Según informa ABC, Griñán pretende crear una trampa al PP y ha enviado un documento instando a las consejerías a dejar de pagar las facturas hasta nuevo aviso. Es decir, suspensión de pagos. En el documento, se ordena iniciar "procesos de traspaso masivo de remanentes comprometidos y anualidades futuras" al ejercicio 2012 y que "no se contabilice ninguna nueva propuesta del documento contable con cargo al ejercicio 2012".
Así figura en un correo electrónico enviado por la Intervención General el pasado 22 de enero a todos los interventores delegados de las consejerías. Según conocedores del sistema informático que maneja la junta –llamado JÚPITER- esto significa que desde el 20 de noviembre hasta el 31 de diciembre pasados, todas las consejerías han tramitado un buen número de expedientes de gasto que se encuentran en la fase final del proceso, llamada técnicamente 'OP' (Obligación Pago).
Una vez en esa fase, sólo resta que los interventores correspondientes validen el proceso y se proceda al abono en la entidad bancaria del proveedor. Pero la orden de la Intervención General impide que se ejecuten estos abonos. Las fuentes que cita el diario aseguran que actualmente la situación es "de detención o suspensión de pagos total", sin fecha establecida para la reanudación.
Y es aquí donde se descubre el mecanismo informático-contable de la Junta para dejar déficit debajo de la alfombra al nuevo ejecutivo, si es que finalmente hay cambio de Gobierno tras las elecciones andaluzas.
Una vez que la orden de Pago está en la opción 'OP', si pasada una semana no se efectúa el abono al proveedor, se produce su baja en el sistema contable y los documentos son devueltos a la oficina que los remitió. En cambio, a los proveedores se les dice que su solicitud está aprobada y pendiente de ingreso en el banco.
El proveedor no cobra –al menos de momento- pero la Junta no computa ese compromiso de pago como tal, es decir, de este modo Griñán puede ocultar el déficit que corresponderá al ejercicio 2011. De este modo, dicen las fuentes consultadas por ABC, Griñán quiere dar una imagen de austeridad presentando cuentas saneadas y deja un regalo secreto y envenenado bajo la alfombra al que ocupe la Junta desupés que él.