El Gobierno valenciano recaudará 238 millones de euros más con la aplicación de una nueva escala autonómica del impuesto de la renta y nuevos gravámenes, según las medidas urgentes aprobadas hoy para reducir el déficit público.
Estas medidas se incluyen en el plan de ahorro de 1.057 millones de euros anunciado por el presidente de la Generalidad, Alberto Fabra, en su discurso de Año Nuevo, de los que más de una cuarta parte corresponde a recortes en materia de personal.
El vicepresidente del Gobierno valenciano, José Císcar, ha anunciado este jueves que se establecerá una nueva escala autonómica del IRPF y vinculará los salarios de los consejeros y del resto de altos cargos al déficit autonómico. No obstante, ha recalcado que la subida de impuestos sólo afectará a las rentas más altas, a partir de 120.000 euros.
Estas son algunas de las medidas aprobadas en el primer pleno del Consell del año incluidas en el plan de ajuste anunciado por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, con el que se pretende ahorrar un total de 1.057 millones de euros.
Císcar ha argumentado que estas medidas nacen de "una situación excepcional" y se han de "aplicar medidas que también son excepcionales" como, ha dicho, "ha habido que tomar en otras comunidades autónomas y otras regiones europeas".
Así, ha explicado que se trata de "adelgazar" la Administración, se establecerán medidas de ajustes en jefes de personal, se incrementarán los ingresos con nuevos tipos de gravámenes, se procederá a una contención del gasto sanitario y se reducirá el gasto corriente.
En sanidad, ha destacado que no habrá copago, pero que se establecerán medidas de ahorro por valor de 440 millones gracias a una mejora de la eficiencia pero "manteniendo la calidad del servicio y sin mermar nada las prestaciones". Por último, enumeró un paquete de medidas transversales como la reducción del parque móvil o un control del absentismo.