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Cuidado con el corporativismo

Con motivo de la reforma del mercado de trabajo, ha surgido la idea de que eso deberían organizarlo coordinadamente las grandes organizaciones sindicales y empresariales. Sería volver atrás

Senex dijo el día 21 de Febrero de 2012 a las 11:29:

D. Juan, asumo el aspecto de su tesis que se refiere a la no dejación de la organización del mercado de trabajo en los acuerdos que se alcancen, por muy generales que sean, entre patronales y sindicatos; porque los intereses de los unos y de los otros no suelen coincidir con los generales de la ciudadanía, y cuando se ponen de acuerdo suele ser en que el grueso del coste, que siempre lo hay, lo ponga el Estado; o sea el pueblo común. No tanto, sobre el parecer que hoy explicita de que sea el Estado el encargado de esa organización. Más acorde con su magisterio tradicional, D. Juan, yo vería que hubiese dicho que eso sería una tarea del Mercado, y que la del Estado consistiría, nada menos, en que, garantizando su funcionamiento y su transparencia, se orientara hacia el bien general, corrigiendo sus eventuales desviaciones.
Con respeto y afecto.

paserifo dijo el día 21 de Febrero de 2012 a las 08:23:

Muy buen artículo.

Gotri dijo el día 20 de Febrero de 2012 a las 17:12:

Completamente de acuerdo.
Solo quedaría por solventar el problema de la capacidad del trabajador y la forma en la cual los de mayor capacidfad tendrían acceso a los mejores puestos y a los empleaos mejor pagados.
Para ello, se necesita que el mercado discrimine entre empresas eficientes y otras menos eficientes, castigando a estas últimas y primando a aquellas que tengan la mejor plantilla, que sería la más qualificada y por ende la mejor pagada.
Porque si esto no es así, si los consumidores acpetan cualquier cosa, los empleadores preferiríanlógicamente contratar a los más baratos, en la seguridad de que el producto final no generaría rechazo.
Es por ello que los proteccionismos son perversos, porque funcionan en la práctica como una subvención a la producción ineficiente.
Y las categoirías salariales y profesionales funcionan como una subvención al empleo de mala calidad.

Jose2010 dijo el día 20 de Febrero de 2012 a las 15:12:

El problema es que el Estado nunca podrá conocer el interés nacional de España porque solo la conocen sus individuos. Unos pocos "gestores" nunca podrán a llegar a tener en su mente ni una mínima parte de la información que esto supone. La mejor reforma será aquella que elimine la coacción y permita a los propios individuos negociar sus condiciones laborales de acuerdo a sus propias necesidades (que solo ellos conocen) y no las que les vengan impuestas, respetando posteriormente los contratos acordados. Esta sería la flexibilidad laboral ideal que impediría que el marco laboral genere paro, lo que no quita que pueda venir por otras causas (como la inflación), pero al menos lo absorbería de la manera más eficiente posible. Y esto entra dentro de lo demostrado científicamente y no meros juicios de valor.