Hablar de Navidad es hablar también de gastos y compras. El aspecto mercantil de estas fiestas no ha hecho más que crecer en los últimos años, aunque como ha destacado iAhorro.com en su estudio "¿Navidad en crisis?", un 73% de los ciudadanos gastará menos en 2011 que el año pasado. Aun así, el componente de gasto de estos días es de lo más importantes del año, y si hablamos de gastar sin duda también tenemos que hacerlo de tarjetas.
Así como refleja el Banco de España, 2010 cerró con un número de operaciones de tarjetas de 2,14 millones que supuso un volumen de 95.184 millones de euros, un 5,82% más de operaciones y un 4,51% en importe, crecimiento que ha continuado en estos 9 primeros meses del 2011. Todo ello, pese a que el parque de tarjetas de crédito si ha descendido, de los 44,82 millones, cifra récord, del 2008 a los 42,11 millones a 30 de septiembre de este año.
Este enorme volumen de transacciones hace que los Bancos cada vez se centren más en el negocio que generan, por el lado del cliente por las comisiones que se cobran por su emisión o renovación y los intereses de fraccionar o aplazar el pago de compras, y por el lado de los comercios gracias las comisiones que cobran cada vez que pasamos la tarjeta por el Terminal Punto de Venta. Algunas entidades financieras nos ofrecen descuentos por pagar con tarjeta de crédito y otras ventajas, pero hay que calcular siempre si el descuento compensa o no el coste de mantener una deuda en el tiempo que no podemos amortizar.
Las tarjetas clásicas nos permiten conocer el principio y el fin de nuestra deuda, pagando en varios plazos. Si unimos esta flexibilidad a un coste más reducido, el resultado puede ser obtener una financiación a un coste razonable. Así en el segmento de las tarjetas más económicas están las que ofrece la banca online, como las visas clásicas de iBanesto con el 1% de interés nominal mensual (12,68% TAE) o la tarjeta de Ing Direct con un 1,10% nominal mensual (14% TAE).
Por todo ello, siempre buscar la tarjeta más barata en cuanto a cuota de emisión e interés, fijarse en la letra pequeña y no olvidarse de ver siempre que hay detrás de todo descuento o promoción.
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