La política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) no debe ser empleada para resolver cuestiones de índole fiscal y de solvencia de los estados, ya que esto corresponde a los respectivos parlamentos de los países de la eurozona, ha advertido el presidente del Bundesbank y miembro del consejo de Gobierno del BCE, Jens Wiedmann.
"La política monetaria no puede y no debe resolver los problemas de solvencia de los países y de la banca. Son decisiones que corresponden a los respectivos parlamentos nacionales", afirmó el banquero alemán en un discurso pronunciado en Francfort en la inauguración de la Semana de las Finanzas Europeas.
Asimismo, Weidmann recordó que el BCE carece de la "legitimidad democrática" para redistribuir la carga entre los contribuyentes europeos, a pesar de las crecientes presiones para que la entidad actúe en este sentido.
"La adopción de políticas monetarias con fines fiscales debe terminar", señaló el presidente del Bundesbank, quien subrayó la necesidad de que Europa se replantee el futuro de la Unión Monetaria, ya que, en su opinión, "el precio de agrupar los riesgos sin ceder soberanía, especialmente en cuestiones presupuestarias, no es algo prometedor ni que pueda durar".
En este sentido, Weidmann recordó que en los años anteriores a la crisis la disciplina en los mercados fue inadecuada al mantener las primas de riesgo de los diferentes gobiernos muy próximas entre sí y cerca de los mínimos históricos de varios países, incluyendo algunos de los más afectados por la crisis. "Unas finanzas públicas saneadas deben verse recompensadas por menores costes de financiación y los déficit y la deuda excesiva deben verse sancionadas con primas más elevadas", añadió.
Grecia e Italia
Por otro lado, durante su intervención el banquero alemán quiso dejar claras las diferencias existentes entre Grecia e Italia, puesto que, a su juicio, el país transalpino puede hacer frente a las dificultades que tiene por delante y no necesita ayuda externa.
"Italia puede hacer frente a las actuales dificultades por sus propios medios", subrayó Weidmann, quien destacó que el país cuenta con empresas fuertes y una deuda privada comparativamente pequeña. En el caso de Grecia, el banquero germano señaló la necesidad de que el país implemente las reformas estructurales pactadas, ya que la ayuda exterior puede permitir "ganar algo de tiempo", pero no puede reemplazar el efecto de las necesarias reformas.