Existen otros modos de estimar cuál está siendo la evolución del déficit público, además de la contabilidad oficial. El que nos puede dar una estimación más fehaciente de lo que está ocurriendo, posiblemente, sea la estimación de la evolución de los pasivos y activos de las Administraciones Públicas. Aunque aún no están disponibles los datos de todo 2011, disponemos de los datos completos hasta septiembre, por lo que podemos estimar cuál era la evolución a esa fecha y extrapolar de una forma razonablemente precisa la evolución del año.
El primer dato importante es la evolución de los pasivos en circulación, que habían aumentado entre enero de 2011 y septiembre de 2011 desde 805.500 millones hasta 877.500 millones, es decir, 72.000 millones. Frente a este dato, entre enero de 2010 y septiembre de 2010 los pasivos en circulación del conjunto de las administraciones aumentaron desde 739.500 millones hasta 796.300 millones, lo que supuso un aumento de 56.800 millones. Es decir, que los pasivos aumentaron en los tres primeros trimestres de 2011 uno 15.200 millones más que en el mismo período de 2010.
No obstante, el hecho de que se haya emitido más deuda no tiene por qué implicar que se haya gastado. Por ello, hay que recurrir a comprobar cuál ha sido la evolución de los activos financieros de las administraciones. Entre septiembre de 2010 y septiembre de 2011 estos activos financieros aumentaron desde 385.000 millones hasta 396.700 millones, es decir, 11.700 millones más. Mientras, entre septiembre de 2009 y septiembre de 2010 aumentaron desde 372.400 millones hasta 384.300 millones, es decir 11.900 millones más.
Como vemos, las administraciones redujeron en 200 millones menos sus activos financieros en los tres primeros trimestres de 2011 que en el mismo período de 2010, lo que quiere decir que el déficit inferido de estos datos, a fecha 30 de septiembre de 2011, era 15.400 millones mayor que en 2010.
¿Es creíble que en el último trimestre de 2011 el Gobierno saliente haya aplicado unas brutales medidas de contención del gasto para no sólo compensar estos 15.400 millones sino además reducir el déficit desde el 9,3% hasta el 8,2%? Parece bastante difícil.
Cierto que no toda la deuda emitida computa para el Protocolo de Déficit Excesivo (PDE), por lo que es probable que parte de este incremento haya ido a parar a partidas fuera de déficit, pero no es menos cierto que se utiliza la ingeniería contable para sacar partidas que deberían contabilizar para el déficit. Dentro de algunas fechas sabremos los datos definitivos de 2011, pero hasta entonces, y con los datos disponibles, los rumores de que el Gobierno actual habría hinchado el déficit parecen cualquier cosa menos creíbles.
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