La lucha de la Junta de Andalucía contra el llamado Cambio Climático arranca en el año 2002, cuando la teoría oficial, hoy desechada hasta por sus promotores, sostenía que la humanidad se enfrentaba a un "calentamiento global" sin precedentes.
Desde ese año, el gobierno andaluz ha invertido centenares de millones de euros para mitigar los efectos de una catástrofe climática, a pesar de que la realidad y las previsiones de los especialistas en el clima desmienten con abundancia de pruebas.
En esencia, el dinero de los andaluces ha ido destinado a financiar tres grandes programas puestos en marcha por la Junta como son la "mitigación", la "adaptación" y la "comunicación".
A través de subvenciones de todo tipo el objetivo que el gobierno andaluz se marcó hace una década fue la reducción de las emisiones per cápita de efecto invernadero en un 19% para el año 2012. Dicho objetivo ha sido cumplido ampliamente, aunque la Junta de Andalucía no aclara si la intensa crisis económica que padece España, cuyos efectos más graves se están produciendo precisamente en Andalucía, ha tenido alguna responsabilidad en que la industria andaluza haya consumido menos recursos y producido, en consecuencia, un menor volumen de deshechos atmosféricos.
Además de las acciones destinadas directamente a reducir la emisión de gases, el programa de cambio climático del gobierno de Griñán pone en marcha un "Plan de Comunicación", con el fin de hacer llegar a la población la lucha del ejecutivo autonómico por la sostenibilidad a través de todo tipo de campañas, tanto en medios de comunicación, como directamente a los ciudadanos.
En total, los presupuestos generales de la Junta de Andalucía para 2012 reservan 80,2 millones de euros a este apartado, de los cuales 21 millones irán destinados a subvenciones y 11,8 millones a pagar los sueldos de los funcionarios y empleados públicos pertenecientes al departamento de lucha contra el cambio climático de la Junta de Andalucía.