La situación de la deuda griega sigue siendo un caos, hasta el punto de que existen informaciones contradictorias en cuanto a la negociación que mantiene Atenas con sus acreedores privados para aplicar las quitas previstas en el segundo plan de rescate heleno. Las negociaciones entre Grecia y la banca, representada por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), para concretar la quita del 50% en la deuda helena en manos privadas pactada con los líderes europeos se retomarán este miércoles "con sentido de urgencia".
Los líderes europeos alcanzaron en la cumbre del 26 de octubre un acuerdo con la banca para aplicar una quita del 50% sobre los bonos helenos, en un plan denominado Participación del Sector Privado (PSI). Esto supone asumir pérdidas de 100.000 millones de euros, con el objetivo de rebajar la deuda griega al 120% del PIB en 2020. La UE quiere que la quita sea voluntaria para evitar que se desencadenen los seguros por impago de la deuda (credit default swaps). Sin embargo, existen importantes discrepancias, ya que Atenas -con el apoyo del Fondo Monetaria Internacional- exige descuentos próximos al 70%.
Sin un acuerdo sobre la PSI, la UE no daría luz verde al nuevo préstamo, que a su vez resulta imprescindible para que Grecia no caiga en bancarrota el próximo 20 de marzo, cuando afronta el pago de 14.400 millones de euros en vencimientos de deuda.
Según informó el IIF en un comunicado, el director gerente del instituto, Charles Dallara, y el asesor especial del presidente de BNP Paribas, Jean Lemierre, regresarán este miércoles a Atenas para retomar las conversaciones con el Ejecutivo heleno. Mientras, una delegación griega ha viajado a Washington para tratar el tema con el FMI. Los acreedores privados reiteraron su compromiso de llegar a un acuerdo de canje voluntario de la deuda de Grecia y alentaron a todas las partes implicadas en la negociación a "trabajar de buena fe hacia esta meta con sentido de urgencia". Las negociaciones entre Grecia y sus acreedores privados se paralizaron el pasado viernes por falta de avances "productivos".
Quitas obligatorias
Según informa The New York Times, el primer ministro heleno, Lucas Papademos, amenaza con imponer quitas de forma obligatoria en caso de que no se alcance un amplio acuerdo con sus acreedores. Así, advierte que podría activar las denominadas cláusulas de acción colectiva con carácter retroactivo. "Es algo que tiene que ser considerado a la luz de las expectativas sobre el grado de participación" que se alcance con los acreedores. "No se puede excluir", según Papademos.
Mientras, según The Telegraph y Bloomberg, ambas partes estarían próximas a alcanzar un pacto sobre las quitas y las condiciones de las mismas. En concreto, se habla de la posibilidad de aplicar un descuento de hasta el 68% sobre los bonos helenos.
Grecia necesita que las negociaciones terminen cuanto antes porque a mediados de marzo tiene que refinanciar alrededor de 15.000 millones de euros y el siguiente tramo del primer rescate no alcanza a cubrirlos. Los países europeos esperan que el acuerdo pueda cerrarse antes de la cumbre que se celebrará a finales de enero para poder ultimar todos los detalles a tiempo, y evitar así que se declare de forma oficial la temida suspensión de pagos.
Apostando contra Grecia
Varios fondos de riesgo ya han dado a entender que no tienen intención de someterse a la quita -en principio voluntaria-, esperando que Grecia quiebre o fuerce la aplicación del acuerdo mediante una ley, algo que el Gobierno heleno no da por descartado. Cualquiera de estos dos casos podría ser considerado una suspensión de pagos, lo que activaría el pago de las Permutas de Incumplimiento Crediticio (CDS) con las que muchos de estos fondos tienen asegurados sus bonos.
"En estos casos siempre hay ganadores y perdedores, por eso hay gente que está apostando contra Grecia. Pero se trata de un juego muy peligroso, porque activar las CDS podría provocar la quiebra de los bancos que las hayan emitido y extender la suspensión de pagos por Europa", ha advertido Yorgos Glynos, asesor de Papadimos.
"El acuerdo sobre la PSI no depende sólo de Grecia, sino también de sus acreedores. Así que creo que, llegado el momento, la UE podría revisar sus decisiones y aportar los fondos aun sin una quita, ya que sin fondos Grecia entrará irremisiblemente en quiebra y podría arrastrar a otros países europeos", declaró Glynos a Efe.