Los ministros de Economía de la eurozona han acordado este lunes tras una teleconferencia de cuatro horas de duración aportar 150.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI), a través de préstamos bilaterales, con el objetivo de reforzar los cortafuegos financieros contra la crisis de deuda. A España le corresponderá contribuir con 14.800 millones de euros a este refuerzo, el 9,91% del total. Entre los grandes países de la eurozona, Alemania pondrá 41.500 millones (27,67%); Francia, 31.400 millones (20,94%) e Italia, 23.480 millones (15,66%).
Reino Unido se ha negado a contribuir en el marco de la UE, lo que ha hecho imposible alcanzar los 200.000 millones de euros que habían acordado los líderes europeos en la cumbre del 8 y 9 de diciembre. Londres "ha indicado que definirá su contribución a principios del próximo año en el marco del G-202, asegura el comunicado hecho público al término de la reunión.
Durante la teleconferencia, República Checa, Dinamarca, Polonia y Suecia "han indicado su disposición a participar en el proceso de reforzar los recursos del FMI", pero tampoco han concretado sus aportaciones. Para algunos países de la eurozona, los compromisos asumidos "están sujetos a aprobación parlamentaria", asegura la declaración.
Los ministros de Economía de la UE han pedido además a "los miembros del G-20 y otros miembros del FMI financieramente sólidos que respalden los esfuerzos para salvaguardar la estabilidad financiera mundial contribuyendo a aumentar los recursos del Fondo". "Estos recursos reforzarán la capacidad del FMI para cumplir sus responsabilidades sistémicas de ayudar a sus miembros, lo que es especialmente importante teniendo en cuenta la ralentización económica en curso y las tensiones en los mercados financieros", señala la declaración.
Los ministros precisan que cualquier ayuda del FMI a los países afectados por la crisis de deuda "se basará en la condicionalidad normal" que impone el Fondo, es decir, en un programa de recortes fiscales y reformas estructurales.