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Pues, Beltane, podemos empezar -parece que ya estamos en el sendero- por negar nuestro democrático voto a los, más numerosos y por ello más dañinos, que intentan y se afanan, sin hacerle ascos a los más repugnantes contubernios, en llevar esas turbias aguas a su molino.
Atentamente
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Efectivamente, Senex, ése es el debate que se está negando Europa entera por puro vértigo.
¿Dónde queda la Democracia si no nos atrevemos a dejar que sea el Demos quien decida en cuestiones fundamentales?
Yo, como se deduce de mi post anterior, también pienso que en esta situación concreta -como seguramente ocurrirá en muchas otras que no vienen ahora al caso- que mejor nos irá si no dejamos al MANIPULABLE pueblo que hable.
Pero entonces, casi que deberíamos ir pensando en definir nuevamente la Democracia o, si no, en dotarla de instrumentos que la protejan de elementos desestabilizadores dentro de ella que van a luchar por sus intereses particulares antes que por los de todos.
Vale, para empezar y así a bote pronto: ¿Qué hacemos con esos que se aprovechan de las libertades que ofrece la Democracia para cargársela, véanse marxistas, nazionalistas o extremistas de toda laya?
Vértigo.
Muy bien, Cristina, por lo que aparentemente dice y, sobre todo, por lo que, para mí, trasluce. ¿Cómo las naciones deben tomar sus decisiones en democracia?. He ahí la cuestión. Una de ellas; otra, sería: ¿cómo los pueblos conforman a sus élites?. Sólo hay un método bueno, si se toma del campo del desarrollo científico: ensayo, error y nuevo ensayo. Pensando, ahora, en nosotros, algunos países nos llevan ventaja en ese espacio experimental. No parece aconsejable quemar etapas. Téngase paciencia, y esperemos, sentados en el portal de nuestra casa, ver pasar el cadáver de nuestros enemigos.
Con afecto.
La suerte que tenemos, griegos incluidos, es que Merkel, aunque ganas no le faltarán, jamás convocaría un referéndum semejante en Alemania para averiguar si los alemanes quieren seguir pagando la juerga o no.
Por supuesto que a Alemania no le interesa que se rompa la baraja, necesita al Euro y sabe que para competir por el futuro debemos andar bien unidos, crear de una vez un mercado europeo de verdad, pero como hable "el pueblo" se nos van a quitar las ganas de reír incluso a nosotros, los cachondos del paro al 21%.
Estupendo artículo lleno. Muy lúcido y valiente.
Mira que atreverse a dudar de la ortodoxia democrática de los plebiscitos...
¿Por qué no hay entre nuestros políticos nadie con la cabeza así de bien amueblada?