La Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) reveló este lunes el mayor caso de fraude bursátil en las dos décadas de historia de los parqués chinos, después de que en noviembre anunciara "tolerancia cero" contra este tipo de delitos.
Según recoge hoy en una breve nota el propio diario oficial Shanghai Daily, se trata del mayor caso de manipulación del mercado de valores chino hasta la fecha, con la que se lograron beneficios ilegales por valor de 426 millones de yuanes (50,2 millones de euros, 66,9 millones de dólares).
Para ello, una firma de la provincia suroriental de Cantón, Guangdong Zhong Hengxin, se sirvió de 30 analistas de bolsa que difundían recomendaciones de inversión en televisión y por otros medios, con lo que conseguían influir de manera interesada en el volátil mercado chino, extremadamente sensible a los rumores. Zhong Hengxin se encargaba de adquirir acciones a bajo precio, que tras la aparición en los medios de su red de analistas conseguía vender días después a un precio por encima de su valor real.
Para ocultar sus operaciones, la compañía operaba mediante 148 cuentas de inversión diferentes abiertas en 44 corredoras de bolsa, con las que llevó a cabo transacciones por valor de 57.200 millones de yuanes (6.740 millones de euros, 8.995 millones de dólares), según reveló el regulador del mercado. De ellos, más de 2.000 millones de yuanes (235 millones de euros, 314 millones de dólares) se invirtieron en financiar sus operaciones y en influir en el valor de las acciones de un total de 552 firmas diferentes, detalla hoy el diario independiente "South China Morning Post".
La CRMV puso tras la pista del caso a los tribunales y la policía en marzo del año pasado, y aunque la investigación no ha concluido, la trama ha sido revelada a los medios días después de que Guo Shuqing, su presidente y ex responsable del Banco de la Construcción de China, prometiera "tolerancia cero" contra estos fraudes.
"Según los últimos acontecimientos, definitivamente la CRMV está estrechando sus esfuerzos de control, lo que el mercado lleva esperando mucho tiempo", señaló Liu Shengjun, subdirector de la Escuela Internacional de Negocios China-Europa de Shanghái, un proyecto entre China y la Comisión Europea.
Los analistas suelen coincidir en que los dos grandes puntos débiles del mercado chino son la facilidad para la utilización ilegítima de información privilegiada y el peso excesivo que tiene la propia CRMV, de la que depende la aprobación de toda oferta pública de valores (OPV) en Shanghái y en Shenzhen. De esta manera, las firmas que quieren cotizar pero no cumplen con los requisitos necesarios a menudo tienden a sobornar a los burócratas de la CRMV o acuden a contactos políticos o gestoras de valores en bolsa que puedan interceder por ellos a la hora de conseguir el visto bueno del organismo.
Según Liu, "reformar el sistema de aprobación de las OPV está más allá de la capacidad personal de Guo, y necesitaría el empuje de alguien por encima de él".
"Por ahora, combatir los abusos de información privilegiada y las demás irregularidades es todo lo que Guo puede hacer para promover la transparencia, la limpieza y la justicia", opinó el responsable del CEIBS, la más prestigiosa escuela de negocios de China y de referencia en toda la región.
El predecesor de Guo, Shang Fulin, tenía fama de pragmático y cosechó el mérito de convertir las viejas acciones no comercializables de las firmas estatales en títulos en cotización con normalidad, pero durante su mandato las bolsas chinas destacaron por su debilidad y sus frecuentes escándalos. La CRMV ha investigado en lo que va de año 82 irregularidades en bolsa, entre ellos 39 casos de comercio en acciones con información privilegiada, ha impuesto multas por valor de 335 millones de yuanes (39,4 millones de euros, 52,6 millones de dólares) y ha expulsado a ocho inversores del mercado.