" El paro una emergencia nacional" ... que pagamos siempre los mismos.
El problema del desempleo es meramente político. El paro existe porque a los señoritos de la izquierda de todos los partidos y sindicatos no les da la santa gana de renunciar a sus privilegios aun a costa de la ruina general. Es un problema de legislación política y nada más. Ahora salen con la estupidez esa de que se trata de una cuestión de competitividad (en el sentido de mera productividad), de servidumbres del mercado libre, y no de abusiva intervención (pleonasmo) de los mercados. Para empezar habría que explicarles que el bendito capitalismo salvaje no se basa en la disputa despiadada sino en la ventaja comparativa. Aquí hay sitio para todo el mundo. No se trata de quitarle el pan de la boca a nadie, sino de sana competencia por determinar quién produce más y mejor en cada sector; los perdedores no se quedan sin trabajo, se dedican a otras actividades, tal vez menos lucrativas por menos valoradas, perentorias o prioritarias, pero también útiles y provechosas.
La majadería de que el paro radica en que las empresas españolas no son competitivas y que, por tanto, es preciso gastarse mucho en formación, en I+D y patatín y patatán es tan desorientado y absurdo como decretar que aquí todo el mundo o trabaja de superestrella o mejor que se quede en casa. Cuantas más superestrellas mejor (esforcémonos por mejorar aunque nada tenga que ver con el desempleo), pero eso no significa que los demás tengamos que cruzarnos de brazos si no damos la talla y no podemos superar tan elevado listón ¡político!
Y el caso es que resolver el paro, queriendo, es la cosa más sencilla del mundo.
Son las cuentas de la vieja. Si alguien en paro pudiese ofrecer sus servicios por el, digamos, 80% del sueldo que la empresa paga a un empleado de similar formación o aptitudes -rendimiento, en suma-, sin que el cambio supusiera ningún trastorno adicional, estoy seguro de que conseguiría el puesto. Se podrá objetar que pobrecito el que se va a la calle. No señor, si se va es porque quiere; sólo tendría que aceptar reducir también sus retribuciones, y, en principio, por cada cuatro trabajadores cobrando un quinto menos habría sitio para otro más: cinco produciendo al precio de cuatro, negocio redondo y se acabaría el paro en España.
Algún egoísta, codicioso y desalmado insolidario de izquierdas dirá que no está dispuesto a sacrificar un veinte por ciento de su sueldo por los parados. Primero, el gravamen ya se está pagando ¿o de dónde si no salen los subsidios? Segundo, al incorporarse un veinte por ciento más de trabajadores al sistema, el PIB crecería en la misma proporción (o casi, si prejuzgamos que los ahora parados son algo menos productivos que la media), con lo que el poder adquisitivo, los sueldos reales, también. Además, las sinergias y el ahorro en impuestos dispararían la economía y en poco tiempo esto sería Jauja. La impugnación del argumento denunciando una distribución indebida de la renta carece de consistencia, puesto que el mercado es precisamente la distribución más justa al basarse en intercambios voluntarios. Aunque parezca que el recién incorporado es mantenido por los empleados antiguos y el incremento de producción lo absorbe el empresario, el libre mercado forzaría casi automáticamente la redistribución de los aumentos entre todos los agentes en función de su mérito. Lo principal es desatascar el fluido productivo, después ya lo acomodaría el mercado.
Grosso modo, pero así sería. Así de fácil. El problema es que no queremos resolver realmente la emergencia nacional. Hay demasiados intereses, POLÍTICOS, en juego.
Y que es lo que se esperaba ? .... ¿quien crea los puestos de trabajo?... pues...¡¡¡los pequeños empresarios¡¡¡, ahora se les llama EMPRENDEDORES, emprendedores de ..¿qué?, será de salir corriendo cuando alguien les diga que no hay ni crédito, ni mercado y que tener un empleado es tener una hipoteca de 40 días por año trabajado.
Que nadie se engañe, los hijos de los pequeños empresarios quieren ser...¡¡¡funcionarios¡¡¡ y sus padres están de acuerdo.
“En el amor y en las armas… la confianza pierde al hombre”
A este Gobierno le estamos pidiendo milagros uno detras de otro, ignorando que gracias a los que han tenido 8 años para llevarnos donde desgraciadamente estamos, no lo pueden enderezar en menos de dos meses, en los que llevan haciendo bien muchas cosas
En lo que se equivocan es, en no haber dado prioridad a la reforma del mercado de trabajo
Con una primera medida fin de las subvenciones a patronal y sindicatos, si hacen falta que los paguen quienes los necesitan
La segunda liberados sindicales no, a trabajar o a la calle
Tercera eliminar de la nueva ley lo que produce un paro del veinti y tantos por ciento, frente al diez y pico por ciento y es lo heredado del sindicalismo verticar y las legislaciones de trabajo Franquistas, ya podiamos haber mantenido la ley de vagos y maleantes, despues cualquier cosa que se haga sera buena y reducira el paro
A este Gobierno le estamos pidiendo milagros uno detras de otro, ignorando que gracias a los que han tenido 8 años para llevarnos donde desgraciadamente estamos, no lo pueden enderezar en menos de dos meses, en los que llevan haciendo bien muchas cosas
En lo que se equivocan es, en no haber dado prioridad a la reforma del mercado de trabajo
Con una primera medida fin de las subvenciones a patronal y sindicatos, si hacen falta que los paguen quienes los necesitan
La segunda liberados sindicales no, a trabajar o a la calle
Tercera eliminar de la nueva ley lo que produce un paro del veinti y tantos por ciento, frente al diez y pico por ciento y es lo heredado del sindicalismo verticar y las legislaciones de trabajo Franquistas, ya podiamos haber mantenido la ley de vagos y maleantes, despues cualquier cosa que se haga sera buena y reducira el paro
Estoy de acuerdo con todo lo que dice el editorial y los comentarios. Yo añadiría que, a la luz de la realidad en la calle, no parece que exista tanto paro. Aquí en Jaén acaba de terminar la campaña de recogida de la aceituna, la mayoría son inmigrantes extranjeros que, a buen seguro, están cobrando en negro, mientras los parados trincando subsidios. Lo de siempre. ¿Quien inspecciona todo esto?. En cada pueblo de Andalucía puede verse su consabido grupo más o menos numeroso de inmigrantes pululando por ahí y formando amplios corrillos en las plazas. ¿De qué viven?, mientras, los bares están llenos. Además, ya, una gran parte de esos millones de parados son también inmigrantes subsidiados. Fíjense en dónde radican las mayores bolsas de parados: Murcia, Ceuta y Melilla, Andalucía (la zona de Almería ya no es lo que era y todos los inmigrantes están ahora cobrando el paro mientras los invernaderos están bajo mínimos).
La gente joven y preparada se marcha, mientras, por otro lado, siguen llegando inmigrantes sin cualificar a los que hay que subsidiar.