Los altos niveles de paro y la vuelta a la recesión elevarán la tasa de morosidad agregada de familias, empresas y autónomos, hasta rozar el 9% durante el primer semestre, cerca de los máximos alcanzados en 1994, según las últimas proyecciones del Observatorio Empresarial de la Crisis de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
El principal deterioro de esta tasa vendrá del lado de las empresas, que actualmente suponen más del 75% del crédito moroso, aunque en el caso de la morosidad de las familias, Fedea constata un nuevo repunte tras un año de descensos.
Concretamente, Fedea espera una escalada progresiva de la morosidad a lo largo del primer semestre desde una tasa del 7,87% en el mes de enero. En este mes de febrero, se producirá un aumento hasta el 8,23%, que tendrá continuidad en marzo (8,40%), abril (8,69%) y mayo (8,94%), mes en el que la ratio rozará el 9%.
Hay que remontarse al periodo de recesión vivido en España entre 1992 y 1994 para encontrar niveles de morosidad tan altos. Así, el máximo histórico registrado por Fedea se produjo en febrero de 1994, cuando esta tasa se situó en el 9,15%, dos meses después de la intervención de Banesto por parte del Banco de España.
Lejos queda el mínimo histórico del 0,26%, de octubre de 1962, en un contexto de férreo control del sistema bancario por parte del Estado, precisa la Fundación.