Como consecuencia de las elecciones de 20 de noviembre de 2011, se ha producido un cambio radical en la política española en los días de paso del 2011 al 2012. Conviene atisbar por dónde parece que son fundamentales las alteraciones.
En este caso, no todos los caminos conducen a Roma. La detallada partitura que muestre Rajoy en los siguientes meses será crucial para determinar o no el buen rumbo económico de España. Habrá que esperar.
Es realmente notable que nada menos que un Premio Nobel de Economía como Stiglitz haya llegado a afirmar en serio que lo que ha caracterizado a España es “el reinado del libre mercado ilimitado”.
La inflación no sólo no es necesaria sino que incluso puede ser muy contraproducente: envía señales distorsionadas a los agentes, castiga a los ahorradores que han acertado y agrava las carestías relativas de recursos.