"En una situación de crisis, donde todo el mundo lo está pasando mal, donde todo el mundo tiene dificultades, donde mucha gente ve como no le paga ni siquiera la administración, es un disparate quitarle recursos a los particulares y subir los impuestos. Y eso va contra el empleo. Eso va contra el bienestar y eso va contra la riqueza, y desde luego este partido se opondrá a cualquier nueva subida de impuestos que demagógicamente plantee el gobierno de España".
Mariano Rajoy ha cambiado mucho desde que pronunció estas palabras en Málaga, en julio de 2009. Para empezar, ha cambiado de puesto de trabajo. De líder de la oposición ha pasado a presidente del Gobierno. Pero también ha modificado sus planteamientos. En estos momentos, España está en una crisis más grave que aquélla, pero su Gobierno ha decidido aprobar este viernes una de las mayores subidas de la historia de la democracia española.
A lo largo de la campaña electoral, el líder del PP aseguró que no quería subir los tributos en innumerables ocasiones y defendió que simplemente con austeridad podría conseguirse la reducción del agujero que deja en las cuentas públicas el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
Ha pasado apenas un mes de la cita con las urnas, pero todo eso se ha venido abajo cuando Soraya Sáenz de Santamaría ha comparecido con gesto compungido a anunciar que "el Gobierno se ve obligado a adoptar medidas que no tenía previsto adoptar". El PP siempre defendió que subiendo los impuestos se recaudaba menos, puesto que se desincentiva la creación de riqueza y se corre el riesgo de que aquellos que puedan (normalmente los más ricos) busquen otros lugares donde ponerse a salvo de la voracidad recaudatoria del Estado. Eso sí, la vicepresidenta ha hecho hincapié en que esta subida es "temporal" (durará dos años, 2012 y 2013), aunque no sería la primera vez que un aumento impositivo temporal se hace definitivo.
El siguiente es el resumen de cómo afectará al bolsillo de los ciudadanos lo aprobado este viernes por el Consejo de Ministros.
IRPF
En el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas el Gobierno establece "un gravamen complementario, un recargo complementario de solidaridad" en las rentas de trabajo y muy especialmente en las rentas de capital. Con este lenguaje tan peculiar, Sáenz de Santamaría ha definido la subida del IRPF de entre el 0,75% y el 7% a las rentas del trabajo y de hasta el 6% a las del capital que se aplicará a partir del 1 de enero de 2012.
Suben los tipos tanto las rentas del trabajo como las del capital y lo hacen de forma progresiva: es decir, los que más ganen verán cómo se les penaliza por ello. Aunque el Gobierno defiende que es una medida que perjudica sobre todo a los que más tienen, las clases medias también se verán muy afectadas. Como puede verse en el siguiente gráfico, una pareja con dos hijos que presente declaración conjunta y gane 70.000 euros al año de sueldo bruto, pagará 1.306 euros más al año en concepto de IRPF (ver en cuadro de debajo, subida aplicable a un matrimonio con dos hijos que hace declaración conjunta).
Y un soltero sin hijos que gane 30.000 euros al año perderá casi 250 euros (cuadro de debajo, simulación para un soltero sin hijos).
Además, lo aprobado por el Gobierno también tendrá consecuencias en las rentas del capital, que se incrementarán según el siguiente gráfico. Hasta ahora había dos tramos: hasta 6.000 euros se pagaba el 19% y desde esa cantidad el 21%.
Ahora hay tres tramos y el incremento ha sido progresivo, aumentando según lo hacía la cantidad gravada. Hasta 6.000 euros se pagará el 21%; de 6.000 a 24.000 se pagará el 25% y a partir de esa cantidad, el 27%.
Impuesto sobre Bienes Inmuebles
La subida impositiva no se ha quedado en el IRPF. El Impuesto sobre Bienes Inmuebles también se incrementa, con el objetivo de recaudar 918 millones de euros más. Calcular la subida que se aplicará a cada vivienda es complicado, puesto que depende de en qué municipio se encuentre y en su valor catastral. Según el texto entregado por el Gobierno se ha establecido la subida de una manera progresiva (10 por 100, 6 por 100, 4 por 100) atendiendo a la antigüedad de la revisión catastral y, por tanto, "a su adecuación al valor del mercado: a mayor antigüedad del valor, mayor subida".
- En más de la mitad de los municipios (4.158) que no han realizado revisiones catastrales en los últimos diez años, la subida será del 10% y afectará a todos los inmuebles.
- En los municipios donde la revisión catastral se hizo entre 2002 y 2005 (un total de 678), la subida del IBI será del 6%.
- Allí donde dicha revisión se hizo entre 2009 y 2012 (1.254 municipios) el impuesto subirá un 4%. En este caso se encuentran ciudades como Madrid, Málaga, Oviedo, Segovia, Zamora, Burgos, Gijón, Soria, Mérida, Alcalá de Henares, Alcorcón, Fuenlabrada y Móstoles.
- De nuevo, el documento entregado por el Ejecutivo asegura que "para evitar penalizar a las rentas más bajas, se ha excluido del incremento al 50 por 100 de las viviendas de menor valor de cada municipio, siempre que sus valores catastrales hayan sido actualizados después de 2001". Esto quiere decir que sólo la mitad de las casas, las más caras según el catastro, de cada pueblo o ciudad se verán afectadas por esta subida.
Ejemplo: una vivienda con un valor de mercado de 150.000 euros, cuyo valor catastral haya sido revisado antes de 2002, pagaba 150 euros de media. Tras la medida, pagaría 165 euros, ya que el incremento absoluto de la cuota es de 15 euros.
Vivienda
Sólo aquellos que se quieran comprar una vivienda pueden estar algo más contentos con las medidas de Rajoy. Aunque sube otros impuestos, el Gobierno ha decidido "recuperar la desgravación en el IRPF por adquisición de vivienda habitual" y establece un IVA superreducido del 4% para la adquisición de la primera vivienda a partir de 2012. Además, no renovará la Renta Básica de Emancipación (ayuda al alquiler) de la que disfrutan 300.000 jóvenes.
Todo esto debería animar el moribundo mercado de la vivienda. Hay que recordar que en estos momentos los mayores propietarios del sector inmobiliario son los bancos que acumulan en sus balances cientos de miles de casas sin vender. El Gobierno cree que si no dan créditos es porque están paralizados, por la cantidad de activos procedentes de la construcción que acumulan en sus balances y cuyo valor no ha sido actualizado. Desde ahora, será un poquito más fácil colocar todo este ladrillo.