Esta semana, tanto el Banco Mundial (BM) como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han revisado a la baja sus previsiones sobre la economía global, y el resultado pinta un negro panorama, sobre todo, para la zona euro.
El Banco Mundial prevé un contracción del 0,3% para la eurozona en 2012 frente a su anterior previsión de crecimiento del 1,9%. Lo relevante, sin embargo, radica en que la intensificación de la crisis de deuda europea ya se ha contagiado al resto de países, tanto avanzados como en desarrollo, de forma que impactará con fuerza en la economía mundial.
"Los países en desarrollo deben prepararse para más riesgos de regresión económica, ya que la crisis de la deuda de la zona del euro y el frágil crecimiento de diversas economías emergentes están oscureciendo el panorama a nivel general", según alerta en su última edición del informe Perspectivas económicas mundiales.
En concreto, la institución prevé que la economía mundial crezca un 2,5% este año y un 3,1% en 2013, frente a su pronóstico previo (3,4% y 2,5%, respectivamente). La organización estima que las economías en desarrollo crecerán un 5,4% este año, en comparación con la previsión del 6,2% de junio de 2011, y un 6% en 2013, mientras que las avanzadas crecerán un 1,4% en 2012, 1,3 puntos menos que su anterior estimación, y un 2% el próximo año.
Su conclusión es contundente: "La economía mundial ha entrado en una fase muy complicada caracterizada por significativos riesgos a la baja y fragilidad". Y ello, como consecuencia de que "el sistema financiero del bloque económico más grande en el mundo está amenazado por una crisis fiscal y financiera que hasta ahora ha sorteado los esfuerzos de los responsables políticos para contenerla".
De hecho, ésta es su estimación base, pues advierte lo siguiente: "La posibilidad de una mayor escalada de la crisis en Europa no se puede descartar. Si esto sucede, es probable que la recesión mundial consiguiente sea más profunda y duradera que la de 2008/2009, porque los países carecen del margen fiscal y monetario para estimular la economía global […] La posibilidad de alcanzar resultados mucho peores es real".
Así, pues, el Banco Mundial no descarta un panorama similar e, incluso, más grave que el acontecido tras la quiebra de Lehman Brothers, hasta el punto de avanzar una recesión global de hasta el 4% en el peor escenario. Sólo que ahora el epicentro se ha trasladado de EEUU al corazón de la Europa.
El Banco Mundial enfatiza en su informe el riesgo global que implicaría la sucesión de quiebras soberanas y financieras en la zona euro. "La disposición de los mercados para financiar el déficit y la deuda de los países de altos ingresos no se puede asegurar". En caso de que el cierre completo de la financiación se extienda a otros países europeos (más allá de Grecia, Irlanda y Portugal, ya rescatados), "no se puede descartar" otra grave e intensa crisis financiera mundial, como la que estalló en 2008.
Dicho escenario se basa en el riesgo de que caigan dos de las "economías más grandes de la zona euro", una referencia implícita al caso de España e Italia, cuyo rescate internacional se lleva barajando desde hace meses. Tal suceso, según el Banco Mundial, podría causar una contracción de hasta el 6% del PIB de la zona euro, superior al desplome del 4,3% registrado en 2009. El PIB de España cayó entonces un 3,7%, con lo que el organismo no descarta una recesión aún mayor que la de 2009 (no sólo en la zona euro sino también en España).
Mayor caída en España e Italia
El FMI no se queda atrás. Su borrador de previsiones, cuyo informe definitivo se conocerá en los próximos días, avanza una recesión del 0,5% en la zona euro para 2012, frente a su estimación previa de crecimiento (1,1%), superando así el escenario base del Banco Mundial. Aunque avanza una subida del PIB del 0,8% para 2013.
España e Italia serán los países que sufrirán el mayor golpe. La economía española se contraerá un 1,7% este año y un 0,3% en 2013, lo que arroja una caída total de 2 puntos porcentuales (cerca de 20.000 millones de euros). Todo ello contrasta con su anterior estimación, en la que apuntaba un crecimiento del 1,1%. En el caso de Italia, prevé una contracción del 2,2% en 2012 y del 0,6% en 2013. Asimismo, el organismo avanza estancamiento para las grandes locomotoras de la UE: Alemania apenas crecerá un 0,3% este año y un 1,5% en 2013, mientras que Francia lo hará en un 0,2% y un 1%, respectivamente.
La economía mundial crecerá un 3,3% este año y un 4% el próximo, siete y cinco décimas menos que su previsión de octubre, respectivamente. Y es que, "la recuperación global se ve amenazada por las crecientes tensiones en la zona del euro", según el borrador. Por el contrario, el FMI estima que Gran Bretaña crecerá un 0,6%, EEUU un 1,8% y China un 8,2% (por debajo del umbral 9%).
España precisará un mayor ajuste fiscal
Ambos informes dejan entrever la llegada de una gran crisis financiera y económica a la zona euro, similar e incluso superior a la registrada tras la quiebra de Lehman Brothers. No es de extrañar si se tiene en cuenta las pérdidas bancarias que supondrá la quiebra de Grecia y, posiblemente, Portugal.
Así, según las estimaciones elaboradas por Reuters, una quita del 68% sobre la deuda pública helena causará unas pérdidas próximas a los 86.000 millones de euros a la banca, de forma que 45 entidades financieras comunitarias no alcanzarían el umbral del 7% de capital básico requerido.
Si las quitas se extienden a Portugal (50%, cogiendo como referencia el acuerdo inicial sobre Grecia), cuya posibilidad de quiebra es cada vez más elevada, el agujero financiero se elevaría a 95.000 millones de euros. Y así, sucesivamente, y con cifras mucho mayores, si los impagos se extienden a Irlanda, España o Italia.
En este sentido, cabe señalar que el FMI está tratando de recabar dinero entre los países emergentes y otras grandes potencias para disponer de un colchón próximo al billón de euros para tratar de levantar un nuevo cortafuegos capaz de contener la crisis de deuda europea. El FMI también insiste en que el Banco Central Europeo (BCE) aplique nuevas medidas monetarias para evitar una crisis bancaria en la zona euro.
Precisamente, el BCE ya trabaja en nuevos mecanismos, tales como la aprobación de otra megainyección de liquidez a la banca (se baraja 1 billón de euros) y más rebajas de tipos de interés. También se baraja una nueva ronda de estímulo por parte de la Reserva Federal de EEUU (FED), incidiendo así en las polémicas compras de bonos (Quantitative Easing), de hasta otro billón de dólares.
La segunda consecuencia directa de esta grave recesión que prevén los organismos internacionales afecta de lleno a España. Y es que, si bien el Gobierno barajaba una ligera contracción del PIB hasta mediados de año, las nuevas estimaciones superan ampliamente los cálculos de Moncloa, tal y como avanzó Libre Mercado.
Una caída conjunta del PIB próxima al 2% hasta 2014 desbarata por completo las actuales estimaciones de ajuste fiscal. De este modo, para alcanzar el objetivo de déficit del 4,4% en 2012, el Gobierno tendría que asumir un ajuste presupuestario superior a los 40.000 millones ya contemplados para el presente ejercicio (para pasar del 8% al 4,4%), combinando subida de impuestos y reducción de gastos).
Curiosamente, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en declaraciones al diario Financial Times Deutchland, pedía a la UE este jueves "comprensión", más "tiempo" y "espacio para maniobrar", sin asegurar del todo el compromiso de que, en ningún caso, el déficit superará el 4,4% del PIB en 2012, tal y como exige Bruselas. Hacienda corregió después tales palabras, ratificando el objetivo del 4,4%.
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha indicado este viernes que, al margen de la previsión de crecimiento del FMI, el Ejecutivo atenderá "especialmente" las estimaciones de la Comisión Europea (CE) para, "de acuerdo con ellas", establecer el cuadro macro y el techo de gasto para este año.
Apuntó que, aunque el Gobierno está "atento" a las previsiones que realizan los diferentes organismos, los Presupuestos de 2012, que pretende aprobar antes del 31 de marzo, recogerán la previsión de crecimiento y el techo de gasto de acuerdo con la estimación que realice Bruselas sobre la economía española.