía que se sumará a los cerca de 7.000 millones de euros en subvenciones verdes que ya recibe el sector de las energías renovables.
Tal y como detallan en el blog Desde el Exilio, "las primas totales al Régimen Especial supusieron en 2010 unos 7.000 millones de euros, de los cuales correspondieron a la termosolar unos 185". Cuando la totalidad de la potencia termosolar preasignada (2.500 MW) funcione a su régimen normal, recibirá en total entre 1.800 y 2.000 millones de euros al año. "Es decir, como mínimo, las primas van a incrementarse en unos 1.600 millones de euros al año". Y ello, tan sólo teniendo en cuenta la potencia termosolar preasignada: "Si añadimos los parques eólicos preasignados (también de potencia instalada considerable, pero de menor prima por kWh) y las instalaciones menores, uno no descartaría un incremento de unos 2.500 millones de euros al año, a sumar a los actuales 7.000 millones".
Primas a las energías renovables (Fuente: Iberdrola)
En definitiva, el Gobierno del PP, al no frenar la burbuja termosolar gestada en los últimos años, permitirá que el coste de las primas renovables supere los 9.000 millones de euros al año (un 30% más como mínimo). Además, buena parte del nuevo coste viene determinada por las instalaciones termo-solares (híbridas), las menos eficientes desde el punto de vista económico. La eólica sigue siendo algo más cara que la electricidad convencional, pero ya está cerca del precio medio de producción. La fotovoltaica, por su parte, cuesta aproximadamente el doble (lo que supone un gasto nada desdeñable). Pero es que la híbrida se dispara por completo: de los 61 €/MWh del pool, se pasa a los 332 €/MWh de las centrales híbridas.
Esto es, precisamente, lo que denunció el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, durante la presentación de resultados de la compañía este jueves. Su denuncia no puede ser más clara: "Hay que detener ya la construcción de plantas, con o sin pre-registro. Hay que evitar que pase como con la fotovoltaica en 2008".
La mayoría de plantas fotovoltaicas autorizadas por el anterior Ejecutivo ya están en funcionamiento, no así las termosolares registradas desde 2009. Una vez construidas, seguirán disfrutando de las jugosas primas verdes con el permiso del PP.