El 16 de noviembre de 2005 recibí este mensaje en mi cuenta personal de correo:
Os escribo para proponeros una idea empresarial. Me gustaría que la consideráseis y que de momento la mantuviéseis en estricto secreto entre vosotros dos. Después ya lo ampliaremos a amigos, si es que os parece interesante. De momento es una idea, no sé si buena o mala. De hecho, lo que sí necesitaría es un poco de investigación por vuestra parte para ver la viabilidad del proyecto.
El firmante era Adeyemi Ajao, un amigo y compañero de clase en la universidad. Los destinatarios éramos Javier López Arangüena (amigo y compañero de piso de Adeyemi) y yo mismo. Por aquél entonces, Adeyemi estaba pasando el primer semestre del último año de carrera en la Universidad de Emory (Atlanta, EEUU). Fueron esos seis meses fuera de España los que le permitieron conocer de primera mano el fenómeno de las redes sociales y apreciar el potencial que éstas podían tener fuera de EEUU.
El email anterior sería el primer paso de cara al lanzamiento -sólo unas semanas después- de una embrionaria red social llamada Who Is Who (wiw.es), al que seguirían meses de mucho trabajo en los que se desarrollaría el primer plan de negocio de la compañía. Sin embargo, además de pensar en el negocio, Adeyemi dedicó la mayor parte del tiempo a montar un equipo con la capacidad suficiente como para sacarle partido a su idea. Para Adeyemi las personas eran más importantes que las ideas, una filosofía que ha mantenido en su corta pero intensa carrera hasta la fecha.
De hecho, es así como Adeyemi convenció a Zaryn Dentzel, un amigo norteamericano de la infancia que ya había hecho sus primeros pinitos en el mundo de las redes sociales, para que se mudase a España a unirse al proyecto. Posteriormente, tras levantar medio millón de euros en capital semilla, WhoIsWho se convertiría en el actual Tuenti.com en el verano de 2006. Cinco años después de ese primer email, agosto de 2010, los socios fundadores de Tuenti venderían sus participaciones a Telefónica por 70 millones de euros.
Adeyemi Ajao, 29 años, es Licenciado en Derecho y en Administración y Dirección de Empresas por ICADE en Madrid, y tiene un MBA por la Universidad de Stanford. Ha trabajado como analista del equipo de fusiones y adquisiones de UBS en Londres, así como de la práctica de corporate finance de McKinsey&Co en Madrid. Como emprendedor, Adeyemi ha sido fundador de Tuenti y de Job&Talent.com en España, y de Identified.com en EEUU, donde ahora reside. Su último proyecto en España es Cabify.com.
Pregunta (P): Adeyemi, sorprende el número de proyectos empresariales que has liderado. ¿Con cuál te quedas?
Respuesta (R): Les tengo mucho cariño a Tuenti y Job&Talent, ya que fueron proyectos que lancé junto a algunos de mis mejores amigos del colegio y de la Universidad. ¡Tú mismo recordarás cómo trabajamos juntos en el primer plan de negocio de Tuenti allá por 2005! Sin embargo, si tengo que elegir, me quedo con Identified. Con los otros proyectos sentía que estaba entrenando para mi gran reto; con Identified siento que mi gran reto está ante mí.
P: Mirando tu currículum, todo parecen éxitos. ¿Has tenido algún fracaso?
R: Sinceramente, yo no veo nada de lo que he hecho como un gran éxito. Tengo tendencia a centrarme en todos mis errores (que son muchísimos) y a no estar nunca conforme con el resultado de nada de lo que hago. Hay mil cosas que me hubiese gustado hacer con Tuenti y Job&Talent. Concretamente, a Tuenti no lo considero un éxito completo ya que me hubiera gustado llegar a competir con Facebook a nivel mundial y no sólo a nivel local.
Creo que mis proyectos anteriores han llegado a buen puerto por haberme rodeado de equipos gestores magníficos. Todavía estoy intentando construir algo que sienta como el mejor producto posible que puedo ofrecer al mundo.
P: Fue durante tu ultimo año de carrera cuando tuviste tu primer éxito como emprendedor (Tuenti.com). ¿Cómo recuerdas esos meses?
R: El resto del mundo desapareció para mí. Por primera vez desde que empecé la carrera había encontrado algo que realmente me apasionaba, con lo que el Derecho Civil y la Macroeconomía dejaron de tener mucho sentido. Pasé de ser uno de los mejores estudiantes de la clase a sacar aprobados raspados... ¡Creo que en total fui al 10-20% de mis clases del ultimo año y tuve que apoyarme mucho en amigos como tú para terminar! Pero estaba muy emocionado y me encantó ponerme a trabajar con amigos de la infancia como Félix Ruiz. Además, aprendí mucho más durante esos meses que durante el último año de carrera.
P: Con 23 años ya estabas haciendo tu primer road-show por diversos fondos de capital riesgo dentro y fuera de España. ¿Cuánto dinero conseguiste levantar?
R: Levantamos un poco más de medio millón de euros, el 50% de amigos y familiares y el otro 50% de inversores que confiaron en nosotros como Carlos Dexeus, Fran Ortiz von Bismarck, Bernardo Hernández o Rodolfo Carpintier.
P: Supongo que ahora todo son halagos. Pero cuando empezaste a dar los primeros pasos como emprendedor, ¿cómo te miraba la gente cuando les contabas lo que estabas haciendo?
R: Hay una frase que no paraban de repetirme : "Todo esto de la web está muy bien, pero tú tienes buenas notas, ¿por qué no opositas a notario?"
P: ¿Has notado mucha diferencia entre España y EEUU?
R: Desgraciadamente, en España estamos a años luz y la verdad es que no sé como vamos a ponernos a la altura. Como te decía antes, cuando estábamos en el ultimo año de carrera, todo el mundo de nuestra clase quería opositar o aspiraba a convertirse en banqueros de inversión. Sin embargo, en mi clase de Stanford si no estabas trabajando en tu propio proyecto de empresa la gente pensaba que estabas perdiendo el tiempo.
P : Muchas personas dicen no poder montar su propia empresa por no tener la creatividad de genios como el recientemente fallecido Steve Jobs. Pero para que eso fuera una barrera para emprender tendríamos que convenir en que las ideas son más importantes que las personas. ¿Es eso cierto?
R: Siempre he sido muy friki y me pasé toda mi infancia admirando a genios como Steve Jobs. Ahora, en Silicon Valley, tengo la suerte de contar entre mis amigos con algunos de esos genios... Y te puedo decir con 100% de fiabilidad que el genio no existe. Las ideas geniales no existen. Es todo trabajo, enfoque y... Suerte.
Sólo hay dos características comunes a Mark Zuckerberg, Bill Gates o Amancio Ortega: uno, están obsesionados con su proyecto y no paran hasta hacerlo realidad; y dos, tuvieron suerte. Como dijo recientemente Michael Bloomberg, "cuantas más horas pases trabajando, más posibilidades tienes de que te encuentre el momento de suerte".
P: ¿Está, como algunos dicen, todo inventado?
R: Está todo por inventar. Cada año la tecnología y la sociedad cambian más rápido y todos vamos a tener que adaptarnos a cosas que creíamos eran ciencia ficción. Está todo por inventar y no hay suficiente gente inventando.
P: También tienes una formación académica muy sólida, incluido un MBA por la Universidad de Stanford ¿Estudiar más te ha convertido en mejor emprendedor?
R: No, hice el MBA por la visa. No fui para nada uno de los buenos alumnos del MBA y falté a muchísimas clases... Sin embargo, para la graduación, ya había levantado más de 5 millones de dólares para mi empresa y contratado a 10 ingenieros. Si no dejé el MBA antes fue por la visa. Desde luego, de lo que me arrepiento es de haber perdido 6 años estudiando dos licenciaturas. ¡Ojalá alguien me hubiera animado a dejar la carrera!
P: ¿Formación formal o informal?
R: La formación formal que proporciona la universidad está tan por detrás de la realidad emprendedora y empresarial que hay muy poco de valor que se pueda aprender dentro de un aula. Si vas a dar clases de programación y de diseño lo mejor es, simplemente, tratar de hacerlo tú mismo. Cambiaría toda mi formación universitaria por saber programar mejor y haberme pasado más años tratando de montar empresas.
P: Tu padre es nigeriano y tu madre era española. Para ti, ¿la multiculturalidad ha sido un incentivo o una barrera?
R: Un incentivo. Por un lado, en todos los sitios en los que he estado siempre era un poco diferente y, si quería encajar, tenía que ser más abierto y proactivo que el resto de la gente. Esto siempre me ayudó a hacerme más sociable y más lanzado en general. Por otro lado, viniendo de dos culturas muy distintas siempre aprendes a ver la diferencia como una oportunidad para aprender. Mis amigos no se parecen nada los unos de los otros.
P: ¿Mejor malo conocido que bueno por conocer?
R: Mejor luchar por cambiar aquello que no te gusta.
P: También has pasado algún tiempo trabajando por cuenta ajena. ¿En qué te han ayudado tus experiencias en el mundo de la consultoría estratégica y de las finanzas?
R: ¡Lo primero de lo que me di cuenta es que aquello no es lo que quería hacer el resto de mi vida! En serio, soy un empleado horrible...
Mi época en McKinsey fue bastante formativa, la verdad. Los consultores de estrategia tienen una forma de analizar problemas que es aplicable a muchas situaciones empresariales. También aprendí a hablar el lenguaje de los inversores, así como a no fiarte nunca de lo que te dice la gente con más experiencia. Al final, todo el mundo tiene una opinión y todo el mundo tiene más experiencia y es más listo que tú... Pero tú eres la única persona que tiene la pasión para sacar las cosas adelante. Es a tu corazón a quien realmente tienes que escuchar.
P: Sueles hablar con muchos emprendedores españoles que acuden a Sillicon Valley en busca de financiación. ¿Qué les dices?
R: Que lo primero que tienen que hacer es abandonar el mercado español y trasladar su equipo aquí, ya que con el mismo esfuerzo se pueden conseguir muchos mejores resultados. Es triste, pero cierto.
P: En España hay cierta tradición de emprendedores, desde el mismísimo Amancio Ortega hasta otros más jóvenes como Bernardo Hernández o tú mismo. ¿Es gracias al sistema o a pesar del sistema?
R: Amancio es claramente el emprendedor español más importante y creo que, claramente, es alguien que se formó fuera del sistema y se hizo a sí mismo. En España no hay sistema para formar emprendedores, hay sistema para formar funcionarios o ejecutivos.
P: Si pudieras hablar con el nuevo Gobierno, ¿qué le pedirías?
R: En primer lugar, es imprescindible una reforma total del sistema educativo. El 70% de las clases de mi carrera consistían en tomar apuntes y recitar de memoria en un examen. Eso es un 70% de 6 años en la universidad totalmente desperdiciados. Ese tipo de profesores deberían tener prohibido enseñar aunque, por desgracia, son la mayoría. Necesitamos clases prácticas en las que el resultado se mida por el impacto de tu proyecto, como tú y yo tratamos de hacer en nuestros años universitarios
En segundo lugar, también es necesario un cambio cultural. De alguna forma, hay que promover la imagen de gente que ha construido sus propios negocios, dándoles más participación en la vida cultural española.
En tercer lugar, es necesario promover "incubadoras" privadas. En los años 40, en EEUU se innovaba desde la investigación en materia de defensa. En los 50 fue desde el gobierno, y en los 60-70 desde la universidad. Sin embargo, es a partir de los 80 cuando la mayor parte de la innovación ha venido de la empresa privada. El modelo de incubadora funciona, pero no impulsado por organizaciones gubernamentales regionales.
En España todavía estamos en la fase del gobierno (hay una incubadora regional por cada ciudad, comunidad o caja de ahorros). Somos un país pequeño y este modelo representa un desperdicio de recursos. El gobierno debería centrarse en 1 ó 2 individuos o grupos de individuos que hayan demostrado que saben innovar y darles recursos económicos y logísticos ilimitados para formar sus pequeños "think-tanks" a modo de Ycombinator (que ha producido empresas como DropBox, actualmente valorada en más de 4.000 millones de dólares). Las empresas privadas deberían contribuir a la financiacion de estos costes, pero ni las empresas ni el gobierno deberían tener ningún poder de supervisión. Eso que se lo dejen a los emprendedores.
En cuarto lugar, ayudas fiscales y económicas tanto a emprendedores como a los que los ayuden. Es España es casi imposible alquilar una oficina cuando estás lanzando tu compañía.
P: Entiendo que estas medidas tardarán tiempo en surtir efectos, por lo que hay que implementarlas lo antes posible. ¿Algo para el corto plazo?
R: Creo que el modelo de incubadora podría lanzarse ya. Llevo tiempo hablando con algunos de mis socios en Tuenti para ayudar a lanzar algo parecido utilizando la mayor parte de los beneficios que tuvimos para que otras puedan beneficiarse de nuestra experiencia.
P: No sé si has visto que el programa electoral del PP incluye algunas medidas para fomentar la emprendeduría. ¿Qué opinión te merecen las propuestas?
Punto 14: Impulsaremos una nueva ley para el apoyo a los emprendedores que favorezca las nuevas iniciativas empresariales y el desarrollo de la actividad de pymes y autónomos.
R: Es imposible saber en qué medidas concretas se va a traducir esta ley. En todo caso, es importante que el nuevo gobierno tenga en mente que sólo podremos beneficiarnos de la creatividad que los españoles atesoran si abordamos este problema, a la vez, desde distintos frentes: el educativo, el cultural, el administrativo y el fiscal.
Punto 15: Aprobaremos un apoyo fiscal, por importe de 3.000 euros, por la contratación del primer trabajador que no tenga la condición de socio de una empresa de nueva creación. Bonificaremos las cotizaciones sociales para los autónomos empresarios que contraten su primer trabajador no socio.
R: Tal y como escribíais Javier Hernández y tú hace unos días en Libre Mercado, el mercado laboral español requiere de un profundo cambio. No tengo claro que este tipo de parches, aunque positivos, vayan a marcar un antes y un después en la creación de empresas en España. Insisto en la necesidad de un enfoque multifacético y en el rol de "incubadoras" de empresas que, además, servirían para canalizar el ahorro de familias, empresas e instituciones públicas hacia actividades innovadoras con el potencial de mejorar la productividad, así como la marca España en el medio y largo plazo.
P: Dicen las encuestas que, hoy en día, los jóvenes no quieren ser emprendedores sino funcionarios.
R: Eso no es cierto. El problema es que no tenemos modelos a los que admirar. Cada vez que me veo con mis compañeros de universidad, todos y cada uno me comentan que tienen una idea que les gustaría lanzar. El problema es que nadie sabe ni cómo empezar.
P: Supongo que no descubrimos nada si decimos que España no pinta demasiado en el mundo. ¿Cómo se ve España y a los españoles desde (y en) Sillicon Valley?
R: Desgraciadamente, no nos toman muy en serio. Cuando llegué aquí mi experiencia en España no contaba mucho ya que nos ven como el Tercer Mundo de temas de internet. Tuve que ganarme la reputación desde cero para poder montar Identified.
P: El otro día leí que los que están tan locos como para creer que pueden cambiar el mundo son, precisamente, quienes lo logran. ¿Estamos todos demasiado cuerdos?
R: Ya sabes lo que dicen. Los que están demasiado cuerdos y piensan que los cambios radicales no son posibles no deberían molestar a los que están suficientemente locos como para dedicarse a cambiar las cosas.
P: Ya sabes que en España quien tiene éxito es, normalmente, por suerte...
R: En la vida, la suerte es importante. Pero, curiosamente, sólo le suele llegar a aquél que trabaja sin parar. Cuando uno trabaja duro y se esfuerza por alcanzar un sueño será capaz de crear sus propias oportunidades. A quien crea sus propias oportunidades el azar no le preocupa.