Los funcionarios serán uno de los colectivos que más sufrirán el primer plan de ajuste del Gobierno de Mariano Rajoy. Según ha anunciado la portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se mantiene la congelación salarial y ha recortado la oferta pública de empleo al reducir a cero la tasa de reposición, salvo en las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, los servicios básicos como la Sanidad y la Educación y el personal dedicado a la lucha contra el fraude fiscal.
De esta forma, el Ejecutivo popular da continuidad a la medida aprobada por el Gobierno socialista, que en mayo de 2010 redujo en un 5% de media las retribuciones del personal del sector público y consolidó esta la rebaja en 2011 con la congelación de los salarios.
Además, el Gobierno ha anunciado que se amplía la jornada de los servidores públicos en 2,5 horas a la semana. A partir de ahora, todos los funcionarios de España (salvo excepciones) tendrán una jornada laboral de 37,5 horas semanales.
Los sindicatos
Por su parte, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha rechazado las medidas de recorte anunciadas por el Gobierno que afectarán a los empleados públicos en 2012 y ha sostenido que acabarán por mermar la calidad de los servicios prestados.
"Los recortes a nuestros salarios son medidas fáciles, aparentes y mediáticas, pero que ya se ha podido comprobar no tienen repercusión significativa para salir de la crisis", ha defendido el sindicato, que, ha añadido que este tipo de iniciativas "sirven para hacer creer a la sociedad los funcionarios son la causa de la crisis y que con su sacrificio se solucionará".
Ante esta situación, CSIF ha pedido al Gobierno que reconozca la pérdida de poder adquisitivo que los empleados públicos han sufrido en los últimos años, más de un 20%, según sus datos.