Dice el artículo: "Sin la existencia de un mercado secundario, comprar bonos a 10 años implicaría esperar una década a percibir intereses"
Es evidente que el autor del artículo no ha comprado deuda pública en todos los años de su vida, o al menos bonos a 10 años. De lo contrario no diría semejante disparate.
Hay emisiones y productos que, efectivamente, no pagan intereses hasta el vencimiento. Pero lo más común es que los bonos y obligaciones paguen los conocidos "cupones", que pueden ser anuales, semestrates, trimestrales o mensuales, dependiendo de la emisión concreta de la que se trate. Estos cupones, al igual que los dividendos de las acciones, se descuentan en el precio de cotización del bono cuando se pagan al tenedor.
Antes de escribir un artículo como este, uno debería pensar que la gente que lo va a leer sabe de que va el asunto, de modo que le conviene revisar bien lo que escribe, más que nada para no hacer el ridículo.
The Economist recoge las propuestas de UPyD mientras intenta adivinar lo que hará Rajoy
http://www.upyd.es/contenidos/noticias/318/72091-T...
Algunas veces la economía nos ilustra de aparentes contradicciones, como la que explicamos en este artículo: pagamos más como contribuyentes a los mercados internacionales (deuda pública) de lo que los bancos nos pagan a nosotros como ahorradores. Y pos si fuera poco, la normativa Salgado ayuda a ello.
El artículo dice: "gran parte de sus compradores son institucionales (los famosos mercados)"
Por el amor de Dios, ¿es usted economista o fabricante de churros?
"Los mercados" NO son los "compradores institucionales". El mercado de deuda pública está formado por todos sus oferentes y por todos sus demandantes, como todos los mercados. Los inversores institucionales no son más que una parte de la demanda. Estaríamos apañados si considerásemos que un mercado está formado sólo por parte de su demanda.
Una cosa es que la Salgado se refiera a los tenedores institucionales de deuda pública como "los mercados" (uno no puede esperar nada mejor de este gobierno) y otra muy diferente que se haga en este diario de economía.