El Plan para el Impulso del Vehículo Eléctrico en España, aprobado en 2010 y con una duración de cuatro años, puso en marcha medidas de apoyo tanto a la oferta como la demanda, con subvenciones a repartir por un total de 72 millones de euros. Este proyecto creado por el ministro de Industria, Miguel Sebastián, está teniendo un resultado que sólo cabe calificar como fracaso a tenor de las cifras de matriculaciones en lo que llevamos de año, 295 vehículos, claro que el Ministerio, para ocultar el dato real, prefiere recurrir a la escala porcentual anunciando con orgullo que las matriculaciones de septiembre de 2011 respecto al mismo mes de 2010 se han incrementado en un magnífico 84%.
Lo que no dice el Ministerio es que en septiembre de 2010 se matricularon 23 coches eléctricos por 43 en el mismo periodo del este año, lo que implica efectivamente ese incremento porcentual pero con unas cifras irrisorias que se ocultan convenientemente. Sebastián, a su vez, utiliza el dato de septiembre en lugar del mes de octubre, más cercano a la hora de elaborar el presente decreto, porque casualmente el mes pasado las cifras de matriculación volvieron a caer hasta las 28 unidades registradas.
Inasequible al desaliento, en lugar de reconocer que el proyecto ha sido un fracaso y el dinero utilizado un gasto inútil, Sebastián anuncia que va a aumentar las subvenciones a estos coches eléctricos con la idea de que a base de dinero público los consumidores se decidan a comportarse como el Ministerio de Industria espera de ellos.
Así pues, este nuevo decreto de Industria anuncia el establecimiento de una línea extraordinaria de subvenciones al coche eléctrico por un millón de euros para atender las solicitudes que se reciban antes del 16 de diciembre, cantidad que se completará con otra partida adicional de 49 millones de euros para las solicitudes entregadas el año próximo hasta finales de noviembre.
En total, a finales de 2012 los españoles habremos destinado 122 millones de euros a la promoción del vehículo eléctrico. Teniendo en cuenta que este año se matricularán 300 vehículos y que el año próximo, a causa de la crisis, no es previsible que se compren muchas más unidades, cada coche eléctrico vendido y matriculado habrá supuesto a los contribuyentes un coste de más de 230.000 euros, incluyendo las subvenciones a I+D, la instalación de estaciones de carga "y otras acciones transversales" que el decreto para la promoción de estos vehículos asimismo contempla en su articulado. De este modo, este plan estrella multiplicará por 27 el coste real para el contribuyente previsto inicialmente por el Gobierno (8.400 euros). Y ello, debido a que Industria ha seguido concediendo subvenciones a este programa pese a que las ridículas ventas obtenidas.
El presente decreto, que casi multiplica por dos las subvenciones al coche eléctrico, fue firmado por D. Miguel Sebastián el pasado 18 de noviembre, dos días antes de celebrarse las elecciones generales.