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Rosell pide que se pueda despedir a los funcionarios

El presidente de la patronal asegura que el sector público está sobredimensionado aunque no quiso precisar cuantos empleados sobran.

hiphothe dijo el día 14 de Diciembre de 2011 a las 22:08:

La pregunta que se me ocurre es: ¿por qué, señor Rosell no se dedica a hablar de los suyo y deja de hablar de lo que ni sabe ni le incumbe? Si se dedicara a hablar de los suyo es posible que sus declaraciones y sus datos fueran más concretos. Además creo que nadie le ha elegido para hablar de lo que no entiende. Ciñase a lo suyo que en estos momentos es un sector que necesita mucha atención y que puede ser la esperanza de mucha población que esta en circunstancias dramáticas. ¿Qué pretende obtener usted mandando al paro a otro millón más de ciudadanos? No se entiende que esté preocupado por lo que no le incumbe y deje al albur lo que es de su única competencia.

estepa dijo el día 14 de Diciembre de 2011 a las 21:52:

Casi todos los que odías/envidías a los funcionarios tenéis ni pajolera idea de cómo funciona la Administración.

ancarnu dijo el día 14 de Diciembre de 2011 a las 21:31:

Para evitar el nepotismo podría pensarse en privatizar la gestión de muchos organismos de la Administración con lo cual el político ya no tendría tan fácil el quitar y poner peones.
Por ejemplo: en un centro concertado de enseñanza poco nepotismo puede practicar un político en el poder; lo mismo sucedería en hospitales, prisiones, bomberos, protección civil, y muchos etcéteras estatales, regionales , provinciales y locales.
Seguro que podrían evitarse abusos consistentes en retribuciones de 30.000 euros a un fotocopiador ( o dos) 50.000 a un paleta y etc. como ha sucedido en algún ayuntamiento.

Clash_63 dijo el día 14 de Diciembre de 2011 a las 21:25:

Es claro que el funcionariado tiene que cambiar. Por supuesto, el que apruebe su oposición, gana su plaza y es suya para toda la vida. ENHORABUENA.

Pero tiene que haber los imprescindibles y tienen que ser eficaces, por que los pagamos con nuestros impuestos. Prefiero que me bajen los impuestos a que me los suban. (Soy de los que piensan que cuanto menos Estado mejor). Como en cualquier empresa, el que no cumpla… fuera.

Sin entrar, en los infinitos ejemplos de derroche en proyectos, mal servicio y atención que a diario cualquier ciudadano ve y sufre, en estos momentos ni siquiera lo podemos pagar. Parece que no nos damos cuenta que el barco se hunde.

quasimod dijo el día 14 de Diciembre de 2011 a las 21:11:

Pues puestos a pedir..., por pedir que no quede, señor Rosell.

Yo pido que a los empresarios que no sepan gestionar sus empresas o presenten balances con pérdidas, les sean expropiadas sus empresas, nacionalizadas por el estado y entregadas para su gestión a los propios trabajadores.
Y si esas pérdidas coinciden con suculentas dietas, sueldos y planes de pensiones para ellos y los altos directivos, directamente a la cárcel, con expropiación de dichos fondos de pensiones, cuentas, depósitos y valores de los que sean titulares.

¿Qué le parece, señor Rosell? Es justo, ¿verdad?
El fulano éste no sabe que los funcionarios NO SON EMPLEADOS. Y su inamovilidad, o separación del servicio, salvo por infracción muy grave, y previo el oportuno procedimiento, bajo la tutela judicial, es la GARANTÍA DE IMPARCIALIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN.

Bueno, a lo peor es que lo que no quiere el Sr. Rosell es que la Administración sea imparcial, claro.

colt45 dijo el día 14 de Diciembre de 2011 a las 21:10:

Cifras X cifras :

Con Franco había 900.000 para 30 millones de habitantes, no había ordenadores ni internet ni e-mail, ni todo el mundo tenía teléfono como ahora.
Ahora hay 3.500.000 para 45 millones de habitantes.
Algo falla... por que debería haber 1.300.000 eso sin los medios actuales.

abwher dijo el día 14 de Diciembre de 2011 a las 21:09:

Lo primero "Rosellillo", pide que te quiten (a tú organización y a la de los bandoleros sindicalistas) todas las subvenciones. Segundo devolver todo el dinero que habéis recibido hasta ahora y luego pide lo que quieras, rico. Mientras estés -y hayas estado- chupando del bote te callas, que no necesitamos a un tonto pagado como tú para dar consejos a nadie.

luna3008 dijo el día 14 de Diciembre de 2011 a las 21:08:

Claro que la administración pública está sobredimensionada, con tantos políticos y cargos de libre designación que hay. Y por todos los trabajos dados a empresas privadas que perfectamente se podía hacer con los funcionarios, pero que había que hacerlo fuera de la administración para que algunos se llevaran millones. Por cierto, trabajos que después los funcionarios hemos tenido que rectificar de las chapuzas que han hecho.

Mala44 dijo el día 14 de Diciembre de 2011 a las 21:07:

Al Sr. Rosell como se le siga dando cancha va a acabar superando en estúpidas ocurrencias al ex ministro Sebastián.
¡Ponte a trabajar, Rosell ¡, y deja de decir tonterías. En este país cada día nos sale un nuevo tonto solemne.
Cuánto se añora la profesionalidad e inteligencia del Sr. Cuevas.

Bruenor dijo el día 14 de Diciembre de 2011 a las 20:59:

Hispanio, menos rollos. Muchas de las empresas públicas existen porque los paniaguados de los funcionarios, después de aprobar unas oposiciones ficticias que en la mayoría de los casos respondían a exámenes filtrados y a concursos-oposiciones con baremos a medida, se dedicaban a no trabajar porque eran inamovibles, y alguien tenía que hacer su trabajo. Lo que hay que hacer es sustituir a los funcionarios por trabajadores normales, que costando menos al contribuyente rinden mucho más. Tan sólo me remito al porcentaje de bajas de los funcionarios públicos, que llega al 25% frente a un 4% de las empresas públicas. Me hace gracia que los funcionarios se escuden en las oposiciones cuando en ningún país del mundo existen oposiciones, siendo elegido su personal público por entrevistas, currículum, valoración de experiencia, ... en fin como en cualquier empresa privada. Así que ya está bien de rollos y mentiras, lo que hay que hacer es acabar con los privilegios de los funcionarios, que éstos pasen a regirse por la legislación laboral, y acabar con las interminables horas en el bar de las que disfruta este colectivo a costa del contribuyente.