Habrá pacto fiscal pero no un nuevo tratado de refundación de la UE (al menos no uno que incluya a los 27 miembros actuales). La cena de jefes de Estado y Gobierno de la UE, que se alargó más de diez horas y concluyó a las cinco de la madrugada del jueves al viernes, logró acuerdos en medidas concretas como acelerar un año la entrada en vigor del fondo de rescate permanente y dotar al FMI con 200.000 millones de euros para ayudar a países en crisis. Sin embargo, pese al esfuerzo y a la larga noche en vela de los líderes comunitarios, nadie logró convencer a Cameron de que aceptase unir la suerte del Reino Unido a la del resto de sus socios.
Los acuerdos
- Disciplina presupuestaria: La reunión logró bastante rápido un pacto sobre disciplina presupuestaria, que consagra la "regla de oro" para que los países no tengan déficit estructurales anuales superiores al 0,5 % del PIB, que además se incluirá en las constituciones de los países o en legislaciones de fuerza equivalente. Habrá sanciones para los países que incumplan y los presupuestos de los socios comunitarios serán controlados por la UE y el Consejo Europeo (los gobiernos). Los países tendrán que informar de sus planes de emisión de deuda pública.
- Regulación financiera: Sin embargo, la división llegó a la hora de ver qué marco legal se daba a ese acuerdo. El primer ministro británico, David Cameron, se erigió en protagonista, al exigir la inclusión de un protocolo para exonerar al Reino Unido de algunas normas sobre la regulación de los servicios financieros. Los 17 países del euro y otros seis no miembros (Bulgaria, Dinamarca, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía) se mostraron dispuestos a unirse a ese nuevo tratado. Hungría al principio se alineó con Cameron, mientras que Suecia y República Checa pidieron realizar consultas con sus parlamentos o con socios de las coaliciones de gobierno. Sin embargo, el viernes por la mañana los tres países dejaron solo al Gobierno británico al anunciar que estaban dispuestos a firmar el acuerdo.
- Dotación al FMI: los Veintisiete acordaron acelerar la entrada en vigor del fondo de rescate permanente a julio de 2012 y dotar al FMI con 200.000 millones de euros para ayudar a países en crisis. Los líderes decidieron reforzar sus dos fondos de rescate al combinar su fuerza y mantenerlos en paralelo hasta mediados de 2013, con la idea de crear un verdadero cortafuegos capaz de frenar el contagio y de rescatar, si fuera necesario, a economías más grandes. Estos 200.000 millones saldrán de los bancos centrales de la UE: así, los de los países de la Eurozona (el Banco de España, por ejemplo) pondrán 150.000 millones y el resto 50.000 millones.
- Los dos fondos: los líderes europeos acordaron adelantar la entrada en vigor del fondo permanente de rescate (MEDE) a julio de 2012 y mantener a la vez el fondo temporal (FEEF) hasta mediados de 2013, con lo que ambos instrumentos se solaparían durante aproximadamente un año. El FEEF cuenta con una capacidad de intervención de 250.000 millones de euros si se descuentan los 190.000 millones que ya han sido comprometidos para sufragar los gastos de los rescates a Grecia, Portugal e Irlanda. El MEDE, por su parte, tiene una capacidad de intervención de 500.000 millones de euros, monto que será revisado en marzo de 2012.
- Fondo no bancario: no obstante, al final Alemania se ha salido con la suya en detrimento de Francia, y el fondo de rescate permanente no tendrá una licencia bancaria, algo que le hubiera facilitado acceso a los recursos del Banco Central Europeo. Eso sí, Berlín ha cedido en su rechazo inicial de revisar al alza la dotación máxima del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) de 500.000 millones de euros.
- Participación de la banca: la UE también eliminará la obligación la banca de participar en más quitas en reestructuraciones de deuda soberana europea. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, admitió en rueda de prensa que esa decisión se tomó después de que el uso de esta idea en el segundo rescate griego "tuvo un efecto muy negativo en los mercados de deuda".
- Eurobonos: en cuanto a los eurobonos, si bien no hubo un acuerdo ante la persistencia de la oposición de Alemania y Holanda, sí se acordó que los presidentes del Consejo Europeo, la CE y el Eurogrupo elaboren un informe para la cumbre de junio de 2012. Para entonces "esperamos que haya aguas más calmadas y un clima más tranquilo", añadió Van Rompuy.
Las reacciones
Sarkozy: "Cameron ha pedido lo que todos considerábamos inaceptable", resumió la situación el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien no dejó de recordar que parte de los problemas económicos actuales "vienen de la desregulación de los servicios financieros". "Si aceptamos una derogación para el Reino Unido... sería poner en cuestión una gran parte del trabajo hecho (en la UE) para la regulación" de este sector, insistió. El mandatario francés, con gesto muy adusto, rechazó que se esté generando una división en la UE: "estamos tratando de salvar nuestra moneda y nos acusan de hacer una Europa a dos velocidades".
Cameron: El primer ministro británico dijo que las condiciones eran "inaceptables" para su país, que quería salvaguardas para evitar que las normas europeas afecten al trabajo en la City londinense, el principal centro financiero mundial.
Draghi: El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, consideró que el acuerdo "se acerca bastante a un buen pacto fiscal" y "ciertamente ayudará en la situación actual". En este sentido, ha calificado el acuerdo de "muy buen resultado".
Merkel: A pesar de la fuerte disputa con los británicos por la cuestión de los tratados, la canciller alemana, Angela Merkel, consideró que la reunión arrojó un "muy buen resultado" que permitirá a los 17 países del euro "recuperar la credibilidad" que han perdido en los mercados.
Lagarde: Para la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, el conjunto de decisiones acordadas constituye "un paquete que va realmente en la buena dirección".