Junguer, no creo que bajen gran cosa. La vivienda es un bien tangible, no bonos ni papelitos. Lo que se está hundiendo es el valor del dinero, y con él los ingresos de los funcionarios y empleados en general. Nuestros sueldos valen cada vez menos, comparados con el valor de las materias primas. Y una casa, en buena medida, es un montón de materias primas.
Evidentemente, ante un desastre, el valor de los inmuebles también se hundiría. Pero es que en ese caso lo único que vale es tener coraje, familia, amigos y un fusil o diamantes.
Hasta que los pisos no estén a corde con el poder adquisitivo e la gente, ni hablar del peluquín.
Precios de 1998, eso es lo realista.
De esa materia prima de la que están hechas (normalmente mal hechas), ¿cuál es vendible, a quién y para qué?