Los mercados bursátiles, sobre todo el español y el italiano, están reaccionado este lunes con pérdidas a las conclusiones de la Cumbre Europea del pasado viernes. Pero más allá de la opinión de los inversores, parece que los acuerdos alcanzados por los líderes europeos tampoco convencen a algunos de los principales organismos internacionales.
Moody's
Así, entre los entes privados destaca la reacción de la agencia de calificación Moody’s, que este lunes reiteró su intención de revisar a la baja el rating de los países de la zona del euro ante la continua ausencia de medidas políticas decisivas tras la cumbre de Bruselas para estabilizar los mercados del crédito a corto plazo.
En su nota, Moody's indica que los políticos europeos ofrecieron el pasado viernes escasas nuevas medidas y, de hecho, muchas son similares a otras dadas a conocer anteriormente. En concreto, considera que los acuerdos reflejan la continua tensión entre el reconocimiento de los líderes de la zona del euro de la necesidad de aumentar el apoyo a los países con debilidad fiscal y la gran oposición para hacerlo dentro de los países más fuertes.
Comisión Europea
Mientras, el vicepresidente segundo y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, destaca que se ha acordado un compromiso "muy fuerte" de coordinar las políticas presupuestarias "como nunca antes se había alcanzado", aunque agregó que el acuerdo por sí mismo no es suficiente para que Europa supere la actual crisis económica.
Además, advierte de que es necesaria una mayor integración de la política común en la zona euro para que el Banco Central Europeo (BCE) actúe como si fuera el banco de un solo país, por ejemplo comprando masivamente deuda pública. "Los 17 gobiernos de la zona euro tenemos que poner en común las políticas económicas, y los países todavía en muchas áreas se resisten a considerar que tienen que poner en común decisiones, y hasta que no se avance más en este aspecto, el BCE no podrá actuar como si fuese el banco central de un solo país", indicó este lunes en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press.
FMI
Por su parte, el economista jefe del Fondo Monetario Intenacional (FMI), Olivier Blanchard, señaló el domingo que, si bien una mayor integración económica es un paso en la dirección correcta, no es una solución completa para resolver la crisis de deuda. "Lo que sucedió la semana pasada es importante: es parte de la solución, pero no es la solución", explicó Blanchard en una conferencia mundial de negocios celebrada en Tel Aviv, sin comentar qué otras medidas son necesarias. "Mucha de la volatilidad viene en los estados de Europa por mostrar la diversidad de opiniones y la incapacidad para llegar a un proceso de decisión lógica", añadió.
OCDE
Como resultado, dada la elevada incertidumbre que aún persiste en la eurozona y en la economía global, los mercados y gobiernos se enfrentan a crecientes dificultades para financiarse el próximo año, según admitió Hans Blommestein, director de Gestión de la Deuda Pública de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en declaraciones al diario Financial Times.
Así pues, en un futuro inmediato será un "gran desafío" para un amplio número de países miembros de la OCDE captar volúmenes elevados en los mercados privados, ya que el conocido como "riesgo de refinanciación" supone un gran problema para la estabilidad de muchos gobiernos y economías.
No en vano, la entidad calcula que las necesidades brutas de financiación de los países industrializados alcanzaron este año los 10,4 billones de dólares (7,8 billones de euros) y llegarán a 10,5 billones de dólares (7,9 billones de euros) en 2012, un billón por encima del dato de 2007 y prácticamente el doble que en 2005. Asimismo, la institución advierte de que, a pesar de que estas cifras fueron mayores en 2009 y 2010, los riesgos son ahora mayores que nunca por el aumento de los costes de financiación en medio de las turbulencias de los mercados.
Banco de Pagos Internacionales
Por último, el Banco de Pagos Internacionales (BPI) añade que las dificultades de financiación para los bancos europeos van a persistir debido a la crisis de endeudamiento soberano. De hecho, esta situación ya ha incrementado la dependencia de los bancos franceses e italianos de la liquidez del Banco Central Europeo (BCE). Así se desprende del último informe trimestral del BPI de diciembre, publicado el domingo, en el que analiza la situación de los mercados de deuda pública y de los bancos.
El BPI, con sede en la ciudad suiza de Basilea, recuerda que a finales de 2014 vencen títulos de deuda bancaria por valor de 2 billones de dólares (1,5 billones de euros). El 13% de esta cantidad es deuda garantizada por los gobiernos, que ha sido emitida principalmente en 2009 a vencimientos que pueden dificultar su extensión a términos razonables.