La asfixia financiera que sufren los consistorios de toda España obliga a tomar medidas impensables para un Ayuntamiento, como es la privatización de servicios habitualmente controlados bajo el rigor del presupuesto público. No es la primera vez que se plantea una iniciativa como la que baraja el Ayuntamiento de Barcelona. En otras partes del mundo, como California, ya se planteó en 2009 el despido de funcionarios y la privatización del Zoo.
En esta ocasión, la Ciudad Condal está estudiando la posibilidad de privatizar los servicios de conservación de parques y jardines. No sin oposición, el alcalde Xavier Trias ha ordenado un análisis que permita reformar en profundidad el Instituto Municipal de Parques y Jardines de Barcelona y quiere hacerlo "en este mandato y sin descartar ningún escenario". El ejecutivo municipal ya ha dicho que, aunque no tiene nada decidido, pide a la plantilla "que reforme un modelo obsoleto", según publica El punto hoy.
El informe, encargado a la consultora Konsac Group, plantea tres formas de liberarse del peso de la administración de la jardinería, "subrogar toda la plantilla de golpe a una presa privada, hacerlo por etapas o ir contratando de manera progresiva los servicios a medida que el personal contratado vaya plegando o jubilándose".
La consultora se decanta por la subrogación de golpe, sin rechazar alternativas como dar entrada a un privado como socio mayoritario, tal y como ya ocurre con los servicios funerarios. Delegar la preservación del capital verde público en un gran ente supramunicipal también con capital privado, o crear pequeñas sociedades.