El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, ha culpado este viernes de la caída de Spanair al modelo aeroportuario "centralista" y a la diferencia de inversiones realizadas por el Estado en el aeropuerto de Barcelona-El Prat y el de Madrid-Barajas.
En su primera intervención ante la comisión de Economía del Parlamento, en la que ha comparecido junto al consejero de Economía y Finanzas, Andreu Mas-Colell, Recoder ha evitado la autocrítica, y se ha centrado en defender la actuación de la Generalidad tras la quiebra de la aerolínea y en subrayar la diferencia de inversiones del Estado en uno y otro aeropuerto.
Ante las críticas a los diferentes gobiernos de la Generalidad por los más de 140 millones de euros invertidos en Spanair desde 2009, el consejero ha replicado que el Estado ha suministrado inversiones públicas por valor de 1.300 millones de euros "para salvar a Iberia de la quiebra". Además, Recoder ha lamentado la falta de inversiones en infraestructuras que permitan una buena comunicación de El Prat en comparación con "los 20.000 millones de las antiguas pesetas" provenientes de los fondos europeos de cohesión que el Estado utilizó para sufragar la línea de metro que conecta la T4 con el centro de Madrid.
Según el consejero, estas actuaciones responden a la concepción de un modelo radial al servicio de una capital única que pretende que Barajas sea la gran puerta de España ante el mundo y que, según ha dicho, lidera el trinomio Iberia-Aena-Estado: "Jugamos fuera de casa, con el árbitro a favor del contrario y con menos jugadores" en el campo.
En el caso de la compañía aérea, Recoder ha censurado que solo opere dos vuelos intercontinentales desde Barcelona, dos vuelos semanales a Sao Paulo, por los 168 que, según sus cifras, operan en el aeropuerto de Barajas.
Gestión de la caída
El consejero de Territorio y Sostenibilidad ha defendido también la gestión que el Gobierno de la Generalidad hizo de las últimas horas de Spanair antes de su cierre, así como de sus acciones para intentar recolocar a los trabajadores afectados.
"Estoy absolutamente convencido de que actuamos con responsabilidad, diligencia y eficacia", ha remarcado Recoder, que ha destacado que en los tres días posteriores al cese de vuelo de Spanair se pudieron recolocar 29.461 pasajeros a otras compañías como Vueling, Iberia, Air Europa, Lufthansa y Ryanair.
El consejero ha explicado también que el Gobierno catalán trabaja en intentar dar respuesta a las necesidades de los trabajadores que se han quedado sin empleo tras el cierre de la aerolínea, por lo que ha explicado que han ofrecido a los diferentes comités de empresa "toda la capacidad de trabajo y coordinación del Gobierno" a través de diferentes instrumentos y, en particular, del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC).