La mayoría de los pensionistas españoles ha perdido casi un 3% de poder adquisitivo este año como consecuencia del tijeretazo. La inflación de noviembre se utiliza en cada ejercicio para evitar que los beneficiarios de estas prestaciones vean mermada su capacidad de compra. Esto ha sido así desde que el PP lo estableció por ley en la primera legislatura de José María Aznar. Pero eso ha cambiado. El recorte de Zapatero congeló las pensiones, excepto las mínimas y las no contributivas.
De esta manera, aunque el Gobierno se ha lanzado este martes a anunciar que unos 3,2 millones de pensionistas perceptores de prestaciones mínimas contributivas y no contributivas cobrarán 855,87 millones de euros por la desviación de la inflación durante 2011, lo más relevante es que más de 5,5 millones de perceptores de pensiones contributivas, han perdido casi un 3% de su sueldo real (nominalmente su pensión sigue igual, pero pueden comprar menos cosas con este dinero).
Según el indicador adelantado del IPC publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación interanual bajó por segundo mes consecutivo y cayó una décima en noviembre, hasta el 2,9%. Esa cifra de noviembre es la que se utiliza para conocer si ha habido desviación del IPC real frente al previsto por el Ejecutivo, que es del 1% para 2011. Debido a que el IPC de noviembre supera en 1,9 puntos porcentuales al previsto, la Seguridad Social deberá desembolsar esos 855,87 millones de euros. De esos casi 856 millones 441,69 millones son en concepto de paga compensatoria, mientras que otros 414,18 millones son para consolidar ese abono en la nómina de pensiones, explica Trabajo en su nota. El Ministerio recuerda, además, que la compensación por la desviación de la inflación no afecta a las pensiones que hayan sido reconocidas a lo largo de 2011.
Como ya explicamos en enero de este año, la actualización de las pensiones se realiza a través de tres mecanismos diferentes. Esto tiene su lógica, aunque puede confundir a algunos. Intentaremos resolver de nuevo las dudas de los pensionistas y sus familiares sobre lo que pasó a comienzos de 2011 y lo que va a ocurrir dentro de un par de meses.
Enero de 2011
1. Paga extra: Se mantuvo. El Gobierno aprobó en enero de 2010 una subida del 1% de las pensiones sobre lo cobrado en 2009, porque preveía que éste sería el incremento del IPC. Sin embargo, los precios subieron en 2010 un 2,3%. Por lo tanto, en enero de 2011 tuvo que abonar una paga extra por la diferencia entre su previsión y la realidad.
Pongamos el ejemplo de un pensionista que cobró 1.000 euros en 2009. El Gobierno decretó un incremento del 1% en su paga por lo que desde enero a diciembre de 2010 cobró 1.010 euros al mes. Como la inflación fue del 2,3%, en realidad debería haber cobrado 1.023 euros. Por lo tanto, el Gobierno le debía 13 euros por 12 meses. Por eso, en enero de 2011 cobró una paga extra de 13*12 = 156 euros.
2. Ajuste de pensión para 2011 en función de la inflación de 2010: Quizás éste fue el punto que más confusión creó tras el tijeretazo. Aunque el Gobierno dijo que se congelaban las pensiones, los perceptores vieron un ligero incremento. Esto se debió a que se consolidó para 2011 ese incremento del 2,3% del que hablábamos antes. En realidad no era una subida de la pensión, sino la aplicación de lo ya aprobado para 2010.
Por eso, el pensionista del ejemplo habrá cobrado 1.023 euros a lo largo de 2011, lo que supone un incremento de 13 euros respecto a lo cobrado mes a mes en 2010.
3. Nuevo incremento en relación con el IPC previsto para 2011: Éste es el concepto que se congeló, de acuerdo con lo aprobado en el tijeretazo. Todos los años, los pensionistas veían como su pensión se revalorizaba en función de las previsiones del Gobierno sobre el IPC. Pero en enero de 2011 no se hizo este cálculo.
Por seguir con nuestro ejemplo, el Gobierno podría haber previsto una subida del 1% de los precios y nuestro pensionista habría cobrado 1.023 euros * 1,01 = 1.033,23. Pero se congelaron las pagas y siguió cobrando 1.023 euros.
Enero de 2012
1. Paga extra por el ajuste a la inflación real: este año no habrá paga extra (salvo en los casos comentados). Como no se hizo una previsión de inflación, no hay que ajustar nada.
2. Ajuste de pensión para 2012 en función de la inflación de 2011: la principal consecuencia del tijeretazo es que no se producirá este ajuste por la misma razón que en el punto anterior.
Nuestro pensionista sigue cobrando 1.023 euros y no tiene derecho a actualizar esta cantidad según la subida del IPC de noviembre (2,9%). En teoría, debería cobrar 1.023 * 1,029 = 1.052,667 euros. Pierde unos 30 euros de poder adquisitivo al mes.
3. Incremento en relación con el IPC previsto para 2011: la gran duda es si el nuevo Gobierno aprobará una subida de las pensiones el próximo enero en función de la inflación prevista para 2012. El PP se ha pasado toda la campaña diciendo que sí lo harán y que con ellos las pensiones siempre se revalorizarán según el IPC. Por lo tanto, lo normal es que en enero haya una previsión (lo lógico es que sea conservadora) y que las pensiones para 2012 vuelvan a subir.