El grupo mediático diseñado por Zapatero tras su llegada al poder no ha sobrevivido ni dos meses al cambio de Gobierno. Construido en torno a la empresa de Mediapro de Jaume Roures a base de favores gubernamentales tenía en La Sexta y Público sus principales exponentes.
El hundimiento político de Zapatero y su salida del poder ha precipitado el derrumbe de su brazo mediático. La primera en caer fue La Sexta, con sus tres canales de ámbito nacional. La cadena fue adquirida por Antena 3 del Grupo Planeta, permitiendo salir con los bolsillos llenos al clan de amigos de Zapatero –Julián Contreras, Jaume Roures, Miguel Barroso (esposo de Carmen Chacón), García Ferreras etc– y convirtiendo la TDT en un duopolio en el que Mediaset (Telecinco) y Planeta tienen ocho canales nacionales cada una y se reparten más del 85 por ciento de la ‘tarta publicitaria’.
Así, la aventura mediática de Zapatero se ha saldado con un panorama televisivo que aplasta la pluralidad e impide competir en igualdad de condiciones a las cadenas independientes. Cuando llegó al poder Telecinco y Antena3 tenían un solo canal cada una. Ahora, dieciséis.
La otra pieza del puzle era el diario Público. En apenas tres semanas, tras la caída de La Sexta, ha anunciado que presentará concurso de acreedores. Mediapubli, la empresa editora, se ha declarado en suspensión de pagos. Lo achaca a la "la intensificación de la crisis publicitaria, la profunda transformación que está sufriendo el sector de la prensa”, pero a nadie se le escapa la enorme dependencia del poder que tenía este grupo de comunicación.
Los ocho años de Zapatero han supuesto un gran negocio para los amigos del ex presidente del Gobierno y una catástrofe para la pluralidad en el panorama mediático.