El presidente del Banco Popular, Ángel Ron, dijo este miércoles que "sostener a costa del contribuyente bancos zombis", incapaces de sobrevivir por sí mismos, es "lo último que necesita el sector financiero español", un "lujo que no nos podemos permitir".
Ron fue así de contundente en la presentación de los resultados obtenidos por el Banco Popular en 2011, ejercicio que cerró con un beneficio neto de 480 millones de euros, un 18,7% menos que en 2010, después de la dotación de 1.690 millones en provisiones.
Para Ron existe un "exceso de capacidad" en el sector financiero español, que debe conducir a la desaparición de las entidades no viables, es decir, las que no sean capaces de generar márgenes de explotación sólidos y recurrentes "en todas las fases del ciclo económico", como ha hecho el Popular.
En cuanto al futuro de la economía española, "nada halagüeño" según las previsiones del FMI o el Banco de España, Ron pidió una amplia y profunda reforma laboral, como hiciera ayer el presidente del Santander, Emilio Botín, sobre todo "en los mecanismos de contratación" y negociación colectiva.
En el quinto año de crisis económica, en el que "caminamos hacia una nueva recesión", Ron fue tajante al asegurar que "es el momento de hacer las reformas estructurales" necesarias y añadió que sólo así podrá salir España de la encrucijada en que está.
Ron se mostró de acuerdo con el objetivo "irrenunciable" del Gobierno de Mariano Rajoy de alcanzar el equilibrio presupuestario, para lo que "se impone la austeridad", con el fin de recuperar el crecimiento económico y resolver el grave problema del paro.
Volviendo a la reforma financiera, Ron se mostró a favor de reducir el número de entidades del sector con el fin de crear entidades "fuertes, rentables y eficientes", disipar las dudas sobre la valoración de los inmuebles, reabrir los mercados mayoristas e impulsar el crédito. Para ello, insistió, la reforma tiene que distinguir entre las entidades viables y las que no lo son.
Ron precisó que en el sobrebancarizado sistema financiero español, hay algunas entidades muy expuestas a hipotecas baratas y a la financiación inmobiliaria, que no podrán afrontar las nuevas exigencias de provisiones que se darán a conocer el viernes, lo que para él es mucho más "acuciante" que las dudas sobre la valoración de los activos. Por eso, dijo Ron, "poner capital en entidades inviables es negativo para el país y para el sector".
También se mostró de acuerdo con Botín en la necesidad de que las entidades realicen las dotaciones de provisiones que se les asignen, cuya cuantía se conocerá el viernes, "lo antes posible" pero preservando la libre competencia y evitando excesivas concentraciones y posiciones de dominio en determinados de mercado. "Creo que es positivo reducir el valor de los activos inmobiliarios en España, aunque hay que tener en cuenta el impacto que esto tendrá para las familias españolas que tienen vivienda en propiedad y para el mercado", agregó Ron, por lo que pidió "equilibrio".
"El capital es esencial para el desarrollo del negocio", pero la solvencia por sí misma no hace viable a una entidad que no lo es, insistió Ron.
"La fortaleza, el tamaño y la rentabilidad" son características imprescindibles para que una entidad pueda seguir desarrollando su actividad con normalidad diaria en un entorno convulso como el actual, dijo Ron, quien añadió que "no sólo hay que ser grande, sino grande y rentable". Por otra parte, la entidad, inmersa en una fusión con el Banco Pastor, se mostró dispuesta a analizar todas las oportunidades que surjan siempre y cuando no pongan en peligro su modelo ni su independencia.
Popular: "La reforma financiera no se puede permitir el lujo de sostener bancos zombies"
Sobre las provisiones para cubrir eventuales pérdidas derivadas del ladrillo, instó a no "demonizar" las actividades inmobiliarias.
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