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Corbata estrecha, falda larga y tacón de aguja: se avecina una crisis

Los estudiosos observan curiosas analogías entre fenómenos aparentemente casuales y el crecimiento económico.

El PIB, la tasa de paro, el IPC, el Euríbor, la prima de riesgo, los rating de las agencias de calificación... La crisis ha disparado el número de índices económicos habituales para el gran público. Datos que hasta hace unos años estaban relegados a la jerga de los especialistas y las páginas salmón de los diarios son ahora de uso común en las conversaciones familiares y las discusiones de barra de bar.

Sin embargo, hay otros indicadores menos conocidos que también pueden servir como termómetro de la evolución de la economía de un país. Son variables curiosas, extrañas o simplemente casuales, que han llamado la atención de algún experto. Desde los pintalabios hasta el largo de las faldas, casi cualquier cosa es susceptible de un profundo análisis económico. Business Insider ha recogido los 29 índices más extraños (también en idealista.com). Ésta es la lista, con algunos añadidos propios, y la explicación para cada uno de estos fenómenos, cuando la hay...

1. Súper Bowl: en la gran final de cada temporada de fútbol americano se enfrentan un equipo de la conferencia nacional (NFC) y otro de la americana (AFC). Pues bien, alguien se ha dado cuenta de que los años en los que gana un equipo de la NFC, la bolsa sube. No es fácil encontrar una explicación lógica a esto más allá de la mera casualidad. Pero para aquellos que confíen en este indicador, los vencedores de este año han sido los New York Giants, de la división este de la NFC. ¿Todos a comprar a Wall Street?

2. Bicicletas: en época de crisis económica aumentan los accidentes de bici. Ya ocurrió en la Gran Depresión de los años 30 y ha vuelto a pasar en los últimos años en Gran Bretaña. ¿La causa? Podría ser que cuando no hay dinero para gasolina, la gente vuelve a las dos ruedas y, claro, suben los percances.

3. Sports Illustrated: cada vez que la revista de deportes más famosa del mundo pone en la portada de su número especial de trajes de baño a una modelo norteamericana, la bolsa de EEUU sube. En el último número, el de 2011, la protagonista fue la rusa Irina Shayk. Todavía no hay elegida para este año, pero se conocerá en los próximos días. Los inversores se muerden los dedos esperando... aunque quizás no sea sólo por el Dow Jones.

4. Big Mac: casi nada mejor para conocer la riqueza de un país que comprarse un Bic Mac. La hamburguesa más famosa de McDonald’s sabe igual en cualquier parte del mundo, pero no cuesta lo mismo. The Economist publica cada año su índice Big Mac, que muestra una gran correlación entre su precio y el PIB per cápita.

5. Corbatas: las crisis son buenos tiempos para los fabricantes de corbatas. Los trabajadores en busca de empleo y los que no quieren perder el suyo suben las compras de este complemento: es más barato que un traje y puede ser la clave del éxito en una entrevista laboral. Además, los estudios aseguran que las corbatas son más estrechas durante los malos años y más llamativas cuando la economía comienza a recuperarse.

6. El año del dragón: según un estudioso, los años del dragón en el horóscopo chino son buenos para los mercados bursátiles. En 2012, precisamente, estaremos bajo este signo, así que, según lo visto hasta ahora, todo parece confabularse: sólo falta que Sports Illustrated escoja a una buena chica de Wisconsin para que las bolsas de medio mundo se disparen.

7. Cerveza: cuando hay crisis, salimos menos y uno de los sectores que más lo sufren es el de la cerveza. Aunque puede que se consuma un poco más en casa, no es suficiente para compensar las cañitas no tomadas con los amigos. Desde 2008, la industria ha perdido un 12% de su fuerza de trabajo, frente a un 2% de media en toda Europa.

8. Faldas: éste es uno de los clásicos, puesto que se publicó por primera vez durante la Gran Depresión. En las crisis, se alargan las faldas y cuando crece la economía, se acortan. ¿Por qué? Es difícil de saber, quizás en los momentos difíciles las mujeres buscan un look más profesional, con prendas menos llamativas. Ciertamente, si uno piensa en los locos años 20 y en la triste década de los 30, el índice parece muy fiable.

9. El vendedor de coches: al parecer, ha habido más de un economista que ha ligado el tiempo de espera antes de que un vendedor de coches ofrezca un descuento con la marcha de la economía. Es difícil de medir, pero las noticias de los últimos meses apuntan a que las rebajas en el mercado automovilístico han sido muy importantes.

10. Cupones: éste es uno de los más lógicos. Cuando llega una crisis, hacemos mucho más caso a los cupones que llegan cada día a nuestra casa o que aparecen en los periódicos. Es lógico: si hay menos dinero, también hay muchas más ganas de aprovechar cualquier clase de descuento.

11. Aspirinas: un incremento en la venta de este medicamento y de otros analgésicos puede servir como indicador adelantado de una crisis económica. Parece ser que los números rojos provocan grandes dolores de cabeza y no sólo hablamos de forma metafórica.

12. Pañales: éste es uno de los más curiosos, aunque tiene un punto inquietante. Al parecer, en las crisis caen las ventas de pañales pero crecen las de cremas anti-irritaciones. Es decir, los padres aguantan más para cambiar a sus hijos y eso a la larga se paga. ¿Será verdad?

13. Calzoncillos: la ropa íntima masculina también sufre los embates de las crisis. Cuando la economía cae lo hace también la venta de calzoncillos. Si unimos este dato con el del punto cinco, tenemos una foto curiosa: corbatas nuevas sí, pero ropa interior no (claro, eso no se ve en las entrevistas de trabajo).

14. Llamadas de los constructores: entre 2002 y 2007, los compradores de casas en España sentían en ocasiones que en el banco les estaban haciendo un favor (aunque eran ellos los que se rascaban el bolsillo). Pues bien, alguien ha medido el tiempo de espera en las llamadas telefónicas hechas a constructoras y promotoras y ha descubierto que éste cae cuando la crisis acecha (incluso, es mucho más probable que el promotor acabe llamando directamente al cliente).

15. Tacones: durante las crisis, los tacones tienden a subir. Es difícil encontrar una explicación a esta tendencia. Quizás pudiera ser la misma que la de las faldas largas, las mujeres buscarían una imagen más profesional y elegante.

16. Alubias: éste es un clásico de los EEUU. Las ventas de las populares alubias en lata (y otros alimentos envasados) se disparan durante las recesiones. Parece ser que cuando el bolsillo se vacía es más difícil mantener los buenos hábitos alimenticios.

17. Camareras: éste indicador seguro que es uno de los más polémicos. Según uno de los columnistas del New York Magazine, en la ciudad de los rascacielos, las camareras atractivas son sinónimo de crisis económica. Su explicación: las chicas guapas y sin estudios pueden buscarse otras ocupaciones cuando la economía va bien (azafatas, publicidad, etc...). Cuando el PIB se tuerce, también se pierden estas oportunidades y las bellezas de la Gran Manzana se ven obligadas a servir mesas de nuevo.

18. Prostitución: este indicador ha sido objeto de numerosos análisis durante esta crisis. Al parecer, cuando cae la economía sube el número de profesionales del sexo y caen las tarifas que se cobran por servicio. La explicación estaría en que muchas jóvenes desesperadas recurren a esta opción ante la falta de alternativas viables.

19. Tintorerías: curioso y significativo. La patronal de las tintorerías americanas ha hecho una encuesta entre sus miembros y ha descubierto que en los últimos años ha caído el número de visitas de los clientes y ha crecido el número de días que las prendas se quedan en su trastienda. Vamos, que los estadounidenses tardan más en llevar los trajes a limpiar y más en recogerlos (un ahorro en los dos sentidos, aunque la higiene se resentirá).

20. Ejército: éste es realmente peculiar. Durante las recesiones, aumentan las peticiones de alistamiento al ejército estadounidense. Muchos desocupados lo ven como una alternativa a la falta de trabajo. Pues bien, al parecer, alguien se ha dado cuenta de que la Marina norteamericana endurece las escenas que aparecen en sus anuncios, para asustar a los reclutas menos convencidos. A spots más contundentes, menos crecimiento.

21. Sede de las empresas: este apartado tiene un punto cómico que combina con un fondo más bien trágico. En los últimos años, han sido comunes los casos de empresas que se han cambiado de sede para ver cómo sus acciones se hundían. Vamos, que si tiene participaciones en una sociedad y ésta se construye un bonito y lujoso edificio, véndalas (en España, las cajas de ahorros no cotizaban, pero sus espectaculares sedes centrales hablaban a las claras del despilfarro y la mala gestión de sus dirigentes).

22. Pintalabios: el más conocido, todo un clásico de los índices raros. En época de recesión suben las ventas de pintalabios. Las mujeres eligen este cosmético porque es barato y salta la vista. Sería algo así como la forma barata de estar guapa y sexy. Según un estudio, tras el 11 de septiembre, se doblaron las ventas de este producto. En esta crisis, esta tendencia parecía haber cambiado, puesto que las ventas de pintalabios han caído ligeramente; pero puede que haya sido sólo una cuestión de modas (las chicas jóvenes usan menos este cosmético, porque las ventas de lápiz de ojos y rimmel sí que se han disparado.

23. Palomitas: según varios estudios, en época de vacas flacas vamos más al cine y comemos más palomitas. Es curioso, porque no es un pasatiempo barato (aunque sí más que ir a cenar), pero los datos, al menos en EEUU, dicen que las taquillas no sufren tanto como otros sectores de la economía. Sobre todo, son buenos años para las grandes superproducciones y las películas de aventuras. La gente quiere olvidar las penurias del día a día y la gran pantalla es un sitio tan bueno como cualquier otro.

24. Picaduras de mosquito: un índice muy adecuado para climas calurosos. En Florida o Arizona, se dieron cuenta de que el crack del sector inmobiliario iba unido a un incremento en las ventas de cremas antipicaduras. ¿El motivo? Los propietarios que no podían pagar sus hipotecas abandonaban sus preciosas casas con jardín y piscina, que iban a parar al banco. Claro, un lugar así sin cuidados es el mejor caldo de cultivo para todo tipo de insectos, especialmente los mosquitos.

25. Primeras citas: aunque parezca increíble, hay sectores que se están haciendo de oro desde 2008. Uno de ellos es el de las webs de contactos. La crisis parece que destapa nuestro lado romántico. Al igual que sucedió tras el 11-S, los norteamericanos se han lanzado a apuntarse a las páginas de citas. La explicación de los expertos tiene que ver con la necesidad de olvidar las preocupaciones económicas y encontrar un motivo para ilusionarse.

26. Novelas románticas: también los que hablan de amor están de enhorabuena. Las ventas de novelas románticas se han disparado desde 2008 (la editorial Harlequin ha subido un 32%). ¿La razón? Por un lado, la explicación puede ser similar al del apartado anterior: la necesidad de ilusionarse y evadirse de los problemas. Por otro, es un entretenimiento mucho más barato que una cena o una noche de copas.

27. Rascacielos: en Libertad Digital ya tratamos este tema hace unos meses. Los grandes rascacielos anticipan a menudo las crisis económicas. Es lógico, la burbuja inmobiliaria acaba en la locura de creer que sea cual sea el tamaño del edificio se venderá a precio de oro. El Empire State Building se acabó en 1931. En estos momentos, España y Dubai son dos buenos ejemplos de lo peligrosos que son los sueños de grandeza cuando no tienen base económica.

28. Búsquedas en Google: las palabras que cada día introducimos en el buscador más exitoso del mundo pueden anticipar los problemas económicos. A partir de 2007, "recesión" comenzó a ser un término habitual, incluso antes de que los medios comenzasen a hablar del tema. Hace poco, en Libre Mercado ya destacamos que el término corralito se había disparado en la versión española de Google. ¿Un indicio de que tenemos por delante tiempos aún más difíciles?

29. Peluquería: en casi todos los ejemplos de los que hemos hablado hay una cara y una cruz. De esta manera, las visitas a las peluquerías se desploman en las crisis. Es uno de los gastos que primero se eliminan. A cambio, los fabricantes de tintes y otros productos de aplicación casera hacen su agosto. Las consecuencias: más mujeres que se peinan en casa y pelo más corto (quizás porque es más fácil de manejar para las peluqueras aficionadas que las largas melenas).

30. Huertos caseros: en EEUU, el número de personas que cultivan sus propias verduras y frutas en casa ha crecido un 19% desde que comenzó la crisis. Además de su función como hobbie, los encuestados admiten que una de las razones para comenzar esta actividad fue el ahorro.

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